viernes, 18 de noviembre de 2011

Ecos de la sabana (53)

Miércoles 19 Octubre 2011 Viaje como don cualquiera pero con privilegios.

            El sábado, víspera del domingo del Domund y de la canonización de Guido María Conforti, se celebran las ordenaciones diaconales en el seminario mayor de Ndjamena, capital de Chad. Este año son 6 jóvenes de los cuales 3 de nuestra diócesis y uno entre ellos natural de un pueblico de nuestra parroquia de Gunu Gaya. Claro está que no podíamos dejarlo solo y hablando con sus familiares y algunos cristianos del pueblo yo les animé a que participáramos a la celebración. Ellos pensaban que iba a venir con nuestro coche y se apuntaron bastantes, pero la desilusión fue grande porque les dije que venía con los medios públicos aprovechando que hay una furgoneta que sale de Gaya y va hasta la capital. Aquí mover el coche cuesta caro pues hay un sistema de pagar cada kilometro para cubrir gastos de carburante, de mecánico y luego guardar un fondo para comprar un coche en el futuro, así que intentamos utilizarlo cuando con cabeza. El viaje aquí es largo, mas de 400 Km y además en el coche solo se pueden llevar 4 personas más el chofer. Desde hace unos meses hay unas furgonetas que salen 2 veces por semana desde Gaya para la capital, ya veréis más adelante el lujo y el confort de este vehículo, y es una suerte.

            Nos habían dicho de estar allí a las 6’30 de la mañana pero ha habido un ligero retraso y hemos salido hacia las 8’00, como os suelo decir aquí el tiempo está tropicalizado. Han cargados bolsas y sacos de cereal encima y luego se ha ido metiendo la gente casi a presión, he contado que íbamos 21 adultos y 3 críos de unos 8 años, es decir en total 24. Es casi como la multiplicación de los panes y peces pero en furgoneta. 

            Ir adelante cuesta 1000 fcfa mas caro, 1’50E, pero como nosotros íbamos 8 le dije que yo iría adelante sin añadir nada y acepto. Así que íbamos el chofer, yo y un señor grandote sin demasiado espacio desperdiciado, casi era yo el que cambiaba las velocidades. Los primeros 50 Km eran en un camino de tierra y no sé por dónde entraba el polvo pero estábamos todos rojos de este polvo. Menos mal que mi camisa era de colores tirando a rojo y disimulaba, pero mi vecino que iba de negro y los que iban de blanco no os quiero ni contar. Luego el resto era todo asfalto, más o menos en condiciones con tramos que parece que han estado bombardeados por los agujeros.

            La primera parada después de 3horas de viaje ha sido a 150 Km y hemos podido estirar las piernas y mover un poco el cuerpo entumecido, y yo con suerte y privilegio de ir adelante pero no os quiero ni contar los que iban atrás de 4 en 4. Pero aquí nadie protesta pues es lo que hay. Después de media hora hemos retomado el camino con el calor ya pesado del medio día, de hecho me dormido un buen tramo, y cuando me he espabilado he visto que el chofer estaba casi como yo se le cerraban los parpados y le he tenido que avisar o despertar un par de veces. Yo andaba mas mirando al chofer que al camino, menos mal que era la hora de la oración de los musulmanes y se ha parado en un pueblico hacia las 2. Nos ha servido para estirar las piernas y vaciar la vejiga y sobre todo para que el chofer se espabilara de su tontera. Hemos retomado el camino cansados pero relajados después de la pausa y hacia las 3 y media hemos llegado a destino. Ya veis 7 horas y media para 400 Km, no está del todo mal. Ha sido una experiencia para mí de compartir un viaje en una furgoneta así y tan prietos, pero eso forma parte del vivir aquí y del estar con la gente. Algunos se sorprenden de vernos tomar los medios públicos pero yo creo que no es nada del otro mundo, me parece que Jesús también utilizaba los medios que la gente utilizaba en su época, además yo con suerte de poder viajar en “la cabina” como ellos dicen, a 3 en vez de a 4 detrás.

