Miércoles 28 Octubre 09
Los regalos que Dios nos tiene preparados.
Esta noche estoy escribiendo gracias a la luz tenue de la lámpara y no lo hago porque me gusta ser romántico sino porque la batería que la alimenta es vieja y no retiene la carga, por eso habrá que pensar en cambiarla en cuanto se pueda. Pero al menos tengo la suerte de tener esta pequeña luz ya que aquí nadie tiene, los que quieren leer o estudiar por la noche utilizan las lámparas de queroseno, que echan bastante olor y humo.
Hoy el día ha sido agitado y muy bonito. He tomado el camino de Lew con la bici temprano a eso de las 6’30 de la mañana pues no sabía si había agua como la última vez. Esta vez todo estaba seco, excepto algunos tramos a la salida de Gaya. Y es curioso como aquí todo cambia y los charcos de agua dan su paso a los caminos arenosos, menos mal que los ciclistas suelen trazar senderillos alternativos que serpentean en medio de las altas hierbas para evitar la arena, y en menos de 1 hora y media he llegado a destino.
Dos veces al año se hacen los exámenes a los catecúmenos que se preparan durante varios años para recibir el bautismo. Es algo que no me agrada demasiado pues siempre hay pueblos en donde los catequistas no trabajan bien y por consiguiente los catecúmenos no aprenden casi nada, y eso desanima bastante. Como no eran muy numerosos hemos acabado hacia la 1 y viendo el cielo que amenazaba lluvia, veis que Lona no se ha ido todavía a casa como escribí hace unas semanas, me he puesto en camino, a pesar del calor, para ir a Domo, unos 14 km. No había pasado nunca por ese camino pero me han dicho que no era muy complicado y tenían razón. A mitad del camino llego a Jargay y dos personas me llaman desde lejos. Me paro y al rato reconozco que es el catequista y otro cristiano del pueblo. Me cogen la bici y se ponen a andar, no sé hacia donde. Yo los sigo pues aquí es un signo de acogida el llevarte la bici. Me dicen que me esperaban desde la mañana y que como no llegaba muchos de la comunidad se habían ido a sus casas. Yo sigo sin saber muy bien qué pasa pues he pasado por allí de casualidad ya que podía haber tomado otro camino y me parecía que nadie estaba enterado de eso. Poco a poco me doy cuenta que me esperaban para hacer la unción de enfermos de Marie, una mujer mayor que ha estado muy enferma. El domingo le pidieron a Richard que fuera a hacer la unción pero no se atrevió al no conocer ni el camino ni el idioma, y por lo visto quedaron en hacerla hoy por la mañana, pero yo no lo sabía.
Me he disculpado por haberlos hecho esperar y perdido la mañana entera. Ellos han vuelto a tocar la campana y han llamado a la gente que se había dispersado y mientras ellos llegaban he intentado preparar e improvisar una oración pues no tenía el libro para ello. Hemos escuchado el texto de la carta de Santiago 5,14-16, luego el de Lucas 4,16-21, he dicho unas palabras sobre el sentido de la enfermedad y del sacramento, hemos escuchado un salmo, varios han realizado peticiones espontáneas y luego he ungido a Marie arropada por toda su familia y por la comunidad. Para mí ha sido un gran regalo el ver toda esta gente reunida que esperaba desde la mañana, sin que yo lo supiera, un regalo al poder ungir a Marie y también un regalo el poder compartir la comida con ellos aunque haya sido a las 3. De hecho esta mañana había cogido unos huevos y unos tomates para cenar estos días, por si acaso no me invitaban, pero no he calculado bien y con los baches del camino y la bici, los huevos han llegado a Lew no en tortilla sino chorreando.
Al marcharme de Jargay Jeremie, el catequista, me ha llevado a sus casa y me ha dado 3 huevos para cenar. Es sorprendente cómo la providencia de Dios nos acompaña con sus regalos en los momentos justos.
Y ahora a la luz cada vez más tenue de esta lámpara os escribo escuchando el regalo de la lluvia que cae y que ha refrescado el ambiente. Hoy dormiremos bien.
Viernes 30 Octubre 09
Se necesitan personas honestas con urgencia.
En 1998 hubo una mala cosecha y por falta de previsión hubo bastantes personas que murieron a causa de la hambruna. A partir de ese año, en todas las parroquias de la zona, comenzamos a crear graneros comunitarios, en donde gracias a un préstamo de nuestro obispo pudimos comprar y almacenar mijo y sorgo para luchar contra la hambruna.
Ya han pasado 11 años y estos graneros continúan en la mayoría de las parroquias. Durante estos años ha habido progresos y retrocesos, unos han crecido mucho, otros en cambio han dilapidado el préstamo y no tienen casi nada.
Esta mañana un grupo de 6 personas han pasado la mañana trabajando comprando sacos vacios y organizando el granero de sus 5 pueblos. El año pasado tenían 60 sacos de arroz y este año esperan tener 80. Da gusto ver cómo se organizan, se preocupan y trabajan para que el granero siga adelante. Ahora es el momento de la cosecha, la gente necesita dinero y por esos muchos venden sus productos a bajo precio. Ahora un saco de arroz vale unos 12 E, pero si todo va bien el precio de aquí a unos meses se doblará. Cuando cueste caro en el mercado se comenzará la venta para los que son socios en el granero, pero a un precio más económico. Es un modo de luchar contra la especulación y la hambruna.
Fabrice, el responsable del granero de estos pueblos, es un hombre honesto y se preocupa de hacer bien su trabajo buscando el bien de todos. No es algo muy frecuente por aquí pues muy a menudo se oye que fulano ha robado el dinero de tal grupo, o mengano ha malgastado el dinero del grupo, del pueblo o de la comunidad. Hay una urgencia grande de personas que sean modelos y que se preocupen del bien común, que hagan una gestión clara y transparente y que sean honestas. Ojalá que este grupo que hoy se ha reunido sea un ejemplo que otros siguen.
