domingo, 3 de enero de 2021

ECOS DE LA SABANA nº 116


 PINCHA EN LA FOTO PARA VER EL ALBUM DE FOTOS Y VIDEOS

Domingo 3 Enero 2021
Ana Gutiérrez, premio bien merecido.


Ana Gutiérrez Martínez es una misionera que conocí hace unos años en Yaundé y que descubrí mejor el año pasado cuando vino Ángel Expósito a Camerún para hacer unas entrevistas a los misioneros y fuimos a Bikop a unos 70 km de Yaundé en medio de la selva a visitarla, visitar su comunidad y ver la inmensa tarea que estas misioneras de la comunidad de las Esclavas del Sagrado Corazón llevan adelante en Bikop con un ambulatorio-hospital que ellas tienen en plena selva ecuatorial a unos 20 km de la pequeña ciudad de Mbalmayo a donde se va a través de un camino de tierra que se hace casi impracticable en la estación de lluvias. Ana es religiosa y también es médico y fue encargada de ese hospital que de repente aparecía como un espejismo en medio de la selva. En Camerún ha trabajado mas de 12 años y desde hace unos meses está en Kinshasa, capital de la RD Congo, acompañando a jóvenes que quieren ser misioneras y echando una mano o mejor las dos en un hospital cercano a su comunidad.

Quiero compartir con vosotros una entrevista que le han hecho hace poco al recibir el premio de la comunidad de Cantabria a la cooperación 2020.

-Médico, monja y misionera. Muchas vocaciones que parecen compatibles ¿lo son?

Creo que sí son compatibles, todas son vocaciones de servicio, hice medicina para servir a los demás y en los últimos años decidí que esa vocación de servicio también la iba a desarrollar como religiosa. En nuestra congregación, Esclavas del Sagrado Corazón, somos 6 médicos, y cuando te mueves en el Tercer Mundo te vas encontrando con más, aunque no es tan habitual. Tener la carrera y la vocación no es frecuente pero es compatible.

-La medicina ha cambiado mucho en Occidente ¿también en África?

Han cambiado mucho los métodos diagnósticos. Hace 10 años no había aparatología y en la actualidad hay ecógrafos, se pueden hacer radiografías y hasta hay hasta algún escáner, algo que hace una década era impensable y ha cambiado muchísimo. Sin embargo, allí todo se paga, el paciente tiene que pagar por todas las pruebas de salud, y estamos en un medio sociológicamente pobre donde no hay posibilidad para que la gente se pague las pruebas, pero sí se puede decir que se hacen más diagnósticos que antes, ahora se ve más cáncer, por ejemplo, y puede ser que haya subido la incidencia, pero también vemos más porque hay más métodos diagnósticos. Aunque hay que tener en cuenta que la realidad ante un diagnóstico de cáncer es dura porque no se pueden permitir un tratamiento de radioterapia, si es que la hay, y la quimioterapia que se aplica es la que podía existir aquí hace 30 años

Vivimos en un mundo global pero en el que las diferencias cada vez se muestran más. África es un continente olvidado con un abismo tecnológico y de tratamientos, esa “brecha” es cada vez mayor. Si hubiese interés de los países más pudientes y la colaboración de los países africanos, podría solucionarse pero es complejo. Habría que sanear la corrupción por ambas partes y crear unas medidas para controlar las ayudas, porque ayudas hay pero en Camerún, por ejemplo, de cada tres trillones que llegan al país del  Fondo Monetario Internacional para erradicar el SIDA, solo llega uno a los enfermos. La corrupción es un freno terrible para poder avanzar.

-¿Cree que la medicina se ha deshumanizado?

Creo que sí, ahora que vivimos la pandemia ha sido un momento clave para ver que estamos muy deshumanizados, en el siglo XXI tenemos medios para no permitir que los mayores mueran solos y no los hemos sabido gestionar. Creo que es momento de releer lo que hemos hecho y aprender: debemos apostar por una atención personalizada, por la atención a las familias, y permitir tener un familiar cerca en el momento de la muerte.

-El Covid-19 no ha afectado tanto en los países africanos como en Europa ¿por qué puede ser?

Creo que es porque la población es muy joven, el 60 por ciento tiene menos de 30 años, y es una población muy fuerte, acostumbrada a luchar contra virus y parásitos, que puede generar cierta inmunidad. Además, ellos han respetado muchísimo las medidas de seguridad y en todos los viajes internacionales han pedido PCR o test para entrar y salir del país.

– El mundo actual está muy vinculado al consumo y lo material, sin embargo parece que el voluntariado aumenta ¿Cuál es su opinión?

Es verdad que yo siempre he tenido muchos voluntarios que se ofrecen en la Misión, aunque sea para periodos cortos, aunque también hemos tenido de dos años. Creo que todo ser humano tiene la sensibilidad de combatir la pobreza ajena, y los momentos de crisis nos hacen descubrir lo esencial y te planteas hacer algo por los demás. Es un hecho que hay más voluntarios. Para mí es una enorme satisfacción y una gran ayuda. Y el temas de las campañas es fundamental, el que vaya un grupo de especialistas que vengan a operar, o un grupo de dentistas, para mí es buenísimo. Son especialidades que allí no son fácilmente accesibles.

-El Colegio de Médicos le ha concedido su Premio Anual de Cooperación ¿Qué supone para usted?

Estoy muy agradecida al Colegio y supone el reconocimiento no solo a mí, sino a mucha gente que trabaja en países emergentes y intentamos un trabajo en equipo para mejorar las condiciones de mucha gente.

-¿Cuál es el estado de salud de la cooperación de los países desarrollados con los que están en vías de desarrollo?

Queda muchísimo por hacer. Hemos avanzado en muchas cosas pero hay mucha gente que no tiene acceso ni al agua potable, en la capital del Congo el 40 por ciento de las personas no tiene acceso a agua potable, y muchos son niños. Ellos son felices con mucho menos que nosotros, no tienen nada y son felices pero cuando llegan dificultades, como la enfermedad, son muy sensibles y dicen que si vivieran en España o en otro país rico no se morirían. La solución es que los países con medios invirtamos allí, es muy fácil decir que no queremos inmigrantes, pero para evitar que estas corrientes migratorias hay que invertir en los países pobres.

¿Sus proyectos a medio y largo plazo?

La experiencia te da una visión de la vida más realista. Yo creo que en este momento nuestra aportación es humilde pero efectiva, y,  para mí, pasa por formar el personal local y crear infraestructuras locales, este objetivo es muy interesante. Y tenemos que menguar nosotros para que ellos crezcan, dar poder a la gente de allí, ir creando centros de salud, formar a los jóvenes. Esa es nuestra misión.

 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Quizá también te interese:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...