            Al llegar había varios que esperaban para recoger los sacos que traíamos, casi todos museys, y uno de ellos enseguida se ha ofrecido para llevarme con su moto a la casa de acogida, ya veis de nuevo un privilegio y una suerte. Aprovecharé estos días para ver el médico del oído y visitar a varios museys que viven y trabajan por aquí.


Domingo 23 Octubre 2011
Sin duda que no es solo suerte

            Como os decía el objetivo del viaje a Ndjamena, la capital, no era de pasearme, aunque siempre se aprovecha y de verdad que he visitado a mucha gente: al otorrino que me ha ayudado y ha estado muy atento, a varios museys que trabajan allí, también al jefe de la FAO que había estado hace unos meses alojado aquí en nuestra casa y me había dicho de ir a visitarlo. Esta visita no fue gratuita pues me dio muchas semillas, de cebollas, tomates, coliflor, zanahorias y pimientos que voy a repartir con 3 grupos de aquí que se organizan para cultivar huertos en estos meses después de la estación de lluvia. Sin duda que estarán muy contentos como yo lo he estado al recibir este gran regalo. Como veis el viaje no ha sido en balde.

            Pero bueno el objetivo del viaje era participar en la ordenación diaconal de Emile, un joven de  nuestra parroquia. No era él solo a ser ordenado diácono sino que lo fue con otros 5 jóvenes más, 3 de nuestra diócesis y los otros 3 de otras 2 diócesis. El seminario se encuentra un poco apartado de la capital a unos 15 Km con un camino polvoriento. Gracias a Dios he sido acompañado por unas religiosas amigas y el tiempo  también acompañaba pues no hacia demasiada calor.

            Al principio de la celebración presentaron a los 6 jóvenes que iban a ser ordenados y en esta presentación comentaban que el 1er año de filosofía comenzaron 22 jóvenes el camino hacia el sacerdocio, de los cuales solo 6 han llegado hasta el final. ¿Por qué tantos se quedan fuera? Sin duda que forma parte de este camino de discernimiento de la vocación y al mismo tiempo es un signo claro que esta vocación es exigente; como decía Jesús “muchos son los llamados y pocos los elegidos”.

            El obispo en su corta homilía de solo 15 minutos ha insistido mucho sobre el servicio; aprender a ser grandes desde el servicio, al ejemplo de Jesús que vino para servir y no ser servido. Invitaba a saber ocupar el último lugar aunque la realidad es muy distinta pues no son muchos los que se disputan por este lugar.

            La celebración ha sido mucho más breve de lo que yo pensaba y ha durado solo 2 horas y media, bien animada por los cantos de los seminaristas con batería, guitarras y todo eso.

            Después de la celebración había una comida juntos pero justo cuando casi iba a empezar me ha llamado un amigo diciéndome que iba a tomar el camino y a mí me venía muy bien pues así volvía rápido. He saludado a los que habían venido conmigo y les he dicho que me marchaba aprovechando de una ocasión que se presentaba. Ellos no tenían prisa y no era cuestión de saltarse el convite. Había que elegir y como lo importante era la celebración, he elegido marcharme y esta vez en un coche climatizado y casi nuevo, una gran diferencia de el del miércoles. Llegando a mitad de camino este se detenía pues era su destino, yo había pensado sea dormir allí o si podía coger un autobús y continuar hasta unos 60 Km de casa. Poco antes de llegar, nos ha adelantado un coche oficial, del subprefecto de una ciudad hacia el sur y en el coche solo había 3 personas. El amigo que conducía enseguida me ha dicho que podría continuar con ellos. En un peaje se ha acercado a ellos y les ha pedido que me llevaran a la próxima ciudad y después de discutir un poco han aceptado. Ya veis que mas no se puede pedir. Lo primero que me han dicho cuando he montado en el coche era que había que pensar en darles algo y bueno no podía discutir. Luego hemos empezado a hablar de la situación del país, de los países africanos, etc y el viaje ha sido muy ameno y rápido. En esto había avisado a los amigos malagueños que viven a 7 Km de esta ciudad y coincidía que estaban allí de compras y me han esperado para llevarme a su casa y poder pasar la noche con ellos en su casa. Hemos cenado y pasado una velada muy amena. Desde luego que mas no se puede pedir. Pero no es todo.