Sábado 31 Octubre 09
La acogida un valor a salvaguardar.
Esta semana he estado en los 3 centros de la parroquia de Domo y he experimentado de nuevo lo importante que es la acogida para esta gente y los valores tan grandes que estos pueblos tienen.
Hoy he venido a Fege pedaleando y disfrutando del romántico paseo en piragua por el lago, contemplando las flores de loto bien hermosas. Desde hace más de 4 meses que no se celebra en este lugar la eucaristía por la dificultad del camino y por la ausencia de los curas. He estado examinando con varios catequistas a los catecúmenos que no eran demasiado numerosos. Después hacia las 2, con un calor pegajoso, he participado a la reunión del comité de gestión del granero de estos pueblos. En el pasado parece que trabajaron bien pero desde hace 3 o 4 años ha habido varios espabilados que se han aprovechado y que han comido parte del dinero de la comunidad. Ahora hay un comité nuevo y parece que quieren trabajar bien. Os decía que esto aquí es un gran desafío.
Como no conozco todavía a casi nadie, después del encuentro hemos arreglado y limpiado el área de oración bajo los árboles para la misa de mañana. Después de lavarme y cuando estaba preparando la celebración de mañana, un chaval ha venido a verme. Aquí hay una expresión que dice “vengo a ayudarte a pasar el tiempo”. No es normal que una persona se quede sola y aislada de los demás. Al chiquillo le he preguntado si venía a ayudarme a pasar el tiempo, pero en seguida me ha dicho que no, que su madre me llamaba para que fuera a cenar a su casa. Ellos son cristianos y Rolando tenía la costumbre de ir mucho por su casa.
Allí he cenado con los hermanos mayores, hemos hablado y pasado un buen rato pero como los mosquitos se hacían demasiado molestos me he venido a descansar para mañana. Ojala que este gran valor de la acogida no se pierda y sepamos “ayudar a pasar el tiempo” a los que están solos y necesitados.
Miércoles 3 Noviembre 09
“Si el Señor no construye la casa, en vano trabajan los albañiles”.
Esta tarde Emmanuel nos ha invitado a su nueva casa, quería que hiciéramos una oración y la bendijéramos antes de instalarse en ella. Y es este versículo del salmo 127 que he elegido para empezar la oración.
Cuando uno viene de fuera y ve cómo vive aquí la gente se queda impresionado de sus casas y de su modo de aceptar todo. Luego uno se acostumbra y le parece algo normal, pero no deja de ser algo que impresiona. La inmensa mayoría tienen sus casas que son chozas redondas o cuadradas hechas con adobes sin cocer y tienen como tejado una especie de sombrero de paja. Ya enviaré alguna foto con algunos de estos chalés por si alguno se anima a venir un fin de semana.
Para ellos no es importante la casa y por eso no invierten en ella, pero yo creo que es nuestro deber el empujarles a vivir de otro modo más digno y en unas casas más decentes, aunque sean de adobe y paja.
Emmanuel es funcionario y ha construido una casa de ladrillo cocido con techo de láminas de aluminio o uralita. Tiene un salón-recibidor y 2 habitaciones. Seguro que construirá una choza de adobe y paja fuera para cocinar. Después de la oración hemos compartido la cena con un buen grupo de amigos que habían sido invitados.
Al regresar a casa bromeábamos por el camino con alguno de los vecinos preguntando a ver quién era el siguiente que nos llamaría para bendecir su casa.
Viernes 6 Octubre 09
“Sal corriendo a las plazas y calles de la ciudad y tráete a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a los cojos” Lc 14,22.
Esta semana estamos celebrando la semana del disminuido físico y desde el lunes es un ir y venir de cojos, mancos, ciegos y de triciclos y muletas por el terreno de la parroquia. Es algo que no se suele ver todos los días y me alegra el hecho de ver que también para estas personas hay esperanza.
Jean Batiste vino el domingo y es el fisioterapeuta que coordina las actividades con los disminuidos en toda la diócesis. Por las mañanas se desplaza a los pueblos grandes que están a 20 y 30 km para hacer las consultas y los diagnósticos de los enfermos y por las tardes anima las actividades que se han programado. El martes hubo una charla-conferencia sobre la minusvalía y la exclusión, había tanta gente que no se pudo hacer en la biblioteca y se tuvo que hacer al aire libre. El miércoles fue la tarde de la animación. Los disminuidos habían preparado bailes, cantos y hasta un pequeño teatrillo que estuvo muy bien y muy animado gracias a una muchedumbre enorme de curiosos que se acercaron para ver de todo esto. Ayer jueves y esta tarde eran las tardes lúdicas. Ha habido partidos de futbol de ciegos, personas con los ojos vendados, contra cojos, estos eran reales; también ha habido otro partido de cojos, también reales, contra cojos con las piernas atadas, se atan las piernas de 2 jugadores dejando una libre y no es fácil el correr juntos moviendo la pierna atada juntos. De verdad que el numeroso público ha gozado, reído y nos hemos divertido más que viendo el Madrid-Barça. Después ha habido una carrera de triciclos, son sillas de rueda con 3 ruedas que se mueven girando los pedales con las manos.
Mañana será la fiesta final con la presencia de las autoridades de la ciudad, yo no podré estar, pero durante estos días he tenido una gran alegría al ver todo esto y un gran orgullo al haberlo organizado en la parroquia mostrando así como para nosotros estas personas merecen respeto, cariño y preocupación. Y así también queremos que la vida de algunos de entre ellos pueda ser más fácil, pues los invitados de Jesús también deben ser los que nosotros invitamos.
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