"Mientras algunos intentan ir a la luna, otros intentamos llegar a los poblados. Ecos de la vida cotidiana de los poblados de Chad y de Camerún"
viernes, 31 de diciembre de 2021
viernes, 24 de diciembre de 2021
ECOS DE LA SABANA nº 148
viernes, 17 de diciembre de 2021
ECOS DE LA SABANA nº 147
Viernes 17 Diciembre 2021El
drama de los niños mineros de Camerún
Estamos a unos días de Navidad, y de la
fiesta de los reyes magos, fiestas mágicas para todos pero en especial para los
más pequeños de la casa. Hace unas semanas leía un artículo sobre la cruda
realidad de los niños mineros en Camerún y quiero compartir con vosotros el
fruto de estas lecturas. Sé que en estos días quizás sea algo no políticamente
muy correcto, y vendría mejor poner alguna historia más feliz y más navideña,
pero me parece que pueda ayudarnos a vivir con más profundidad estos días de
Navidad y a darnos cuenta de lo privilegiados que somos y de la suerte que
tienen nuestros hij@s por el mero hecho de haber nacido aquí en España. No todos
los niños tienen la dicha de jugar como ellos lo hacen, o de escribir una carta
a los Reyes Magos, o de ir a la escuela y poder disfrutar dentro de unos días de
unas semanas de vacaciones.
La pobreza extrema y la ausencia de
educación obligan a muchos niños a ganarse la vida extrayendo oro en las minas
de Camerún y de muchos otros países africanos. Aunque os parezca mentira la
pobreza extrema sigue golpeando a la infancia en el mundo. Son muchos los niños
que buscan oro, cobalto y otros muchos minerales en las minas de Camerún y de
muchos países de África.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) calcula que
más de un millón de niños de entre 5 y 17 años trabajan en minas
de oro de todo el mundo. En el este de Camerún, miles de niños pasan sus
días en minas improvisadas, arriesgando su salud por pequeñas cantidades de oro
que luego venden por una miseria en el mercado negro local. La mayoría de
estos niños nunca han ido a la escuela, sacrificando su educación por la
supervivencia de sus familias y perpetuando así un ciclo de pobreza. Es cierto
que son actividades difíciles de medir porque se hacen en la oscuridad y en la
ilegalidad. Son muchos los que trabajan de lunes a domingo para intentar
ganar algo de dinero con el que poder ayudar a sus familias o para poder ir al
colegio.
La Republica Democrática del Congo (RDC)
es un país situado en el centro de África, casi 5 veces mayor que España, que
posee todo tipo de minerales y en especial de minerales raros hoy muy buscados
para las nueves tecnologías de los teléfonos, tabletas, ordenadores, baterías de
coches eléctricos… Quizás hayáis oído hablar del Coltán o del Cobalto… la mayor
parte de las reservas mundiales de estos minerales estratégicos se encuentran
en este país, la RDC. A pesar de tantas riquezas es un país en donde parte de
la población sufre y vive día a día. Y lo que es más triste todavía es que muchas
de esas minas se explotan gracias a la mano de obra de niños y menores de edad.
Lo que es más triste todavía es saber que
grandes multinacionales como Apple,
Microsof, Dell, Alphabet y Tesla fueron denunciadas por la
organización de defensa de los derechos humanos International Rights Advocates
por ser cómplices del trabajo infantil y con acusaciones claras por
explotación y trabajo infantil. En el documento que esta organización internacional
presentó se denuncia que estos gigantes tecnológicos son cómplices en el uso de
fuerza de trabajo infantil en la extracción de cobalto que utilizan en sus
productos.
Según una ong que trabaja en Camerún los accidentes en estas minas artesanales
son habituales: entre 2014 y 2021al menos 157 niños y adultos se ahogaron o
fueron enterrados por deslizamientos de tierra en excavaciones abandonadas.
Y lo que es más curioso y que debemos conocer es que según el Informe
Transparencia de las Industrias Extractivas de 2017 de Camerún, se
contabilizaron 115 empresas dedicadas a la extracción de oro, el 95% de
propiedad extranjera, principalmente de China, Corea del Sur, Grecia y
Sudáfrica y el primer importador es Emiratos Árabes Unidos.
Quiero acabar con estas palabras que el papa Francisco escribía hace 8 años en su encíclica Evangelii Gaudium, la Alegría del Evangelio, y que siguen siendo muy actuales:
La dignidad de cada persona humana y el
bien común son cuestiones que deberían estructurar toda política económica,
pero a veces parecen sólo apéndices agregados desde fuera para completar un
discurso político sin perspectivas ni programas de verdadero desarrollo
integral. ¡Cuántas palabras se han vuelto molestas para este sistema! Molesta
que se hable de ética, molesta que se hable de solidaridad mundial, molesta que
se hable de distribución de los bienes, molesta que se hable de preservar las
fuentes de trabajo, molesta que se hable de la dignidad de los débiles, molesta
que se hable de un Dios que exige un compromiso por la justicia. Otras veces
sucede que estas palabras se vuelven objeto de un manoseo oportunista que las
deshonra. La cómoda indiferencia ante estas cuestiones vacía nuestra vida y
nuestras palabras de todo significado. Evangelii Gaudium n.203.
