Ecos de la sabana (09)

Miércoles 23 diciembre 09
“Dejaos reconciliar”
Cada año los obispos del Chad escriben una carta o un mensaje con motivo de la celebración de la fiesta de Navidad. Suele ser un mensaje que toca realidades sociales y políticas que se están viviendo y que hacen sufrir o ante las cuales ellos intentan poner un poco de luz a partir del Evangelio. Aunque los cristianos seamos minoría en este país suelen ser palabras a menudo proféticas y que creo que hacen pensar a más de uno. Este año el título es “dejaos reconciliar”, unas palabras tomadas de 2Co 5,20 y que responden al tema del sínodo de los obispos de África que este año ha habido en Roma con el tema de justicia y reconciliación en África. Creo que es bueno que transcriba algunas frases que me parecen las más significativas.
“Dios continua a proponer su paz y su alegría a todos los hombres de todos los tiempos, invita a cada persona a acoger esta llamada a la paz, a la alegría y a la esperanza.
Nuestro país se está construyendo, de hecho ha conocido pocos años de tranquilidad y paz después de la independencia (1958). Varios grupos étnicos o regionales se han enfrentado con violencia y con regularidad a causa de diversos motivos. Hay prácticas y comportamientos inadmisibles que se han instalado aquí: inseguridad permanente, circulación anárquica de armas y violación de los derechos humanos.
Los chadianos continúan despreciándose y desconfiando los unos de los otros. El papel de los hombres políticos es de hacer que todos los chadianos se reconozcan iguales en derechos, en deberes y en dignidad, incluso si son adversarios políticos. La religión debe facilitar el encuentro entre los hombres, ya que nadie es creyente solo. Así como cada uno busca el encuentro con Dios, del mismo modo cada uno debe respetar el camino de aquellos que lo adoran de otra manera.
Cristianos, católicos o protestantes, y musulmanes, creemos en Dios y en los grandes valores que son la justicia, el amor, la paz y la reconciliación. Podemos unirnos alrededor de estos valores comunes, respetando lo que somos, para construir un país en donde se pueda vivir en paz.
El cristiano que ha tenido la experiencia personal del perdón puede, a su vez, convertirse en un constructor de reconciliación en su comunidad y en su lugar de trabajo (Mt 5,21). Todos sabemos que la aceptación del otro y la integración entre todos es posible en nombre de Cristo.
En esta búsqueda de la reconciliación, de la justicia y de la paz, la regla de oro sigue siendo la de Jesús: “todo lo que quieres que los otros te hagan, hazlo tu a los demás” (Mt 7,12). Que la celebración del nacimiento de Jesús pueda reavivar nuestro compromiso a seguirlo y a ser sal y luz en vista de un Chad reconciliado y pacificado”.
 
Jueves 24 Diciembre 09
También aquí es Navidad aunque sea en manga corta y con calor.
Estos días Richard, el compañero camerunés que ha vivido unos años en Filipinas, me preguntaba con qué sentimientos se celebra aquí la Navidad. Yo le decía que él mismo lo verá pero que no se espere ni cohetes ni cosas excepcionales, ya que tenemos pequeñas comunidades que además no exteriorizan esta fiesta demasiado al no haber una gran tradición.
Esta mañana he celebrado la misa del gallo, un poco antes de lo normal que suele ser a las doce de la noche. Ahora estamos en el periodo de frescura y por la noche y de madrugada hace fresquillo. El otro día me decían que hacía 11ºC a las 6 de la mañana, es cierto que luego al mediodía llegamos a 30ºC; y con este fresquillo la gente llega con pereza, lentitud y sin demasiadas prisas. De hecho solemos comenzar la misa a las 9 pero hoy hemos empezado a las 10. El ambiente no era muy festivo, a pesar de ser la víspera de Navidad, además no había el zumbido que tanto alegra el ambiente de los tambores. Menos mal que los niños habían preparado varios cantos que han animado con sus bonitos bailes e incluso se han preparado y me han ofrecido al final de la misa después de una larga danza de ofertorio 2 botellas de aceite de cacahuetes.
Durante la homilía, como no había una muchedumbre, me he sentado en las escalerillas del altar y he invitado a alguna madre a venir con su bebé junto a mí. Y sin mucho esperar me he encontrado con 2 bebés y sus respectivas madres aunque habías más que se ofrecían, aquí esto no es tan difícil de encontrar como en España pues lo normal es que una mujer tenga de 7 hijos en adelante… Un bebé era una niña que se llamaba Furira, es decir Alegría, y el otro un niña que precisamente se llamaba Lonaka, es decir Dios existe, uno a cada lado para poder hacer ver la fragilidad que Dios ha querido asumir haciéndose hombre y todo esto por amor.
Navidad es una invitación a la esperanza, a la solidaridad sin dejar caer los brazos ni sucumbir ante la desesperación o el fatalismo.
Esta tarde y noche he tenido también la grata sorpresa de recibir varias llamadas y sms de amigos de Cartagena, Milagro, Murcia y hasta de un pueblo de Sevilla; y les he dado las gracias por la sorpresa y el regalo que me han hecho. Me decían del frio que estáis pasando y yo les he dicho que aquí seguimos por el día con manga corta y con bastante calor, pero parece que a pesar de eso también aquí es Navidad.

