Nota: Agradecemos a la agencia
Télam, a través de roberto.barletta@telam.com.ar, que nos ha permitido publicar esta entrevista realizada al Papa
Francisco.
"Mientras algunos intentan ir a la luna, otros intentamos llegar a los poblados. Ecos de la vida cotidiana de los poblados de Chad y de Camerún"
Nota: Agradecemos a la agencia
Télam, a través de roberto.barletta@telam.com.ar, que nos ha permitido publicar esta entrevista realizada al Papa
Francisco.
Noviembre 2023
Pidan al Señor para que me bendiga.
La oración de ustedes me da fuerzas y me ayuda para que pueda discernir y
acompañar a la Iglesia escuchando al Espíritu Santo.
Por el hecho de ser Papa, uno no pierde su humanidad. Al contrario, mi
humanidad cada día crece más con el santo pueblo fiel de Dios.
Porque ser Papa también es un proceso. Uno va tomando conciencia de lo que
significa ser pastor.
Y en este proceso aprende a ser más caritativo, más misericordioso y, sobre
todo, más paciente, como es nuestro padre Dios, que es tan paciente.
Puedo imaginar que todos los Papas, al empezar su pontificado, tuvieron esa
sensación de susto, vértigo, del que sabe que va a ser juzgado con dureza.
Porque el Señor a los obispos nos va a pedir cuenta seriamente.
Por favor, les pido que juzguen con benevolencia. Y que recen para que el Papa,
sea quien sea, hoy me toca a mí, reciba la ayuda del Espíritu Santo, sea dócil
a esa ayuda.
Oremos por el Papa, para que en el ejercicio de su misión siga acompañando en
la fe a la grey que le ha sido encomendada por Jesús y siempre con la ayuda del
Espíritu Santo.
Hagamos en silencio esta oración de vosotros por mí.
Y recen por mí. A favor. Papa Francisco
–
Hola a tod@s:
Por aquí da la impresión de que la estación de lluvias
haya terminado porque llevamos ya dos semanas sin que llueva, para decepción de
aquellos que no habían terminado de desenterrar los cacahuetes ya que ahora la
tierra está muy dura y ese trabajo se vuelve demasiado penoso. Aunque la fiesta
tradicional de fin de la cosecha ya se ha celebrado, todavía queda mucho por
hacer en el campo, pues aún hay que recoger el ajonjolí (sésamo), las judías,
el algodón y ciertas calidades de mijo (como el de la primera foto. Ese mijo
puede crecer más de tres metros y me sorprende como el tallo no se rompa con el
viento. Me gusta pasar por ese camino en bici, parece que el mijo se ha
dispuesto para hacer un pasillo de honor).
El campo ha producido mucho esta vez, quizá para
compensar la pasada carestía. Una catequista me decía que mientras el año
pasado recogió tres sacos de cacahuetes, este año la misma superficie ha
producido 40 sacos nada menos. De locura. Los jóvenes intentan venderlos en
Camerún. Cientos de ellos han ido en bici (el camino está todavía inundado)
hacia el norte y otros han preferido el camino del oeste y cargar sus sacos de
cacahuetes en camiones para hacerlos llegar hasta la frontera, pero me dicen
que allí hay tal abundancia que el precio es aún más bajo que en el mercado
local. Tanta fatiga para tan poca ganancia… Con lo que consigan se pagarán los
estudios. Oficialmente el curso académico empezó el 2 de octubre, pero la
mayoría de nuestras escuelitas del mundo rural aún están vacías.
Recordaréis que en mensajes precedentes comenté las
amenazas de los árabes contra la población local tras la muerte de dos
presuntos ladrones de ganado. Ante su insistencia, la justicia ha decidido
encarcelar a tres de los posibles homicidas, decisión que no ha hecho más que
aumentar la tensión porque los árabes lo que reclaman es dinero mientras que
según la interpretación de la ley de los locales, los encarcelados estaban en
su derecho de actuar así y no se les puede perseguir judicialmente.
La segunda foto puede parecer bucólica con sus
nenúfares, pero resulta que por ahí pasa el camino para ir a algunos de
nuestros pueblos y además a unos 200 metros más allá están los cocodrilos. Ahí
fue donde se nos quedó el coche atascado una noche entera hace un año.
Arriesgamos de encontrárnoslo con un cocodrilo de conductor. Este año e
incumpliendo la tradición no se nos ha quedado el coche atrapado en el barro…
todavía.
Durante algunos meses hemos sido cuatro en comunidad,
pero hoy mismo se marcha uno de los nuestros, así que quedamos tres. Aunque
parezca que somos pocos para seguir 73 pueblos, la verdad es que nos apañamos
bien.
Buen final del mes misionero y hasta otra. Antxón Serrano desde Djodo Gassa en Chad.