Lunes 9 Noviembre 09
La bici, un lugar de encuentro.
En este país en donde la vida no es fácil, uno descubre cómo hay personas que se buscan la vida y se ganan el pan (aunque aquí se coma poco) del modo más inesperado. Aquí vivir es una lucha y, por eso mismo, desde que uno nace se le enseña a luchar y a buscarse o ganarse la vida.
Ayer celebré mi primera misa en Domo, creo que ya he dicho que tenemos una parroquia que tiene 3 lugares de celebración dominical a causa de la distancia y del agua que hay por medio. Allí celebramos la misa una vez cada 15 días.
A eso de las 6 de la mañana un grupo de mujeres ha venido para barrer y limpiar el área de oración, para la misa. Ahora los árboles están perdiendo las hojas y todo se ensucia con mucha rapidez. Yo al verlas barrer he cogido el rastrillo y la carretilla para ayudar a retirar la suciedad. Al principio se han sorprendido y no estaban muy contentas en que les ayudara, pues según ellas ese no es el trabajo del sacerdote; pero les he dicho que yo también podía hacerlo y que eso no iba a producir ningún efecto negativo en mí, lo hacía porque es algo normal el que todos colaboremos en lo que podemos, sin miedo a sentirnos inferiores o menos importantes por el hecho de hacer ciertos servicios.
La misa es siempre un momento bonito de oración y de encuentro. Hoy el evangelio y la 1ªlectura nos daban el ejemplo de las 2 viudas pobres pero generosas que daban con el corazón y sin resentimiento. Y al final de la misa, en la acción de gracias, el pueblo que preparaba la celebración me ha ofrecido en medio de cantos y bailes un pollo (Alguien me preguntaba qué hacemos con tantos animales que nos ofrecen y le he dicho que los guardamos y nos los comemos ya que el congelador se estropeó hace un año y en vez de congelar, vamos comiendo poco a poco y así no compramos carne). Desde hace varios años se está insistiendo a la gente que la comunidad cristiana debe preocuparse de sus sacerdotes y debe buscar cómo ayudarles y mantenerlos en la medida de lo posible. También es cierto que esto nos exige a nosotros un compromiso serio en nuestro trabajo haciéndolo con esmero y dedicación.
Hoy la misa ha durado una hora y 3/4, es lo normal, pero siempre después de misa hay que pasar un buen rato, a veces varias horas, en el despacho solucionando los asuntos de los que vienen a vernos. Menos mal que el pueblo que prepara la misa, además de preparar toda la celebración: cantos, lecturas, oraciones, ofrenda al sacerdote… prepara también un poco de comida que se come con ellos después del trabajo del despacho. Es siempre un momento para compartir y comentar cómo se ha celebrado y cómo han preparado la celebración. Es un momento para dar ánimos, empujar y también para recuperar las fuerzas perdidas.
Hacia las 3, cuando el sol quemaba menos, he retomado en la bici el camino para volver a Gunu-Gaya. Esta vez me he encontrado con 3 jóvenes que llevaban detrás de sus bicis unos enormes cestos de mimbre vacios. Son chavales que compran pollos y gallinas en los pueblos y los venden en las ciudades. Nos hemos puesto a charlar mientras pedaleábamos con entusiasmo y de verdad que el camino se ha hecho corto. Me comentaban que habían salido por la mañana temprano, hacia las 4 de la mañana, para ir a Kelo, una ciudad que es cruce de carreteras. Entre los 3 llevaban 96 pollos y yo estaba sorprendido de lo frescos que iban después de la paliza del viaje de la mañana con todo ese peso y más de 60 Km de trayecto. Me decían que con cada pollo pueden ganar 40 o 50 céntimos de €, y claro con la cantidad que llevaban aquí es un buen jornal.
Al llegar a Gaya me han invitado a pararme con ellos para beber un poco de cerveza de mijo. Se lo he agradecido pero les he dicho que sería otro día, pues el domingo aquí es el día del mercado y uno se encuentra con muchas personas conocidas tocadas por la bebida, y os aseguro que no es agradable.
Es cierto que hay muchos lugares de encuentro y de dialogo, y sin duda que hasta la bici es uno de ellos.
