martes, 31 de mayo de 2022

ECOS DE LA SABANA nº 169


Martes 31 de mayo 2022
Nigeria: dos sacerdotes y dos niños secuestrados en Katsina

Estos días de nuevo encontré esta noticia en Vatican News que informaba del secuestro de dos sacerdotes y dos niños que estaban cerca de ellos en una ciudad en el norte de Nigeria. El 25 de mayo, hombres armados no identificados irrumpieron en una parroquia en el norte de Nigeria y secuestraron a cuatro personas: dos sacerdotes y dos niños. La información fue confirmada por la diócesis de Sokoto, que invita a todos los fieles a orar por su liberación.

Según los medios locales, los secuestradores asaltaron la iglesia católica de San Patricio en Katsina, uno de los 36 estados federales de Nigeria, la noche del 25 de mayo. Secuestraron a los padres Stephen Ojapa y Oliver Okpara, así como a otros dos niños cuya identidad se desconoce. La prensa local señala que no hay aún reclamación de la autoría del suceso.

La noticia del secuestro fue confirmada a lo largo de día por el padre Chris Omotosho, director de comunicaciones sociales de la diócesis de Sokoto. “A la medianoche de hoy, 25 de mayo de 2022, hombres armados irrumpieron en la casa sacerdotal de la iglesia católica St. Patrick, Gidan Maikambo, área del gobierno local de Kafur en el estado de Katsina. No hay información sobre su paradero. Rezad por su seguridad y su liberación”, ha señalado el portavoz de la diócesis. Este hecho, lejos de ser un acontecimiento aislado ya que la inseguridad en Nigeria ha crecido por todo el noreste del país en los últimos meses, difundiéndose varias redes terroristas y criminales.

Este secuestro es el último de una serie dirigida a instituciones eclesiásticas, sacerdotes, religiosos y religiosas en Nigeria. En los últimos años, el norte del país se ha enfrentado a problemas de seguridad recurrentes, alimentados por las actividades del grupo extremista islámico Boko Haram, así como por enfrentamientos entre pastores nómadas y agricultores locales.

En los últimos meses, hombres armados no identificados, comúnmente denominados "bandidos", han sido responsables de secuestros, asesinatos y saqueos en pequeños poblados y esto preocupa a las autoridades. Solo en el Estado de Kaduna, en el centro del país, los «bandidos» han asesinado en los tres primeros meses de este año a 360 personas y herido a 258, según un informe presentado la semana pasada por su gobernador. En ese corto espacio de tiempo se perpetraron allí también 1.389 secuestros.

Estas bandas de bandoleros o terroristas suelen irrumpir en motocicletas en los poblados, abren fuego indiscriminado contra la gente, secuestran a algunas personas y se dan a la fuga antes de que las fuerzas del orden puedan reaccionar. Según un informe de la ONG local Global Rights, el año pasado murieron en Nigeria casi 7.000 personas a causa de la violencia de Boko Haram y de los «bandidos» que operan en el norte. De esa cifra, la inmensa mayoría (6.051) eran civiles y el resto (844) agentes de la seguridad del Estado.

A principios de mayo, la diócesis de Kaduna anunció la muerte del padre Joseph Aketeh Bako, quien murió en cautiverio después de ser secuestrado en marzo de 2022 por hombres armados de la Iglesia Católica de St. John, Kudenda (centro del país). Este secuestro se produjo además doce días después de la muerte de Deborah Samuel Yakubu, una joven cristiana lapidada por “blasfemia” en el estado nigeriano de Sokoto, el 13 de mayo, y que había conmocionado profundamente al país.

Por el momento se desconoce el lugar de detención de las cuatro personas, seguimos rezando por esta situación y dando a conocer lo que ocurre en algunos lugares de África pero que no son noticias de nuestros telediarios ni informativos.