Domingo 27 Diciembre 09
La saliva puede ser signo de bendición y de paz.
Hoy es la fiesta de la Sagrada Familia y aquí es costumbre alrededor de los días de Navidad de invitar un domingo a las familias que han tenido un hijo/a durante el año a venir a la misa para presentarlo al Señor y bendecirlo.
Creo que alguna vez comentaba que aquí no se bautiza a los bebés, se ha hecho la opción de acompañar a las personas durante 5 años de catecumenado antes de recibir el bautismo. Pero en cambio este día se les acoge en la comunidad y se les bendice. Y es bonito ver a todas esas madres, con sus hijos en la espalda o agarrados a sus pechos, sentadas junto a sus maridos. Normalmente no se suelen sentar juntos, pero visto que era la fiesta de la sagrada familia he invitado al principio de la misa a las familias a sentarse juntos.
Durante la bendición de los niños se pregunta a los padres si están dispuestos a cuidar bien de sus hijos, esto es a vestirlos como se debe, a inscribirlos en la escuela, a llevarlos al dispensario cuando estos estén enfermos, a enseñarles a orar y a respetar a Dios. Son cosas que nos pueden parecer normales pero aquí no siempre lo son por eso es bueno el recordar que además de dar a luz la obligación es de acompañar en el crecimiento. Después de estas preguntas y de un dialogo con ellos hacemos el signo de bendición que es doble. Primero hacemos el signo de la cruz sobre la frente de cada crio y luego escupimos un poco, pero sin pasarnos claro, en la palma de sus manos. Aunque os parezca extraño y extravagante aquí no lo es en absoluto, es el modo tradicional de bendecir a una persona. La saliva es equivalente al agua y esta es sinónimo de acogida, de frescura y de paz. Cuando uno llega a una casa lo 1º que hacen es ofrecerte agua para beber como signo de bienvenida y de acogida. Así que escupir un poco en la palma de la mano es también desear la paz, la frescura y la acogida-bendición de estos bebés. Que puedan crecer sanos y ser ellos una bendición para los que los encuentren.

Miércoles 30 Diciembre
La enfermedad nos hace asumir nuestra fragilidad.
Como veis aquí el ritmo es casi sin parar y aunque para algunos estos días sean días de vacaciones y de descanso, nosotros seguimos como siempre con nuestras actividades. El domingo por la tarde después de la bendición de los bebés comenzamos en las 2 parroquias 3 días de retiro y de formación con las personas que se preparan a recibir el bautismo en Pascua. Aprovechamos pues hay bastaste estudiantes y ahora disfrutan de unos días de vacaciones escolares así no pierden días de escuela.
Hay laicos en las 2 parroquias que han recibido una preparación y se encargan de animar estos días de retiro y de verdad que lo hacen bastante bien, pero nosotros intentamos estar presentes para apoyarlos, conocer a los catecúmenos y también aportar algo que pueda ayudarles.
El lunes a la tarde sentí un cansancio fuerte y un gran malestar que durante la noche dio pasó a una diarrea como Dios manda. Bueno son gafes del oficio dice alguno. Ayer tenía que ir a la parroquia de Domo para acompañar el otro grupo que os decía que también se prepara para el bautismo, y aunque no tenía ganas fui en coche. Lo 1º que hice al llegar fue ir al centro de salud, gestionado por la diócesis, pues no me encontraba bien. El enfermero me dijo que era la malaria y me puso un tratamiento de quinina, primero con el suero que es más agresivo y luego con pastillas durante 5 días. Ya había hecho la experiencia otras veces. La quinina conforme va entrando el suero uno nota sus efectos positivos pero también sus efectos secundarios que son un zumbido violento en los oídos que casi te deja sordo. Y esto dura varios días, así que hay que soportar.
Quizás el estar enfermo de vez en cuando también nos ayuda a darnos cuenta de nuestra fragilidad y nos hace ser solidarios de la gente que aquí vive con la enfermedad muy presente a causa de las condiciones de higiene, de alimentación o sus modos de vida. Hoy el cuerpo va mejor pero acabaremos el año con la música o el zumbido en los oídos, así me molestará menos la música de los tambores que festejan el fin del año.

Sábado 2 enero 2010
Al final lo que queda es la amistad.
Ya hace casi 3 meses y medio que estoy por aquí y aunque os parezca mentira todavía no he tenido el tiempo de ir a visitar a la gente con la que trabajé antes durante 10 años. Algunos han venido a verme y otros los he encontrado en una reunión que hicimos con representantes de todas las parroquias. Estos días de Navidad, con tanta fiesta seguida y con tantas celebraciones a las que la gente no está acostumbrada, pues venir a la parroquia para algunos significa caminar 12 y hasta 15 km, hemos decidido no agobiar con las misas y así me he liberado el 1 de enero y he podido ir a Pont Carol, uno de las 3 parroquias en donde trabajé. Ha sido un gran regalo de año nuevo el poder encontrar a tanta gente conocida con la que he caminado unos cuantos años. Es curioso cómo a pesar del tiempo muchos nombres volvían y la gente se alegraba que los saludara por su nombre. La celebración ha sido muy alegre y con muchos bailes a pesar del cansancio de la noche y de las fiestas. Había oído que ciertas personas habían dejado la comunidad por distintos motivos o por cansancio, por eso les he dicho que María nos enseña a ser fieles a Dios y que la fidelidad no es algo pasajero sino algo que debe durar toda la vida. Pero al mismo tiempo me he alegrado por tantas personas que he visto y que continúan fieles y al pie del cañón a pesar del tiempo.
Al final de la misa han venido a saludarme y han querido ofrecerme algo: unos tomates, unas pastas, 5 pollos, una botella de aceite y unos 12.000 fcfa = 18€. Todo un detalle y una muestra de atención y de cariño. Después habían preparado la comida y varios perolones de cerveza de mijo y así hemos podido pasar un buen rato y charlar. Me contaban cómo van las cosas en la parroquia, las alegrías y las penas que ellos viven, sus esfuerzos para salir adelante. Casi sin darnos cuenta se ha puesto el sol y nos hemos saludado contentos de habernos encontrado de nuevo y de descubrir que más importante que todo lo que podamos construir, al final lo que queda es la amistad que hemos hilado entre nosotros.