martes, 5 de abril de 2011

Ecos de la sabana (19)

Miércoles 19 Mayo 2010


La fuerza de la vida en medio del desierto.

He oído por la radio que ha estado lloviendo a cantaros durante estos días con fuerza por casi toda España. Aquí en cambio seguimos soñando, añorando y esperando la lluvia con mucha paciencia. La estación seca es larga, desde primeros de octubre, pero lo que hace que sea un poco pesada es el gran calor que no nos da casi tregua. Ahora es quizás el peor momento para vivir aquí pues no llueve pero cae algún chaparrón localizado y esto provoca una gran humedad que unida al calor hace que uno chorree de sudor.

Ayer de regreso a casa a eso de las 2’30 solo veía gente agrupada bajo los árboles a la sombra de estos. Es casi el único sitio en donde se puede estar. Y una estampa muy bonita fue ver a un gran grupo de mujeres que volvían del mercado y que estaban sentadas agrupadas bajo el único árbol que había en esa zona; descansando un poco después de varios kilómetros a pie. Me maravillo de ver la fuerza y resistencia que tienen aquí no solo por caminar varios kilómetros sino por hacerlo bajo ese sol de justicia que con tanta saña cae. El lunes llovió en algunos pueblos un chaparrón fuerte y es curioso como en 2 o 3 días se ve un manto verde que comienza a dar otro color al amarillo de las hierbas secas o al marrón de la arena. Es el milagro de la vida y la fuerza escondida en medio de la nada y del secarral que germina, crece y nos anuncia y recuerda que la vida es fuerte y que la esperanza brota allí en donde parece que no existe nada.

A pesar de todo seguimos esperando con impaciencia que llueva con fuerza y que no solo caiga un chaparrón, sino una lluvia abundante por todos los pueblos para que la gente pueda sembrar, para que tengamos un poco de frescura y sobre todo para que la cosecha sea abundante.



Viernes 21 Mayo 2010

Divertirse con poco.

Un día os hablaba del reciclaje y de cómo aquí vivimos o viven reciclando todo y aprovechando todo hasta su último suspiro. Hoy quiero haceros descubrir cómo aquí se divierten los niños con muy poco. Ayer tarde estaba en un pueblo visitando a una anciana y en seguida se arremolinaron los chiquillos a nuestro alrededor. Un blanco llama siempre la atención y puedo decir que es un buen “blanco” o punto de mira en estos pueblicos. Allí, cerca de nosotros, se pusieron a jugar y uno había modelado una moto con 2 personas que estaban montadas en ella con arcilla. Él me decía que se parecía a la mía, aunque había que echarle mucha imaginación. Yo le decía que más se parecía a un buey o un toro.

Hace un rato acaba de pasar un chiquillo empujando la cubierta de una bici y corriendo feliz detrás de ella. Desde luego que con el calor que hace no dan ganas de correr mucho, pero el crio estaba orgulloso y contento de su “vehículo”. Al rato lo he vuelto a ver pasar con la cubierta de una moto o de una carretilla de 2 ruedas. Esta era más fuerte, rodaba mejor, no se doblaba tanto y corría más.

Pienso cómo de verdad si uno quiere se puede divertir con muy poco. Y al mismo tiempo pensaba en cuantas personas viven insatisfechas por no poder comprar el aparato o juguete de último grito que acaban de lanzar al mercado y que al parecer debe ser una maravilla… Una cubierta de bici o de moto vieja que no sirve para nada, podría ser la solución para muchos para divertirse y vivir mejor. Además con beneficio doble: gastarían muy poco o casi nada, y luego harían deporte corriendo detrás de la rueda para hacerla girar. Ya lo decía Jesús: “te doy gracias Padre, Señor del cielo y de la tierra porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has manifestado a los pequeños y a la gente sencilla” (Mt 11,25).



Sábado 22 Mayo 2010

Nada sucede porque sí.

