sábado, 8 de febrero de 2014

Ecos de la Sabana - nº 25 - 89 y Fotos alusivas

Sábado 4 Enero 2014
Odisea en el camino para reunirnos todos
Estos días hemos estado reunidos todos los javerianos presentes en Chad y en Camerún para hacer un momento de reflexión y de intercambio. Lo solemos hacer cada dos años pues la distancia es grande y no es fácil movilizar a todo el mundo, una vez se hace en el norte del país y otra en el sur para que los que se desplacen no sean siempre los mismos. Así que el domingo por la tarde salimos tres estudiantes de nuestra comunidad de teología y un servidor hacia Garoua, ciudad situada en el norte del país a unos 1.000 km de aquí. Los primeros 700 km decidimos de hacerlos por primera vez en autobús, hasta ahora siempre los había hecho en tren, pero una nueva carretera ha sido hecha no hace mucho y hay bastantes autobuses que circulan. Aquí los anuncian como autobuses VIP, pero la realidad es que están bastante lejos de esos autobuses de lujo. Es cierto que son de cuatro asientos por fila e incluso a la vuelta tenía hasta televisión. Nos decían que saldría sobre las seis de la tarde pero hubo un pequeño retraso y salimos hacia las ocho, ya de noche profunda. El asiento del que estaba delante de mi estaba roto y se me venía encima casi aprisionándome, pero una vez cogida la posición aun pude dormir un poco. Llegamos al final del primer trayecto a las 9 de la mañana y nos dijeron que el siguiente autobús saldría enseguida hacia Garoua. Esta vez la demora fue más pequeña, solo una hora, aunque el autobús no era VIP como el otro este era tropicalizado con cinco personas por fila, 3 y 2, claro está más estrecho y menos confortable. A mí me toco al lado de una mujer con una niña muy majilla y tranquila. El camino era muy malo, lleno de baches y desvíos pues hay una empresa china que está rehaciendo la carretera, sin duda que dentro de un par de años será estupenda, pero por ahora hay que tener paciencia y soportar el polvo.
Al cabo de unas dos horas el chofer se paro pues había notado un pinchazo en la rueda delantera. Menos mal que tenia rueda de repuesto y en poco más de media hora se cambio la rueda y nos pusimos de nuevo en camino. Hacia las tres de la parte un ruido fuerte despertó a los que dormían e hizo que el chofer se parara rápido en el borde del camino. Esta vez la avería era más grave, el cardan o eje que hace girar las ruedas se había suelto y estaba por el suelo. El chofer llamo a la compañía pero en seguida detuvo un coche y se marcho en él no sabemos a dónde. Estábamos en un descampado y los más rápidos enseguida recogieron sus cosas y se pusieron a detener otros vehículos para continuar el viaje. Poco a poco de los 70 viajeros nos quedamos en menos de la mitad, aunque algunos seguíamos con la esperanza que otro autobús de la compañía vendría. A eso de las cinco de la tarde vimos otro autobús de la misma compañía que hacia el mismo trayecto que nosotros, se detuvieron y al ver a un blanco enseguida me dijeron que podía viajar con ellos pero les dije que íbamos cuatro en el paquete y haciendo presión encontramos un hueco y continuamos el trayecto llegando a destino casi a las ocho de la noche, cansados pero contentos de poder llegar.
A los estudiantes les comentaba que es bueno el darnos cuenta aunque sea solo un poco de las aventuras que muchas personas viven día tras día. Al fin y al cabo podemos decir que somos privilegiados pues justo llegamos cuando los otros estaban cenando, y pudimos compartir la cena y las aventuras del viaje.
El tema de nuestra reunión era profundizar sobre la interculturalidad, es decir el hecho de vivir juntos personas de culturas muy distintas y en lugares con cultura y tradiciones muy distintas de la nuestra. Los cuatro días que hemos pasado juntos han sido muy bonitos y los hemos vivido en un ambiente de paz y de estar a gusto juntos. Para mí ha sido de alegría al poder encontrar a los que siguen trabajando en Chad después de unos meses de separación. Allí terminamos el año juntos cantando un poco y viendo una película muy bonita sobre Nelson Mandela que falleció hace poco, “Invictus”, muy bonita y llena de enseñanzas. Y allí comenzamos el año con nuestra reunión pues no habíamos hecho ese viaje tan largo para estar de fiesta.
Ahí seguimos caminando intentando que ese desafío de vivir juntos siendo tan distintos sea una ocasión también de anuncio del Evangelio.
El viaje de vuelta también duro unas 24 horas pero debido sobre todo a las largas esperas por la mañana de tres horas y luego a mitad del camino de dos horas.

