Sábado 27 de Abril 2024Noticias de Chad
El vicariato apostólico de Mongo tiene una extensión
más grande que la de toda España, aunque una parte considerable está dentro del
desierto del Sahara. Es allí donde está presente desde hace 6 años una
comunidad de los misioneros javerianos a los que estamos ayudando este año para
construir una escuela. Son más de 1.000 kilómetros de frontera los que comparte
Chad con el vecino Sudán,
El pasado mes de abril estallaron los
combates en Jartum, la capital de Sudán, y pronto se extendieron por gran parte
del país, obligando a millones de sudaneses
desplazados por el conflicto a huir a los países vecinos. Se habla
de más de 555.000 los refugiados sudaneses que han atravesado la frontera y se han asentado en Chad, uno de los países más
pobres del mundo. Nunca es más cierto el refrán que dice “a perro flaco todo
son pulgas”, pues ya había unos 400.000
desplazados de Sudán que se habían instalado a partir de crisis anteriores.
Estos refugiados se unieron a aproximadamente 180.000 refugiados de otros
países vecinos, más de la mitad de los cuales son niños, así como a 215.000
desplazados internos chadianos. Esta población ha puesto a prueba los ya limitados
recursos de Chad.
Recibía un mensaje de los compañeros en el
que me decían: “gracias a los animadores de Cáritas diocesana y en colaboración
con organizaciones internacionales, hemos comenzado a ayudar a grupos de
mujeres, tanto refugiadas como locales, que han puesto en marcha huertos
comunitarios, plantando tomates, cebollas, zanahorias, berenjenas, en los
fondos de los valles o en áreas planas. Actualmente se concentran en Farchana y
Metché, así como en Djabal y Ouran, donde se encuentran algunos de los más de
15 campos de refugiados que acogen a sudaneses que han huido a Chad debido a la
guerra”.
Lo que intentan es pasar de una fase de
asistencia a una de adaptación y lucha, intentando proporcionar medios que
permitan a las personas empezar a cuidarse con pequeñas actividades.
Y seguían diciendo: “seguimos apoyando a los
que allí se han quedado en medio del sufrimiento; los dos primeros convoyes de
alimentos y ayuda humanitaria del Programa Mundial de Alimentos (PMA) partieron
de Chad y llegaron a finales de marzo de 2024 a Darfur, la región occidental de
Sudán, escenario de una sangrienta guerra a principios de los años 2000, con
300.000 muertos y hoy uno de los focos del conflicto que dura desde hace un año
entre el ejército de Jartum y los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido
(RSF). Los corredores humanitarios desde Chad se cerraron en febrero de 2024,
tras semanas de negociaciones llevadas a cabo por la agencia de la ONU para
garantizar el acceso a la ayuda de emergencia para al menos 250.000 personas”.
Según las Naciones Unidas, alrededor de
700.000 refugiados sudaneses se han refugiado en Chad desde que comenzaron los
combates el 15 de abril de 2023. Una realidad que hoy une a más de 8,5 millones
de sudaneses desplazados y refugiados a causa de la guerra, que se encuentran
ahora entre Chad, Sudán del Sur, la República Centroafricana, Egipto, Etiopía y
Uganda.
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