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viernes, 10 de diciembre de 2021
EL VIDEO DEL PAPA DICIEMBRE 2021, LOS CATEQUISTAS Y VIDEOS SOBRE EL ADVIENTO
Los
catequistas tienen una misión insustituible en la transmisión y profundización
de la fe.
El
ministerio laical del catequista es una vocación, es una misión. Ser catequista
significa que uno ‘es catequista’, no que ‘trabaja de catequista’. Es todo un
modo de ser, y hacen falta buenos catequistas que sean a la vez acompañantes y
pedagogos.
Hacen falta personas creativas que anuncien el Evangelio, pero que lo anuncien,
no digo con sordina pero no con bocina, sino con su vida, con mansedumbre, con
un lenguaje nuevo y abriendo caminos nuevos.
Y en tantas
diócesis, en tantos continentes, la evangelización fundamentalmente está en
manos de un catequista.
Demos las
gracias a los catequistas, a las catequistas, por el entusiasmo interior con
que viven esta misión al servicio de la Iglesia.
Recemos
juntos por los catequistas, llamados a proclamar la Palabra de Dios: para que
sean testigos de ella con valentía, con creatividad, con la fuerza del Espíritu
Santo, con alegría y con mucha paz.
viernes, 3 de diciembre de 2021
ECOS DE LA SABANA nº 146
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Viernes 3 Diciembre 2021
CAMPAÑA DE CARITAS con lema NO NOS OLVIDEMOS
DEL SAHEL
En
el norte de África existe una enorme franja de tierra que va de este a oeste
del continente y es llamada SAHEL, palabra
árabe que significa “borde o costa”.
Esta gran franja de tierra aglutina los siguientes países: Senegal, Mauritania, Malí, Burkina Faso, Argelia, Níger, Nigeria, Chad,
Camerún, Sudán y Eritrea. Es una zona de equilibrio precario en donde el
cambio climático afecta muchísimo al ser en gran parte desierto o sabana semidesértica.
La escasez de lluvias, pero también las grandes inundaciones, la
pérdida de cosechas... provocan la subida de precios de los alimentos y
limitan la capacidad de compra o intercambio de productos básicos, aumentando
por lo tanto la vulnerabilidad de las personas.
Una
zona en donde hay varios grupos armados que crean una inseguridad muy grande y
en donde el recrudecimiento de la violencia ha provocado una crisis
humanitaria sin precedentes en la zona fronteriza entre Malí, Burkina Faso y
Níger, así como en la zona fronteriza entre Nigeria, Camerún, Niger y Chad. Estos son los dos polos de la crisis en los que se concentran la
inseguridad, la falta de alimentos, los grandes desplazamientos masivos y la
vulneración de derechos.
El
impacto de esta violencia en esa región junto con el empeoramiento de la
situación provocada por la crisis medioambiental hace que la zona del Sahel
se enfrente a su peor crisis alimentaria.
La violencia permanente
en la región y la presencia de grupos armados ha forzado a más de 2
millones de personas en el Sahel (Mali, Burkina Faso, Níger y Chad) a abandonar
sus hogares y desplazarse a otras zonas que por el momento se perciben
como más seguras. Más de la mitad de estas personas desplazadas se encuentran
en Burkina Faso y son en su mayoría menores de edad.
Esta crisis
afecta especialmente a las personas más vulnerables de las zonas rurales, con
una economía campesina de subsistencia, que se han visto forzadas a
abandonar sus hogares, cultivos y rebaños. Esto ha provocado
perturbaciones en los mercados locales de alimentos aumentando sus precios y
reduciendo su disponibilidad. Además, la mayoría de personas forzadas a
huir de sus hogares se refugian en hogares y comunidades de acogida donde prima
la solidaridad, pero causando una fuerte presión sobre los escasos recursos
alimentarios, el agua potable u otros servicios básicos como la educación o la
salud.
La
situación sanitaria debido a la COVID-19 no ha hecho sino empeorar la situación.
Más
de 5.400 centros escolares, lo que supone 700.000 estudiantes, y 200 centros de
salud se encuentran cerrados tras los ataques y las amenazas sufridas,
reduciendo drásticamente los servicios básicos de los que se disponía en la
zona.
Los
estados y las agencias multilaterales han lanzado planes de respuesta, pero son
insuficientes. En ocasiones ni siquiera el acceso a las personas necesitadas
está garantizado. Más de 9,5 millones de personas viven en situación
de inseguridad alimentaria en la región del Sahel y las cosechas de este año no
auguran mejoría.
Desde
Cáritas Española se ha iniciado una campaña para acompañar a esta gran zona, en
particular a los países de Burkina Faso,
Malí, Senegal, Níger y Chad. El objetivo es asistir a las familias
desplazadas internas de la región a través de programas de distribución de
alimentos para asegurar su seguridad alimentaria y mantener los medios de
vida de las comunidades de acogida.
Debido
a la alta presión demográfica que están sufriendo esas mismas comunidades de
acogida, Caritas intenta mantener la reparación y la construcción de fuentes
de agua potable y la promoción de la higiene como una línea
de actuación prioritaria.
Quizás
nos parezca una tarea inmensa e imposible, pero yo creo que el hecho he
abrirnos los ojos y de darnos a conocer esas necesidades es algo muy importante
y un modo para descubrir que juntando nuestros esfuerzos somos capaces de hacer
mucho.