Jueves 12 Noviembre 09
“Señor dame paciencia, porque si te pido fuerza…”
Ayer me llamó un amigo y me dijo que el diario que enviaba era quizás un poco largo y que sería mejor que lo recortara un poco. Aquí uno se olvida rápidamente cómo en España somos bombardeados cada día por tantos mensajes, power points, noticias…. Que uno no puede ni digerir y que al ver la extensión se desanima antes de empezar.
También puede ser que al principio uno tiene más tiempo y se deja sorprender por muchas cosas que conforme va pasando el tiempo las encuentra normales. Pero tranquilos que intentaré ser más breve.
Esta tarde, después de toda la mañana de reunión con los catequistas, he ido a un pueblo cercano, a solo 4 o 5 km, ya que había un joven que había pedido que fuera para bendecir su matrimonio. Esta era la 1ª vez que me solicitan para esto y he ido encantado a su casa.
El matrimonio musey si sigue el proceso tradicional dura varios años. Nosotros hemos elaborado un librico con textos y oraciones para que la comunidad acompañe este proceso tradicional desde la fe en Jesús. Normalmente es el día del bautismo, la noche de Pascua, que se hace la bendición de los casados, pero hay casos de jóvenes que son cristianos y que se casan respetando el proceso tradicional pero con la presencia en cada momento de la comunidad cristiana para acompañarlos con la oración.
He llegado a casa de Jacques y de Marthe hacia las 3, como previsto, pero él no estaba en casa ya que aun no había regresado del trabajo del campo. Hacia las 4 ha venido tranquilo y entre una cosa y otra hemos comenzado la misa y la bendición del matrimonio a las 5.
Yo me decía en silencio esta oración que unos amigos de Almería me enseñaron con mucha gracia: “Señor, dame paciencia, porque si te pido fuerza…” Es cierto que gracias a la paciencia uno descubre y es testigo de estos pequeños milagros del amor. Y como dice la bendición en musey: “que puedan vivir en paz y bromeando entre ellos”.
Viernes 20 Noviembre 09
La boca de la luna o el año nuevo musey.
Estos días hablaba con Richard de lo complejo que es el idioma musey. Me comentaba sorprendido al ver que todos los insectos hasta los más pequeños tienen su nombre, y que hay más de 10 nombres distintos para decir hormigas, e incluso también más de 10 variedades distintas de mijo con sus nombres propios. También comentábamos cómo una misma palabra puede tener varios significados según el contexto. Vunna por ejemplo significa boca, pero también idioma, y si se añade casa se convierte entonces en puerta o incluso en llave.
Digo esto no para haceros ninguna clase de lengua ni de literatura sino porque hoy es la boca de la luna (vun tillâ). Ayer noche apareció la luna nueva, muy pequeña y por eso mismo había que buscarla para verla. Todo el mundo al verla se puso a gritar. Es la tradición de aquí ya que la luna nueva que ayer salió es la boca de la luna o el anuncio del año nuevo para los museys. Se puede decir que es la fiesta tradicional que todavía perdura y se celebra con más o menos fiesta pero en casi todos los pueblos.
Los chavales y los críos llevan toda esta semana por las noches tocando los tambores y cantando, preparando la fiesta. Este es un día de alegría y de fiesta. Es el comienzo del ciclo de la vida después del duro trabajo de la estación de lluvias y de la cosecha.
Los vecinos se invitan a comer y a beber entre ellos, y hoy hay un plato estrella en casi todas las casas llamado holira. Es una salsa viscosa hecha con la corteza de un arbusto y elaborado por una niña joven. Normalmente lleva alubias cocidas y sésamo o ajonjolí. Os aseguro que está para chuparse los dedos (bueno eso aquí no es difícil pues se come con las manos) aunque también es cierto que si uno no está acostumbrado le puede resultar un poco desagradable.
Todo el día ha habido tambores que resonaban y cantos de jóvenes.
En un mundo que cambia con tanta rapidez y en el que se están perdiendo tantas tradiciones y olvidando tantas culturas, es bueno conservar y guardar los valores de nuestros antepasados. Y sin duda, que por eso, debemos aprender a mirar la boca de la luna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario