Jueves 26 de Marzo 2020
El
corona hasta la coronilla.
Muchos
me escribís preguntándome cómo estoy y cómo el corona virus está afectando a
este país. Así que aprovecho para
escribiros un poco y contaros lo que estamos viviendo por aquí. Si logro cargarlas,
en el blog podréis ver algunas imágenes y algún video que ilustran lo que
escribo.
Es
el martes pasado, 17 por la noche, que el primer ministro de Camerún hizo un
comunicado oficial con las medidas a seguir para protegerse de la pandemia del
corona virus. Los 2 primeros casos habían comenzado unos 10 días antes y ese día eran ya 10 las
personas declaradas positivas, a nivel oficial. Toda gente que venía de Europa:
Francia, Italia y Bélgica. Es cierto que en medio de esta epidemia mundial aquí
la vida seguía normal y todos creíamos que, como nos decían los medios de comunicación,
la temperatura nos protegía ya que tenemos unos 30ºC y según los medios de comunicación
este virus no resistía a más de 26ºC.
Estos
días atrás empezaron a desmentir esta teoría y el número de casos oficiales ha
ido en aumento. Ayer miércoles 25 los infectados eran 75, según el gobierno,
pero yo creo y me parece evidente que serán muchos más. Daros cuenta que la mayoría
de estos casos se han declarado aquí en Yaundé, y de gente que venía de Europa,
pero en realidad el aeropuerto de Duala ha recibido muchísimos más pasajeros en
todo este periodo y eran todas personas que compartían los mismos aviones que los
que habían llegado a nuestra ciudad
contagiados. Lo que pasa es que allí no se hacen las pruebas para detectar si
hay o no la enfermedad.
El
primer ministro en su comunicado el martes pasado daba 13 medidas que se aplicarían
a partir de ese día:
·
“Cierre de las fronteras terrestres,
aéreas y marítimas.
·
Suspensión de la emisión de visados de entrada en Camerún en los diferentes
aeropuertos. Cierre de los establecimientos escolares públicos y privados.
·
Prohibición de reuniones de más de cincuenta personas.
·
Cuarentena de todos los pasajeros que habían llegado de Europa en los últimos
días.
·
Bares, restaurantes y lugares de ocio cerrados a partir de las 18 horas.
·
Los conductores de autobús, taxis y moto-taxis deben evitar ir
sobrecargados…
Las escuelas se cerraron al día siguiente pero fuera
la vida continuó como si nada, gente por todos los sitios, mercados en donde la
gente se amontona sin ninguna protección, coches y motos sobrecargados, reuniones
que se han seguido haciendo, cuarentena no respetada por muchas personas,
empezando por las autoridades. Para muestra el lunes llegó de Francia el
presidente de la asamblea nacional, un hombre de más de 85 años y bastante enfermo.
Al día estaba programada la investidura de los nuevos parlamentarios elegidos
hace un mes y este señor fue al parlamento no respetando ni la cuarenta ni el número
de 50 ya que eran cerca de 200, sin contar periodistas, choferes…. Con esto
solo os podéis imaginar que si las autoridades se pasan estas normas a la
torera, la gente normal, claro está, sigue su vida como si de nada se tratara.
Nosotros paramos las reuniones, catequesis pero
continuamos con las misas. Yo el jueves a la noche celebré un funeral en el
barrio y sin exagerar estaban presentes muchas más de 200 personas. Aproveché para
hablar de las medidas a respetar. El sábado nos reunimos con un grupo de
personas del barrio y decidimos celebrar las misas del domingo pero
multiplicadas por 5, en distintos espacios que tenemos en la parroquia y con
grupos de 50-70 personas, aprovechando así de esta celebración para insistir
sobre la responsabilidad, las medidas de prevención y el estar en casa lo más
posible. Vino mucha menos gente de lo normal pero todo se pasó bien. También decidimos
a partir de ese día el suprimir todas las misas, reuniones y encuentros con la
gente. El obispo al día siguiente hizo un comunicado en el que se suspendían todas
las misas y reuniones en las iglesias hasta una fecha no confirmada.