            Hoy domingo el obispo de esa diócesis que es un comboniano maño muy majo que conozco, celebraba en esa parroquia y yo he concelebrado con él, así he podido vivir de este modo el Domund y vivir desde lejos la canonización de nuestro fundador junto a Miguel Ángel Sebastián, como se llama el obispo.

            Después de la celebración pensaba coger una moto taxi que me llevara a 35 Km a nuestra parroquia en donde celebraba Denis, el compañero, para ir a casa juntos, pero Sergio, el amigo malagueño ha enviado su moto con un amigo y este después de la misa me ha llevado rápidamente a Domo a donde he llegado antes de las 12. Ya veis que todo un lujo de viaje sin ningún contratiempo, sino al revés todo sobre ruedas, imposible de programar mejor. Hace poco leía en un libro, “un cristiano no puede hablar de suerte, sino que en esas circunstancias es Dios que se hace presente y lo facilita todo”. Esta tarde viendo lo vivido en estos días también puedo decir que sin duda no solo ha sido suerte lo que me ha ocurrido en estos días, sino que Dios se ha hecho presente una vez más en mi vida.


Viernes 28 Octubre 2011
Unción de enfermos y parabólica

           

            Ayer tarde estuve en un pueblo para visitar a una enferma y hacerle la unción de enfermos. Por lo general no nos suelen pedir esto pues como andamos de un sitio para otro no siempre coincidimos. Antes de ayer tuvimos una reunión y me informaron que Agnés estaba enferma desde hacía bastante, así que les dije que pasaría a visitarla al día siguiente por la tarde.

            Es una comunidad donde hay un buen entendimiento y en donde trabajan bien, de hecho se habían juntado 6 personas para acompañarla con la oración. Agnés estaba cansada pero con fuerzas para salir y sentarse fuera de su habitación. Hemos hecho un buen rato de oración antes de ungirla y de darle la comunión. Es cierto que cuando uno está enfermo es sensible a todos estos pequeños detalles y atenciones que los otros tienen, y para un creyente saber que te acompañan y apoyan con la oración alivia y da fuerzas. En cada pueblo hay una persona encargada de visitar a los enfermos y de animar a la comunidad para acompañarlos con la oración cuando estos lo piden. Y precisamente Agnés es una de estas personas. En el evangelio de hoy, Lc 6,12-19, oíamos que todos querían tocar a Jesús pues una fuerza que curaba los enfermos salía de él. Ojalá nuestra oración y la unción ayude a Agnés a recuperar su salud y a seguir su tarea de visitar y ayudar a los que viven la enfermedad.

            Al acabar la unción nos han presentado una hermosa bandeja con el puré de mijo y una sabrosa salsa hecha con pescado fresco y entre los 7 os aseguro que no ha durado mucho tiempo. De regreso a casa el jefe del pueblo estaba probando una tele con una antena parabólica que acababa de comprar. Me decía que le habían dicho en donde la había comprado que si tocaba el n° 1 del mando a distancia salía una cadena, el 2 otra y así sin parar; pero no le habían dicho que primero había que instalar la antena, orientarla y fijarla y luego programar las emisoras o cadenas en el aparato. Había un gentío expectante alrededor para ver esta tele pero no se veía nada. He mirado un poco pero no sabía cómo se hacía y le he dicho que buscara algún técnico que los hay y que saben orientar la antena y programar el aparato.

            La escena me recordaba una película chadiana que habla de un nómada que estando en la ciudad vio una tele encendida y se quedo alucinando. Enseguida compro la tele y se fue con ella al campamento en donde estaba instalado con su familia y sus animales. Allí instalo la tele delante de todos pero no funcionaba y es que no se había dado cuenta que faltaba un pequeño detalle, no había electricidad ni enchufe en donde encender la tele.