 

lunes, 23 de mayo de 2022

ECOS DE LA SABANA nº 168


Lunes 23 Mayo 2022

“La lapidación todavía existe en el 2022”
            Hace unos días leía esta noticia que me dejó helado y decía lo siguiente: “En Nigeria, una cristiana ha sido lapidada hasta la muerte por haber blasfemado”. Y me sorprendía e indignaba que nadie hubiera hablado de esta noticia, solo en la página web del vaticano, https://www.vaticannews.va/fr.html, es donde la encontré.
Sí, me sorprende e indigna, y más en estos días que tanto hemos oído hablar de la preocupación por la mujer con esas leyes del aborto de adolescentes, y de la baja médica por reglas dolorosas… pero cómo siempre los pobres no son noticia, y lo que ocurre en África no interesa ni siquiera a los que dicen ser los más avanzados y modernos de nuestra sociedad.
Y en pleno siglo XXI la aberración sigue estando presente. La noticia decía que una estudiante cristiana había sido lapidada hasta la muerte por decenas de estudiantes de su escuela, acusándola de blasfemia contra el profeta Mahoma, en el estado de Sokoto, en el noroeste de Nigeria. Tanto el obispo como el sultán musulmán de Sokoto condenaron este crimen y pidieron que se haga justicia, llamando a la población a la calma.
Cuando publicó una nota de voz en el grupo de mensajes de whatsapp de su clase, Deborah Samuel Yakubu, nunca hubiera imaginado que estaba firmando su sentencia de muerte. La joven estudiante cristiana fue lapidada hasta la muerte por decenas de estudiantes de la escuela Shehu Shagari, quienes luego quemaron su cuerpo. Estos trágicos hechos fueron anunciados el jueves 12 de mayo en un comunicado de prensa de la policía del estado de Sokoto donde ocurrió la tragedia.
Según testigos oculares, Deborah Samuel se había quejado de la afluencia de mensajes religiosos en el grupo de Whatsapp de su clase. La estudiante había hecho una nota de voz para recordar a sus compañeros el propósito académico del foro. Parece ser que este comentario suyo fue considerado blasfemo contra el profeta Mahoma y provocó la ira de sus compañeros fanáticos.
    En un vídeo, que circuló el jueves 12 de mayo en las redes sociales,  se veía la espantosa escena de su linchamiento por una multitud enfurecida. Dos sospechosos fueron arrestados, según informó la policía, mientras que las autoridades escolares anunciaron el cierre inmediato de la escuela y enviaron a los estudiantes a casa.
    El obispo de Sokoto, Monseñor Mathew Hassan Kukah, condenó este acto como un “acto inhumano”, y pedían que sus autores fueran llevados ante la justicia y castigados de acuerdo con las leyes del país. Invitaba también  a "todos los cristianos de Sokoto y alrededores a mantener la calma y rezar por el descanso del alma de Deborah", no sin expresar su pésame a los familiares de la víctima. Es cierto que existe una convivencia pacífica entre cristianos y sus vecinos musulmanes en Sokoto desde hace muchos años.
    También el sultán de Sokoto, Muhammadu Sa'ad Abubakar, expresó su consternación por la muerte de esta estudiante. En un comunicado de prensa afirmaba: “el consejo del sultanato condena el incidente en su totalidad y pide a los cuerpos de seguridad llevar ante la justicia a los perpetradores de este injustificable incidente”. También ellos invitaban a “todos a mantener la calma y garantizar la coexistencia pacífica entre todos”.
    Es cierto que en el estado de Sokoto, como en otros once estados del norte de Nigeria, la sharia, ley islámica, se aplica junto a la ley civil; y la ley islámica castiga a los culpables de "blasfemia" con la pena de muerte. Es por eso que los obispos de Nigeria hace ya casi un año presentaron al Comité de Reforma Constitucional del Senado un memorando en el que pedían “acabar con el estatus que disfruta el Islam en la constitución”, lo que contradice el laicismo del Estado, consagrado en los artículos 10 y 38 de la constitución.
    El episcopado había señalado que la creación de los tribunales de la sharia, al igual que las referencias a la ley islámica en la constitución, provocan graves desigualdades en el sistema judicial nigeriano y ponen en peligro las "libertades de pensamiento, conciencia, religión, culto, enseñanza, práctica y observancia de sus creencias”.