Sábado 11 Enero 2014
Madeleine y sus hijos.
De vez en cuando voy a visitar Madeleine que vive en una colina cercana a unos veinte minutos  a pie de nuestra casa. Es allí, en su casa que hacíamos la catequesis a un grupo de chavales cuando yo era estudiante en los años 90, y en el patio de su casa que comenzamos las primeras misas en ese barrio. Ella y sobre todo su marido Zacharie son dos personas de gran fe y de mucha ternura hacia sus hijos. Hoy en día ya una parroquia independiente de la nuestra y se ha construido una iglesia en el centro del barrio.
Zacharie trabaja de vigilante nocturno en una comunidad de religiosas y durante el día tiene un puestecillo cutre de madera junto a un semáforo y es allí en donde está instalado su taller de reparación de relojes. Madeleine suele estar casi siempre en casa, ella ha sacado adelante sus hijos y cuidado de ellos, creo que son siete. Los dos grandes se han independizado mientras que los otros allí viven y me pregunto cómo hacen pues la casa tiene, un salón pequeño, dos habitaciones como las dejé hace 20 años y luego una cocina y almacén en donde hace dos meses les robaron todas las perolas una noche de lluvia muy fuerte. Ella no está bien, tiene una especie de asma y con mucha frecuencia tiene ataques de tos que le obligan a pasar toda la noche afuera en el patio. Me comentaba que han estado en varios hospitales, ayudados por las monjas en donde trabaja Zacharie, pero que no hay mucha mejoría. Ella me decía que sin duda que hay alguien de su familia que le “ha lanzado la enfermedad”. Y siempre discutimos un rato de esto. Pero lo que me sorprende gratamente es la atención que sus hijos, todos varones, excepto la más pequeña de 15 años que es chica, tienen hacia su madre. Las veces que he estado eran ellos los que cocinaban y estaban alrededor de ella charlando con ella a pesar de ser domingo y de ser ellos jóvenes. Me da mucha alegría y satisfacción el verlos alrededor de la madre preocupados de ella. Los más mayores están sin trabajo, haciendo pequeñas chapucillas y los otros siguen estudiando.
De camino a casa pensaba que estos chavales han nacido, crecido y siguen viviendo en una familia con muchos problemas económicos y hasta un poco de pobreza, pero en cambio la atención, cariño, cuidado y armonía que han recibido hace que se les vea unidos, en paz y alrededor de sus padres que han dado y siguen dando sus vidas por ellos. Sin duda un ejemplo que muchos quisieran para sus familias y sus hijos, tantas veces con muchos medios económicos pero con falta de cariño y de atención.

Martes 14 Enero 2014
Así poco se puede progresar
Estamos a primeros de enero y la policía empieza a detener los vehículos y a poner multas por no haber pagado la viñeta, no sé si se dice así pero es el impuesto anual de cada vehículo. Así que esta mañana he ido a una oficina del ayuntamiento para pagar primero el impuesto de aparcamiento y luego la viñeta para nuestros vehículos.  Había una cola enorme de gente para el impuesto del aparcamiento pero me han dicho de avanzar y de no esperar, así que no he tardado mucho. Luego he ido a pagar la viñeta y allí he visto un buen grupo de personas que esperaban pues la persona que debía atendernos no había llegado. Había una chica que parece no tenía las llaves y decía que no podía hacer nada hasta que la otra llegara. El trabajo debería comenzar a las 7’30, y como aquí está tropicalizado se sabe que antes de las ocho es difícil que te atiendan. Allí hemos esperado, cada uno decía mil y una amenazas a la persona que nos hacia esperar, y era un poco después de las once de la mañana cuando la señora ha llegado tan tranquila. Poco antes uno nos decía que era mejor que fuéramos a otra oficina en otro barrio pues probablemente no vendría y mientras nos estábamos dispersando ella ha llegado y los más rápidos se han puesto al principio mientras que otros estábamos casi hacia el final. Cuando ya por fin ha llegado mi turno le he pedido lo que quería con educación, he pagado y cuando me había dado mis viñetas le he dicho que era debido a personas como ella que el país no podría avanzar y salir de la mediocridad. La mujer se ha enojado y le he dicho que somos nosotros los que debíamos enojarnos ya que nos ha hecho perder toda una mañana por su capricho, que parece es costumbre, de venir al trabajo a media mañana.
Cuantas veces uno encuentra personas sin conciencia profesional y sin demasiada voluntad que ocupan puestos que otros podrían realizar muy bien. Una vez que uno ha encontrado su trabajo para muchos ya es todo y ahí viven y pasan el tiempo sin buscar cómo hacerlo mejor y como a través de él contribuir para el progreso del país. Creo que tenemos que protestar de un modo educado e indignarnos ante estas personas que impiden que la cosa cambien y mejore.