En comunidad somos 21 personas y hemos tomado alguna
medida como el separar las mesas y las sillas como veréis en las fotos, y el
dejar la cocinera en su casa así que lo hacemos todo nosotros y gracias a Dios
al ser muchos no es pesado. Salimos lo menos posible y hemos querido convertir
la parroquia en un lugar de oración por los demás, cercanos y lejanos, gente
que sufre la enfermedad, cuidadores, personas solas, personas fallecidas y
personas que nos piden de recordarlas en nuestra oración. Empezamos con la misa
a las 6h30 de la mañana hasta las 7h30, más o menos, y al acabar hacemos la exposición
del santísimo todo el día. Hemos hecho una lista para que cada media hora haya
uno distinto de la comunidad que esté presente, hay también algún vecino del
barrio que viene a rezar. Al mediodía tocamos la campana y hacemos el ángelus y
una novena de solidaridad por la pandemia. Luego la adoración continúa hasta
las 7 de la tarde que hacemos la oración de la tarde y concluimos con la adoración.
Sabemos que es poco pero es lo que pensamos que tenemos que hacer y nuestro
modo de colaborar en estos momentos.
¿Y qué deciros de lo que se vive fuera en la ciudad? El
viernes y el sábado tuve que salir para varios asuntos y la ciudad estaba a
tope de gente, despreocupada y como si nada. Mercados llenos, coches a tope,
motos con 3 y 4 personas… Hay un mensaje que circula y que dice “en China fue la DISCIPLINA que disminuyo
los efectos, en Europa es la INDISCIPLINA la causa de tanta mortalidad y en África
es la INCONSCIENCIA que puede hacer estragos”. Y creo que no es erróneo. Aquí
muchos piensan, y algunos en voz alta, que este virus no afecta a los africanos,
solo a los blancos. Otros creen que el Señor es más fuerte que el mal y que por
eso mismo no hace falta tomar ninguna medida preventiva ya que el Señor nos
cuida… este es un poco nuestro panorama. El gobierno no ha dado otras medidas de
crisis ni habla de encierro de ningún tipo. Las escuelas se han cerrado pero
los críos pululan por todos los sitios. Ya veremos cómo evoluciona la cosa pues
aquí estamos en el reino de la indisciplina.
También es cierto que uno se pregunta ¿cómo va a hacer
muchísima gente que vive el día al día?, ¿qué harán miles de mujeres que
temprano de madrugada están haciendo los buñuelos que luego venden en las
calles o en la puerta de las escuelas y con los que logran alimentar a muchas
personas en sus familias?; ¿qué harán miles de mujeres que pasan el día en la
calle al borde de la acera vendiendo lo que tienen o pueden?; ¿qué harán miles
de jóvenes que se ganan la vida con sus motos haciendo de taxi en donde como
habéis visto pueden llevar a veces hasta 5 personas?; ¿qué harán miles de
hombres que trabajan de taxistas ya que aquí es el medio de transporte más
extendido?; ¿cómo harán para evitar los sobrecargos ya que por lo general en un
coche se viaja a 7 personas 4 atrás y 3 adelante y eso cuando es normal, sin
contar las sobrecargas mayores?; ¿Qué harán las familias que no tienen nada o casi
nada en la despensa, ni ninguna cuenta corriente ni ningún ahorro en el banco? ¿Cómo
harán familias numerosas a pasar el día encerrados en una habitación o en 2 ya
que no disponen de más espacio? ¿Qué harán muchas familias que no disponen de
agua corriente en el barrio y que deben ir con un cubo a buscar el agua al
pozo? ¿Qué harán muchas personas aquí en donde es frecuente el que nos corten
la luz y a veces durante varias horas seguidas? ¿Qué haremos si los
contaminados aumentan y necesitan de una atención sanitaria aquí muy precaria o
casi inexistente?
Como veis la cosa no es tan fácil como allí en España
y quizás lo único que tenemos en favor es que más del 50% de la población es
joven con menos de 25 años. Conforme vayan pasando los días os iré diciendo. Por
el momento desconocemos lo que está por llegar, seguimos haciendo lo que está
en nuestras manos, y seguimos confiando y rezando. Y acabo con esta frase que rezábamos
esta mañana en la misa en el salmo responsorial: “Acuérdate Señor de nosotros, por el amor de tu nombre”.
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