Cuando leía esta noticia me venía a la cabeza la escena que ocurrió hace unos 2.000 años en la entrada del templo de Jerusalén en donde Jesús estaba enseñando. El evangelio nos dice: “Los escribas y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio, y, colocándola en medio, le dijeron: «Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras; tú, ¿qué dices?». Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo. Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: «El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra»Y el evangelio termina con estas palabras que Jesús dirige a la mujer: “Mujer, ¿dónde están tus acusadores?; ¿ninguno te ha condenado?». Ella contestó: «Ninguno, Señor». Jesús dijo: «Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más”. Creo que si se aplicaran hoy en día muchas cosas cambiarían.
 
Y para acabar unos textos que nos ayudan a reflexionar:
“El amor te hace humano, y esa es su verdadera recompensa. El amor no es un medio para alcanzar un premio. Es el camino y la meta de todos los caminos”. Fray Marcos
“Me gusta la gente sentipensante, que no separa la razón del corazón. Que siente y piensa a la vez, sin divorciar la cabeza del cuerpo ni la emoción de la razón”. Eduardo Galeano
"Lo grito aquí: ¡Paz! Y lo grito llenas de llanto las mejillas. ¡Paz, de pie! ¡Paz! ¡Paz, de rodillas! ¡Paz hasta el fin del infinito! No otra palabra, no otro acento ni otro temblor entre las manos. ¡Paz solamente! ¡Paz, hermano! Amor y paz como sustento." Rafael Alberti
Tres actitudes de servicio
Imaginemos a un grupo de montañeros que han salido a escalar un pico difícil, y vamos a observarlos unas cuantas horas después de que han comenzado su empresa. Para entonces, es de suponer que el grupo se haya dividido en tres subgrupos.
Los primeros están pesarosos de haber abandonado el refugio. Piensan que la fatiga y los riesgos no guardan proporción con lo que les supondría la satisfacción de haber llegado a la cumbre. Deciden volverse.
Hay otros que no se arrepienten de haber salido. Brilla el sol y el paisaje es maravilloso. ¿Qué necesidad tienen de subir más arriba? Es mucho mejor disfrutar de la montaña desde aquí (en la amena pradera o en lo profundo del bosque). Y así, se recuestan en la hierba o exploran el entorno hasta que llegue la hora de atacar sus provisiones.
Nos quedan los verdaderos montañeros; los que mantienen la mirada fija en las cumbres que han decidido coronar. Son los que continúan hacia adelante. Los cansados, los hedonistas, los entusiastas. Tres tipos humanos. En el fondo de nosotros mismos, llevamos los gérmenes de los tres. Teilhard de Chardin

 

lunes, 16 de mayo de 2022

ECOS DE LA SABANA nº 167 , CARLOS DE FOUCAULD


Al día siguiente de la canonización de Carlos de Foucauld (Hermano Carlos de Jesús), ayer 15 de mayo de 2022, proclamado beato el 13 de noviembre de 2005 por el Papa Benedicto XVI, no podemos dejar de preguntarnos cómo y por qué este hombre se ha convertido en un santo tan atractivo y simpático en el universo de santidad cristiana de nuestro tiempo.

La vida del hermano Carlos de Foucauld fue relativamente breve, sólo 58 años, de los cuales veintiocho de vida mundana e incluso disoluta (1858-1886) y treinta años vividos al seguimiento de su "bien-amado hermano Jesús" (1886-1916), que terminó violentamente, asesinado por bandidos locales el 1 de diciembre de 1916.

Tras la conversión que culminó con el encuentro con el Abbé Huvelin el 28 de octubre de 1886 en el confesionario de la iglesia de San Agustín de París, emprende un singular camino espiritual que le conducirá a una forma de santidad y de vida consagrada sin precedentes.

Intentó varios caminos espirituales, desde la Trapa a la vida solitaria al servicio de un convento en Nazaret y Jerusalén, a la formación sacerdotal a la vida en el desierto norteafricano de Beni Abbés y Tamanrasset, siempre en la búsqueda de una vida que le permitiera revivir la vida humilde, pobre y escondida de Jesús en los años de Nazaret.