Domingo 19 Enero 2014
Reunión acalorada.
Ayer por la mañana vino a visitarme Eric, un joven que en el pasado era monaguillo y que desde que vine aquí no me había visto. Está haciendo un máster en Burkina Faso, otro país africano, y la impresión que me ha dado es que sabe lo que quiere y que no pierde el tiempo. Estos encuentros me dan mucha alegría y me hacen ver que hay esperanza y que hay personas que luchan y que tienen ideales y convicciones profundas que les llevan adelante.
Han pasado muchos años y hemos estado un buen rato hablando de unos y de otros, de personas que han progresado y de otras que por el contrario se han estancado.
Eric me invitó a participar hoy a una reunión que hace un grupo entre los cuales hay antiguos monaguillos que conozco y precisamente esta tarde no tenía ninguna ocupación así que hemos ido juntos. El encuentro se pasaba en casa de Fimba, un antiguo monaguillo que viene de vez en cuando a visitarme y con el que estoy en contacto, y allí he encontrado a otros tres que aun no había visto y que han cambiado mucho, lo mismo que yo. La reunión debía empezar a las dos con una misa presidida por otro antiguo monaguillo, pero nosotros hemos llegado a las tres y no solo no había comenzado sino que allí estaban bebiendo cerveza con mucho entusiasmo. Hemos charlado y comentado de los años pasados con mucha alegría y ya cuando el cura ha llegado hemos empezado la misa a las tres y media.
Ellos forman un GIC, Grupo de Iniciativa Comunitaria, es decir un grupo de personas que intentan lanzar algún proyecto para salir adelante y luchar en la vida. Los años pasados han hecho experiencias de cultivar pimientos, maíz, y aunque han ganado algo, no han sido proyectos con muchos beneficios. Me decían que en enero que es su primer encuentro tienen la costumbre de empezar la reunión mensual con la misa como acción de gracias. Una vez acabada la misa ha comenzado el encuentro y que he quedado de cuadros viendo el desorden con el que este se hacía. Sin duda que la cerveza que habían bebido y seguían bebiendo contribuía al desorden que había, pero de verdad que me ha sorprendido el ver la forma de hablar a veces casi gritando, sin orden ni respeto.
Yo ahí estaba tranquilo sentado en mi sofá viendo, escuchando y pensando en mis adentros. Como veía que la reunión iba a acabar muy tarde y yo tenía que encontrar a alguien hacia las 19’30, a eso de las seis y pico me he disculpado y sin hacer mucho ruido, saludando a Fimba y a su esposa me he marchado discretamente. En el camino de regreso pensaba en el desorden de la reunión, y en las reuniones que solemos hacer aquí en la parroquia mucho más tranquilas y sosegadas. Esperemos que la GIC pueda avanzar pero en el futuro con menos cerveza creo que se celebrara mejor.

Domingo 26 Enero 2014
Formación de jóvenes
Este año en la parroquia me toca coordinar las actividades con los distintos grupos de jóvenes, como ya os dije hace un par de meses. Hoy era el día que se había programado para hacer una formación a tres personas de cada grupo, y el tema elegido ha sido el de cómo ser lideres y como llevar un grupo adelante. Es verdad que el que lo presentaba parecía que hablaba mas a una empresa que a un grupo de jóvenes que se reúnen sin motivo de lucro y con gratuidad. La mañana se ha pasado rápido y creo que nos ha servido para darnos cuenta de lo importante y a veces complejo que es guiar un grupo o un grupo de personas.
Y antes de marcharnos hemos compartido un bocata de huevo cocido con mayonesa y un plátano que nos ha sabido a gloria aunque también a poco viendo el apetito voraz de esos jóvenes.


Quería haber escrito de la intensa semana ecuménica que acabamos de vivir pero ya me he alargado demasiado así que será en los próximos ecos. 


Aquí abajo os dejo unas fotos alusivas:

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