Vivimos en medio de unos pueblos que no conciben la enfermedad ni la muerte como algo normal que está unido a la vida y que nos puede afectar ya que forma parte de nuestra humanidad y de nuestros límites. De hecho cuando uno tiene una enfermedad rara o una enfermedad que se repite y que no se logra curar, muchos piensan en seguida que hay alguien que les ha provocado esta enfermedad y que les ha lanzado ese mal, y por lo tanto buscan quien es el causante de este mal o desequilibrio. En la tradición muchos van a consultar el adivino o el charlatán para que les diga quién está al origen de ese mal; y este encuentra siempre a alguien que es acusado como origen y causa de la enfermedad y desorden que la persona está viviendo. Esto, como os imagináis crea muchas sospechas, miedos e incluso puede llegar a llevar al acusado delante de la justicia para que se explique.

Esta tarde he estado en casa de Patrice y de Bonne Année, la chica embarazada que llevé al hospital en la moto con mucha fiebre y que perdió el hijo. Os decía que era el segundo embarazo que perdía, quizás a causa de alguna enfermedad que ella o su marido tengan, o a causa del trabajo, o de la malaria tan fuerte que tuvo durante más de una semana. Les aconsejamos que fuesen a mirarse al hospital para salir de dudas y poder curarse si había alguna enfermedad que estuviera al origen. Como acabo de deciros más arriba, lo normal sería que fueran a consultar a alguno de los charlatanes para buscar la causa del problema, pero ellos no lo han hecho. Ya hace varias semanas me pidieron si podía ir un día a su casa y rezar con ellos y por ellos, sentían la necesidad y querían que los arropáramos. Nos pusimos de acuerdo para hacerlo esta tarde y allí estábamos un grupico de cristianos de su pueblo, junto a su familia y a ellos 2. Nuestra oración ha sido una súplica para que esta pareja pueda gozar de la alegría de los hijos, que hasta ahora no han podido hacerlo. Sabemos que muchas pueden ser las causas del aborto, pero hemos pedido al Dios de la vida bendecir y multiplicar la vida de esta joven pareja. No es siempre fácil el resistir a las presiones de la familia y de los vecinos para que vayan a consultar la causa de este mal, pero sin duda que desde la fe tenemos esta fuerza que nos ayuda a sobrellevar el mal desde el bien, sabiendo que si Dios está con nosotros nadie ni nada nos puede hacer mal.

Cuando regresaba a casa, ya de noche, me ha sorprendido la tormenta y no ha sido de agua sino de polvo. Venía un viento muy fuerte que llevaba una cantidad de polvo y arena que casi me impedían ver y avanzar con la moto. Gracias a Dios he llegado bien a casa y al poco rato ha caído otro chaparrón que nos ha traído una buena frescura para la noche y la alegría de saber que las semillas sembradas pueden germinar y crecer.



Miércoles 26 Mayo 2010

Todo viene de Dios pero mucho depende de nosotros.

El lunes por la noche cayó un chaparrón un poco más abundante que mojó bien la tierra para cultivar y de hecho ayer y hoy todo el mundo está en el campo sembrando mijo, cacahuetes, etc. Se ve a muchos cultivando y labrando con los bueyes, algunos, más raro, con un caballo o un burro. Y es que, como os decía más arriba, aquí se vive de la agricultura y esta depende de la lluvia, llamada en musey Lona, es decir Dios.

Es verdad que cuando llueve la vida renace, una alfombra verde de pequeñas hierbas que empiezan a germinar se extiende por todos los sitios. Los arboles pierden su color amarillento, a causa del polvo acumulado durante varios meses, y muestran con fuerza todas las tonalidades de verdes que uno pueda imaginar. Y con la llegada de la lluvia llega también el tiempo del gran trabajo, mañana y tarde, ya que hay que darse prisa ya que no se puede perder el tiempo.

Hace unos días alguien me preguntaba si aquí no hay regadíos o motobombas para regar, y la respuesta es que algunos tienen una pequeña motobomba para cultivar verduras en la estación seca, pero la inmensa mayoría está a la expectativa de la lluvia, regalo de Dios. Durante estos días los niños han abandonado las escuelas. Prácticamente ya han acabado el curso y van a echar una mano a sus padres en la siembra, también los profesores están sembrando aprovechando de las primeras lluvias y no van a dar clase. Yo calculo por encima pero los chavales no deben tener más de 5 meses de curso en el año.