Enamorado de Jesús y del misterio de la encarnación, está convencido de que, una vez que uno ha conocido a Jesús, no puede hacer otra cosa si no es imitarlo. Por esta razón el hno. Carlos trata de encarnarse, a su vez, en el ser humano más sencillo y cotidiano, en el trabajo humilde y en la comunión de vida con los demás, llenando su jornada de escucha de la Palabra y de largas adoraciones ante el Santísimo Sacramento. Se acercó así a las personas más sencillas y pobres sin hacer distinciones de raza o religión, modelo de esa fraternidad universal que propuso el Papa Francisco en la encíclica sobre la fraternidad y la amistad social Fratelli Tutti: “Él quiso ser “el hermano universal”. Pero sólo identificándose con los últimos llegó a ser hermano de todos. Que Dios inspire en cada uno de nosotros este ideal» (n. 287).

La vida y muerte del hmno. Carlos se ha convertido en "un parámetro sobre el que medir una nueva manera de ser testigos de Cristo y de su Evangelio y una nueva manera de ser "mártires"" (Hermano Michael-Davide, Charles de Foucauld, San Paolo 2016, p. 151).

No es posible presentar aquí el recorrido humano y espiritual de Carlos de Foucauld quien, partiendo de una educación religiosa y burguesa y del rechazo de la misma en el momento de la adolescencia, pasando por la vida militar, vive una crisis existencial que lo lleva a redescubrir sus raíces cristianas. De allí nació la vida ascética y mística del hmno. Carlos di Jesú, un monje atípico que vive en el desierto, entre no cristianos, siguiendo un proyecto de vida que aún fascina a quienes lo conocen.

Aquí podemos mostrar sólo algunos de los aspectos más significativos de su espiritualidad en los que también nosotros podemos inspirarnos para vivir la palabra de Jesús: "Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón y encontraréis descanso para vuestra vida". (Mt 11,29), tres actitudes muy actuales en este momento de la historia del mundo y de la Iglesia, en particular de la misión ad gentes.

UN HOMBRE ENAMORADO DE JESÚS Y DEL EVANGELIO

A partir del 28 de octubre de 1886, Carlos de Foucauld se siente como Pablo (Flp 3,12) cautivado por Jesús y comprende que ya no puede hacer otra cosa que vivir para Dios. Su vida se convierte entonces en una continua adoración de su Misterio.

Enamorado de Dios y, en concreto, de Jesús, el Dios que se hizo hombre, Carlos se dedicará con todo su ser al conocimiento y a la imitación de su "bien-amado Hermano y Señor Jesús".

Pasa largas horas en adoración delante del Santísimo Sacramento, lee el Evangelio, lo medita, lo transcribe y, sobre todo, se esfuerza por vivirlo. Desea crecer en el conocimiento de Jesús para amarlo, imitarlo, obedecerlo, dejándose encontrar y tocar por Jesús en la certeza de poder ver y tocar en él la "Palabra de vida" (1 Jn 1,1). De hecho, escribió a su amigo Gabriel Tourdes: "Aquí está el secreto de mi vida: perdí el corazón por este Jesús de Nazaret crucificado hace 1900 años y me paso la vida tratando de imitarlo tanto como mi debilidad puede" ( 7 de marzo de 1902).

El estilo de vida, de oración y de adoración, es una elección personal del hmno. Carlos, que sin embargo no le impide -al contrario- lo lleva a penetrar profundamente en el corazón, la cultura y la historia del pueblo entre el cual, como la Palabra de Dios, ha puesto su morada (cf. Jn 1,14). . . No sólo por un interés etnográfico, sino para poder conocer la riqueza de los dones de Dios derramados como preparación evangélica.

La adoración del misterio de Jesús y el amor al pueblo se convierten en el contenido de su oración y contemplación.

Leer hoy sus meditaciones sobre el Evangelio, fruto de largas horas de oración y adoración ante el Santísimo Sacramento en el silencio de la ermita, es una experiencia fascinante y entrañable. Son palabras sencillas pero profundas que invitan a rehacer un camino personal de acercamiento a la Sagrada Escritura para hacer de la Palabra de Dios el alimento de la propia vida espiritual y el criterio de las opciones de vida y misión de todo discípulo hoy. ¿No invita el Papa Francisco a nuestra Iglesia a volver al Evangelio?

COMO EN NAZARET: ENCONTRAR A DIOS EN LA VIDA OCULTA Y COTIDIANA.

Un segundo rasgo característico del hmno. Carlos de Jesús es  vivir la vida de Nazaret. Elige vivir en el desierto entre los pobres al servicio de una pequeña tribu nómada: los tuareg. Lo hace para parecerse a Jesús que vivió los primeros treinta años de su vida en el oscuro pueblo de Nazaret, trabajando como carpintero para ganarse el pan de cada día.