            En el pueblo sí que había un pequeño generador pero el detalle era que faltaba el técnico para instalar todo. Sin duda que son pequeños detalles pero que permiten o impiden que las cosas funcionen.


Sábado 29 Octubre 2011
Veladas animadas.

            Esta semana he estado acompañando los 2 grupos de catecúmenos que hacían un retiro en vista de su preparación al bautismo. En una parroquia estuve desde el miércoles hasta el viernes por la tarde y en la otra del viernes hasta el domingo que acabará. El día está ritmado por encuentros, oración, trabajo manual y por el compartir gratuito. Es un modo de conocerlos y de hacerme conocer y aunque son días cansados son días muy bonitos. Hoy el día ha sido largo y a pesar de ello por la noche después de cenar se ha entablado una charla muy interesante sobre la bebida y sobre temas que interesan a los jóvenes. Además que ha sido interesante pues también las chicas que suelen ser muy calladas han participado mucho. Y sin darnos cuenta nos han dado las 11 de la noche una hora no muy normal por estos rincones ya que luego por la mañana hay que madrugar. Pero sin duda que ha valido la pena pasar un poco de sueño y escuchar sus inquietudes y reflexiones.

            Por lo general me da la impresión que la vida de aquí hace que los jóvenes sean mucho más maduros y sepan asumir responsabilidades que en nuestro país no asumen. Sin duda que es por obligación y necesidad pero no por eso alegra menos. como veis todos los momentos son buenos para aprender y transmitir valores positivos y la noche con su misterio y su oscuridad ayuda todavía más.


Domingo 30 Octubre 2011
Operación de un sordo mudo.

            En Lew, un centro en donde celebramos la eucaristía cada 2 semanas hay un sordo mudo llamado Amatta. Es difícil saber qué edad puede tener pero todos me dicen que es ya mayor, aunque no lo aparenta, y los que parecen adultos dicen que lo han conocido ya grande. Es un hombre fiel a tocar la campana para llamar a la misa y desde hace 2 años le he confiado el cuidado y el riego con un cubo de unos árboles que hemos plantado, y os aseguro que es fiel, los arbolicos están muy majos y él orgulloso de ellos.

De vez en cuando le ayudo con algo de dinero o algo de ropa. Hace ya bastante tiempo que me había dicho que tenía una hernia inguinal y como no tiene reparos me la había ensenado y de verdad que es grande. Por lo visto es desde hace mas de 7 años que la tiene y nadie se preocupa de él. Hablamos en comunidad y decidimos que le íbamos a ayudar para operar su hernia pero que la familia debía tomar la responsabilidad de asumir su cuidado mientras estuviera hospitalizado. Aquí cada uno se hace su comida y si te operan tienes que tener siempre alguien cerca para atenderte y cuidarte.

            Al final aceptaron y el martes pasado decidieron traerlo al hospital. Yo fui con ellos para ver al médico y resulta que no estaba. Bueno lo hospitalizaron y me dijeron que lo operarían pronto. El viernes volviendo de Domo me detuve en el hospital y ahí seguía sin que le hicieran caso, fui a ver al médico y me dijo que lo operarían el sábado. Compré los productos para la operación, suero, agujas, guantes, antibiótico, etc aquí tienes que llevar todo para que te atiendan. Ayer sábado a la tarde después del trabajo pasé a ver si lo habían operado y nada allí lo vi sentado sobre una esterilla con sus familiares. Me decían que el médico les había dicho que sería operado hoy domingo. Me extraño mucho pero bueno a veces existen los milagros. Esta tarde he ido al acabar las celebraciones y las reuniones y de nuevo allí estaba echado sobre su esterilla esperando.
            Otras veces os he hablado de la situación sanitaria que vivimos por aquí y de verdad que da pena el ver como los enfermos son dejados y casi abandonados hasta que Dios quiere que hagan algo. A ver si hoy por fin llega el día y es operado y su sufrimiento se alivia un poco. Os seguiré informando de este enfermo que no hace mucho ruido pero que no por eso deja de sufrir y aguanta con fuerza el dolor. 

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