Si uno tiene encuentros previstos durante estos días, es fácil que no se realicen porque lo urgente es la siembra.

Hoy hemos comenzado con las encuestas que hacemos para ver cómo han trabajado los catecúmenos. Cada año, al final de mayo, se recorren todos los pueblos, a menudo reagrupándolos en alguno más grande, para mirar y ver cómo han trabajado los catecúmenos y decidir si pueden avanzar en su camino hacia el bautismo o no. Normalmente invitamos no solo los catequistas de los pueblos, sino también los padrinos y madrinas de los catecúmenos y todas las personas que los conocen a participar. Es un poco pesado pero al mismo tiempo muy bonito pues visitamos las comunidades, vemos las cosillas que funcionan y aquellas que no van bien, damos ánimo, y vemos cada catecúmeno. Primero miramos cómo han realizado la catequesis y los exámenes 2 veces al año, luego su participación a la misa y a la oración del domingo, también su colaboración económica con la comunidad y por ultimo su testimonio de vida cristiana en sus casas, familia y pueblo.

Alguno me dirá que el bautismo es un regalo que Dios nos hace y que nadie lo merece, por muy bueno que sea, y por eso todas esas preguntas y cosas que miramos quizás no tienen sentido. Pero yo creo que, aunque sea un regalo, en cada uno de nosotros tiene que haber ciertas condiciones que nos preparan a recibirlo y actitudes que muestran nuestro camino de conversión.

Os aseguro que es un momento comunitario muy bonito, buscar y mirar juntos. Sin duda que es un poco como la lluvia de la que os hablaba, si no aprovechamos y sembramos pronto, si no cultivamos bien y quitamos las malas hierbas, no recogeremos nada. Que todos estos catecúmenos reciban y cosechen con alegría lo que han sembrado durante este año, y que también nosotros sigamos sembrando y trabajando con ilusión sabiendo que todo viene de Dios, pero que mucho depende de nosotros y de nuestro esfuerzo.



Domingo 30 Mayo 2010

Familias que arropan a los enfermos.

Esta tarde he acabado las encuestas que empecé el miércoles y os aseguro que estoy muy cansado, todos los días mañana y tarde, de un sitio para otro, gracias a Dios que uno es joven y que el Señor nos concede salud. Así que no tengo mucho que escribir ni tampoco demasiadas ganas, me disculpáis.

Solo quería comentar una cosa que viví ayer en una comunidad en donde estaba. Me dijeron que había una mujer enferma, es una cristiana que desde hace varios años no participa en la comunidad, pero había pedido si podíamos ir a ayudarla con la oración. Por supuesto que aunque uno esté cansado la respuesta fue inmediatamente sí. Monique tiene una enfermedad desde hace mucho tiempo, su cuerpo está hinchado: estómago, manos, pies, etc, yo pensaba si podía ser cirrosis o algo parecido. Allí está en su casa soportando sin demasiados cuidados. Nos hemos reunido un buen grupo de personas, todos los que estábamos para la encuesta más vecinos y familia. Durante la oración había alguna persona que lloraba un poco y me ha sorprendido pues no se suele ver mucho eso. Al final de la oración hemos charlado un poco y me han presentado a las personas que allí estaban y lo sorprendente ha sido ver que todos sus hijos e hijas y algunos nietos estaban presentes. Los hijos es más fácil pero las hijas cuando se casan viven en otro pueblo a veces lejos. Como sabían que íbamos a hacer la oración sobre Monique han venido para acompañar a su mamá con su presencia. Esto me ha conmovido y de verdad que me he ido con tristeza al pensar en la salud de Monique pero con mucha alegría al ver cómo estaba arropada y mimada por toda su familia. Sin duda que son gestos que a todos deben interrogarnos y llevarnos a preguntarnos cómo nos preocupamos de nuestros mayores.

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