La vida del hmno. Carlos, como la de Jesús, normal en su cotidianidad, está hecha de cosas sencillas, de acogida de los que encuentra, de trabajo hecho con esmero y precisión, de relaciones fraternas con los vecinos en la escucha, en la ayuda y en el compartir la vida. Una vida pobre, sencilla, corriente, que no le aleja de la de sus tuareg.

Pero fr. Carlos está convencido de que esta, como la vivida por Jesús en sus treinta años en Nazaret, es una vida que, vivida ante Dios, tiene un valor salvador como los tres años de vida pública.

Esta intuición suya también nos ayuda a nosotros, cristianos de hoy, a redescubrir el valor oculto entre los pliegues de la vida cotidiana y las relaciones normales de la vida cotidiana, a pesar de que con demasiada frecuencia consideramos válida sólo aquella vida hecha de actividad y presencia visible encaminada a la eficiencia inmediata.

Fr. Carlo sabe, sin embargo, que es, precisamente, en los gestos simples y ordinarios de la vida cotidiana donde puede germinar el amor, la atención, el sentido profundo que Jesús introdujo en ella al vivir treinta años como cualquier otro hombre.

Todo gesto vivido en la presencia de Dios se convierte, para el hmno. Carlos, en un gesto de amor y de encuentro con Dios, por lo tanto lleno de eternidad! De hecho, escribe al Abbé Huvelin, su padre espiritual: "Esta pequeña vida de Nazaret que vine a buscar... una vida de trabajo y de oración... [es la que] vivió nuestro Señor" (22 de septiembre de 1893).

En consecuencia, el estilo de vida del Hmno. Carlos quiere ser el de la bondad, la cercanía, la proximidad con el otro. Se propone imitar a Jesús y, como él, quiere dar testimonio del rostro del  Dios bueno: "Mi apostolado debe ser el apostolado de la bondad", escribe a su prima María el 12 de mayo de 1902.

También nuestra vida, cómo y dondequiera que se desarrolle, puede perseguir este fin: buscar que cada acontecimiento y cada encuentro revele un ápice de la belleza del amor de Dios que se manifestó en Jesús: sólo ésta, en efecto, es "la belleza que salvará el mundo” (F. Dostoievskij en El idiota).

SER UN "HERMANO UNIVERSAL"

La elección del hmno. Carlos de vivir con los tuareg para ofrecerles su amistad de forma gratuita siguiendo el ejemplo de Jesús, que amaba a todos y se acercaba a todos, especialmente a los que necesitaban de su presencia, ensanchaba su corazón para que declarase con alegría que sentía y amaba querer ser un "hermano universal". A su prima Marie de Bondy le escribió: “Quiero acostumbrar a todos los habitantes, cristianos, musulmanes, judíos y no creyentes a que me miren como su hermano, el hermano universal… Empiezan a llamar a mi hogar “fraternidad”. (el Khaoua, en árabe), y esto me agrada” (7 de enero de 1902).

El primer paso para ser hermano de todos, para Carlos, fue encarnarse profundamente (en la medida de lo posible...) en el mundo cultural de sus hermanos, para compartir el estilo de vida de ellos, sus expectativas y sus sufrimientos.

En el tiempo que pasó en Argelia durante su servicio militar, tuvo la oportunidad de observar y estudiar la cultura de los pueblos bereberes hasta adquirir una verdadera competencia en este campo. Esto le dio la oportunidad y las herramientas para acercarse inteligentemente a la cultura de las poblaciones entre las que vivía, en una época en la que no se daba mucha importancia a las culturas no occidentales, ¡pensando que sólo Europa podía presumir de cultura!

A partir de la caridad de Cristo, suscitada diariamente en la adoración y en la lectura orante del Evangelio, el hmno. Carlos de Jesús sintió crecer en él el deseo de dedicarse cada vez más a Dios y a sus hermanos.

En la adoración, la presencia de Dios se hace real, y en ese momento de oración íntima, él lleva a la presencia de Dios a todos los que encontraba cada día y a tantas personas con las que mantiene correspondencia. No sólo trabaja para parecerse a Jesús y ganarse el pan, sino que abre su casa para acoger a las cada vez más numerosas personas que se presentan en el umbral de su casa, desde los tuareg, todos estrictamente musulmanes, hasta los soldados franceses presentes en la colonia, a los turistas que ya en ese momento viajaban por el desierto. Ofrece a todos una palabra y, si se le solicita, ayuda.

Es extraordinario el número de cartas que escribió en esos pocos años desde su ermita, todas llenas de su fe. En efecto, ofrece a todos la presencia de Dios que ha descubierto en la oración y en la meditación del Evangelio: un Dios bueno, que no juzga ni condena, que no quiere ganar a nadie para la fe, que empuja hacia la promoción y el bien del otro, un Dios que se hace hermano y nos pide que hagamos lo mismo.

«Es imposible amar a Dios, querer amar a Dios sin amar, querer amar a los hombres: cuanto más se ama a Dios, más se ama a los hombres. El amor de Dios, el amor de los hombres es toda mi vida, será toda mi vida, así lo espero”, escribió a su amigo Henry Duveyrier, el 24 de abril de 1890.

El hmno. Carlos se compromete con rigor y entrega en la ayuda material y espiritual de cuantos encuentra: acoge, escucha, conversa, ofrece alimentos y medicinas... se hace amigo y hermano de todos, porque quiere ser hermano de todos, en imitación de su (y nuestro) Señor y Hermano, Jesús de Nazaret… hasta el día en que, para que su fidelidad permanezca en medio de sus hermanos musulmanes, alcance la entrega de sí mismo en el sacrificio de la vida, el 1 de diciembre de 1916.

Su modo de ser cristiano en medio de los que no lo son y no pretenden serlo se ha convertido en un nuevo paradigma de la misión ad gentes, para este tiempo marcado por la cultura de la sospecha y de la desconfianza, tratando de liberarla de la incrustaciones coloniales que la han desfigurado y alejado a las generaciones actuales.

Padre, me pongo en tus manos, 
haz de mí lo que quieras,
sea lo que sea te doy las gracias.
Estoy dispuesto a todo,
lo acepto todo,  con tal de que tu voluntad
se cumpla en mí y en todas tus criaturas.
No deseo nada más, Padre.
Te confío mi alma,
te la doy con todo el amor  de que soy capaz.
Porque te amo y necesito darme,
ponerme en tus manos sin medida,
con una infinita confianza,
porque Tú eres mi Padre.


lunes, 9 de mayo de 2022

ECOS DE LA SABANA nº 166 VIDEO DEL PAPA MAYO, "POR LA FE DE LOS JOVENES"

Al hablar de familia quiero empezar dirigiéndome primero a los jóvenes.
Cuando pienso en un modelo en el que ustedes, los jóvenes, se puedan sentir identificados, siempre me viene a la cabeza nuestra Madre, María. Su valentía, su saber escuchar y su dedicación al servicio.
Ella fue valiente y decidida al decir “sí” al Señor.
Ustedes, los jóvenes que quieren construir algo nuevo, un mundo mejor, sigan su ejemplo, arriésguense.
No olviden que para seguir a María necesitan discernir y descubrir lo que Jesús quiere de ustedes, no lo que a ustedes se les ocurre que pueden hacer.
Y en este discernimiento es de gran ayuda escuchar las palabras de los abuelos.
En esas palabras de los abuelos van a encontrar una sabiduría que los va a llevar más allá de las cuestiones del momento.
Le van a dar panorámica a las inquietudes de ustedes.
Recemos hermanas y hermanos para que los jóvenes, llamados a una vida plena, descubran en María el estilo de la escucha, la profundidad del discernimiento, la valentía de la fe y la dedicación al servicio.

Papa Francisco – Mayo 2022








martes, 3 de mayo de 2022

ECOS DE LA SABANA nº 165


 

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Sarh, lunes de Pascua 2022

Estimados amigos:

Hoy he decidido descansar todo el día, pues he acabado los días de Semana santa muy cansado, pero eso no me impide de escribiros para contaros cómo va mi vida por estas tierras.

Este curso pastoral empezó bien, con un nuevo Plan pastoral diocesano que hemos estrenado, fruto de un trabajo sinodal en donde todas las comunidades (sacerdotales, religiosas, cristianas) han participado y que servirá para orientar nuestras actividades pastorales. Las prioridades son: el compromiso de los cristianos, en la Iglesia, la sociedad y la política; la pastoral de las vocaciones; el compromiso para acabar con la pobreza y las injusticias a través de la CARITAS; la educación y la comunicación social. Nos hemos dado un tiempo largo de diez años para llevar a la práctica las acciones y actividades. La mayoría de nuestros fieles son agricultores y por eso las cosas van despacio, hay que tomarse las cosas con calma.

Estos días son días en que miles de catecúmenos reciben el bautismo; la mayoría siguen siendo adultos, pero hay cada vez más jóvenes y adolescentes. Yo bauticé ayer 86 en un pueblo a 72 km de Sarh, cerca del pueblo de Sandana del que hablaré luego.

Otro motivo de alegría es el grupo de jóvenes candidatos al seminario mayor, con los que he pasado tres día de convivencia; son una veintena de los cuales 5 ya han obtenido el bachillerato, los otros harán el examen al final de este curso.

Pero todo no es alegría. Ya en el mes de octubre, durante la visita a la diócesis del Nuncio apostólico, Mons Santiago De Wit, valenciano aunque de ascendencia holandesa, la muerte llamó a nuestras puertas llevándose a uno de los sacerdotes más jóvenes de la diócesis, con solo 5 años de sacerdocio, y muy querido por su gente; fue un momento de gran sufrimiento, pero al mismo tiempo reforzamos la unión de todos los fieles alrededor de sus pastores.

Otro momento muy difícil para todos ha sido la masacre perpetrado, el día 9 de febrero, por un grupo de pastores árabes contra un pueblo de la diócesis (Sandana) en donde dos años y medio antes ya había habido 8 agricultores muertos y 3 pastores, además de heridos y de saqueos. Los pastores, cuando son ellos los que matan, no pasa nada e incluso muchas autoridades, administradora, judiciarias y militares los sostienen; cuando ellos pierden a alguien, entonces es la venganza, con muerte y destrucción. Esta vez ha sido el accidente de uno de ellos, que ya había participado en las muertes de 2019, había ido a la cárcel, pero liberado sin juicio. Iba en su moto y se cayó matándose en el momento. Los suyos se vengaron acaudillados por otro de los asesinos del 2019 que también había sido liberado de la cárcel sin juicio. Hoy en día aún estamos esperando que los autores de ese odioso crimen sean detenidos y sean llevados ante la justicia. Ha habido mucha reacción por todas partes, a nivel nacional también. Pero, aunque estemos reclamando justicia, los “grandes” quieren que se olvide todo dando dinero o imponiéndose, pero las familias de las víctimas no quisieron coger el dinero que se les ofreció y siguen reclamando justicia.

Para que entendáis un poco mejor todo esto, tengo que añadir que muchos de esos pastores llevan bueyes propiedad de gente importante del régimen (militares o civiles) y llevan armas de guerra. Esto está prohibido, pero se ha hecho casi nada por recuperar esas armas de manos de los civiles. Después de la masacre han enviado a muchos grupos de militares a buscar las armas… pero ha sido como una tragicomedia,  pues no han buscado las armas en donde están, además han torturado a pacíficos ciudadanos para buscar información.

Estos dos sucesos nos han impactado mucho. Qué quiere Dios de nosotros con estas pruebas? Yo he dicho que, como “Iglesia familia de Dios en misión” (el slogan de nuestro Plan pastoral), lo tenemos claro: basta ponernos manos a la obra para implementar el dicho Plan. Como personas individuales, cada uno tiene que responder a esa pregunta: laicos, consagrados y sacerdotes. Yo personalmente pienso que el Señor me pide de estar más aún más cercano a los sacerdotes y comprometerme más para actuar nuestra tercera prioridad: trabajar para reducir la pobreza y las injusticias.

Yo espero que todos vosotros gocéis de buena salud física y moral. Pido al Señor Resucitado que os llene de gozo y de paz, y haga fructífera vuestra vida. 

Con afecto,

  + Miguel A. Sebastian - Obispo de Sarh 

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