domingo, 7 de abril de 2013

Ecos de la Sabana - nº 11 - 75

Domingo 24 Marzo 2013
François muerto apaleado en el calabozo.
            Este fin de semana he acompañado la familia de François que falleció el 19 de enero y que fue enterrado ayer por la tarde después de un poco más de dos meses. Esta vez no ha sido porque la familia ha querido y estaba preparando el funeral, como os decía hace poco con el funeral de Isabel. La muerte de François ha sido distinta. El 18 de enero discutió con un vendedor ambulante que vendía chancletas delante de su casa, y parece que la discusión fue fuerte. Poco después unos miembros de la brigada, una especie de policías, se hicieron presentes al parecer llamados por el vendedor. Venían a detener a François, este se opuso al principio y por eso delante de su casa y de la gente fue golpeado por los miembros de la brigada antes de ser trasladado al calabozo en un barrio cercano al nuestro. Lo que allí pasó nadie lo sabe pero está claro que de nuevo tuvo que ser golpeado y seguramente con tal violencia que François falleció en el calabozo esa misma noche.
            Desde entonces el cuerpo había sido llevado a un hospital y luego a otro para hacer la autopsia y por fin fue depositado en la morgue del hospital militar esperando las encuestas y el permiso de ser enterrado. Este permiso fue concedido esta semana y la familia nos invito a celebrar la misa del duelo y luego la del funeral y entierro. El compañero me pidió si podía celebrarla y acepté sin problemas. Debido a la situación delicada fui a casa del difunto para estar con la familia y comprender bien lo que había ocurrido y los pasos que ellos habían dado. También vimos como íbamos a celebrar las misas y les pedí que se encargaran de organizar el sitio, ya que la misa se celebra en plena calle con varios bares cercanos que tienen unos altavoces superpotentes. También vimos quienes podían hablar en cada misa para presentarnos un poco la vida de François y su muerte violenta. Me informaron que vendrían algunos responsables del ayuntamiento y del gobierno como signo que este se preocupa del caso y que no son indiferentes hacia lo que ocurre.
            Ante un hecho así uno no puede quedarse indiferente así que yo hablé un poco de la sorpresa que todos teníamos que en un país de derecho, como es este, hoy en día las personas sean tratadas a palos como los animales y los derechos fundamentales no sean respetados. Es inconcebible. Es cierto que Jesús nos invita a perdonar, esas fueron casi sus últimas palabras clavado en la cruz, “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”. Pero el perdón cristiano no excluye la justicia, ni mucho menos, así que he pedido que justicia sea hecha y que esto no se repita. Además que una de las condiciones para recibir el perdón es la reparación de los daños causados.
            Es cierto que con respeto y sin insultar ni hablar mal directamente de nadie, pero hay que decir las cosas como son. Los políticos que estaban presentes han querido aprovechar del momento para hacer un poco de campaña y al final han informado de la preocupación del gobierno deteniendo a los que habían causado la muerte, pero ojalá sea cierto y ojala no se repita pues no es la primera vez que esto sucede. El alcalde ha repetido algunas palabras que yo había dicho que mostraban la gravedad de lo ocurrido y la ligereza de los policías. Al menos fueron comprendidas.
            Según la tradición beti, de aquí, cuando alguien muere de modo violento: accidente de coche, asesinado, al caer de un árbol, etc. la familia del difunto tiene que hacer un rito tradicional llamado “tso” para alejar la desgracia de la familia. Si no lo hacen dicen que habrá más familiares que  morirán violentamente; y al realizar ese rito ellos dicen que se “corta el tso”, algo así como que se corta o detiene la desgracia. Como veréis es difícil entender estas cosas y todavía más comprender cómo gente instruida, y personas que se declaran creyentes, pueden seguir con este miedo y estas creencias de sus antepasados. También hablé un poco de esto, pues me habían informado que por la noche después de la misa iban a realizar este rito para liberar a la familia de la desgracia. Insistí que en la vida hay que elegir un solo camino, no podemos tomar dos caminos al mismo tiempo ni podemos meter el pie en dos zapatos a la vez.
En Chad hay un cuento que dice que la hiena (ejemplo de persona imbécil e insaciable) se enteró que había muerto el elefante y enseguida se puso en camino hacia la casa del elefante con la intención de comer y aprovecharse de su muerte. Pero mientras iba de camino le llego la noticia que la jirafa acababa de morir así que se dijo: “¿cómo voy a dejar de participar y de comer con la muerte de la jirafa?”. Así que decidió tomar los dos caminos a la vez con las patas de la derecha tomo el camino del elefante y con las de la izquierda el de la jirafa, pero como los caminos se separaban al poco rato su cuerpo se partió en dos. Es por eso que el proverbio dice “tomar dos caminos al mismo tiempo ha partido el cuerpo de la hiena en dos”.
Lunes 1 Abril 2013
Semana Santa diferente.
La adaptación pide el aceptar novedades y estar abierto al cambio. Este año he vivido esta Semana Santa de un modo distinto a como la había vivido en los últimos años, y por eso mismo también con muchos recuerdos y hasta un poco de nostalgia de las semanas santas calurosas en la sabana chadiana. El domingo de ramos no hubo ni borrico ni gran procesión, pues nuestra iglesia es pequeña y la gente no se mueve ya que luego corre el peligro de entrar y no encontrar sitio así que con un pequeño grupo de monaguillos, la coral y unos pocos cristianos empezamos la celebración en la plaza fuera de la iglesia para luego entrar a la iglesia abarrotada de gente. Era curioso el ver a un buen grupo de vendedores ambulantes improvisados que vendían ramos de palmera para la celebración a un módico precio de entre 5  y 10 céntimos de E. Aquí toda ocasión es buena para sobrevivir y ganar un dinerillo.
Durante la semana ha habido varias tardes de confesiones y os aseguro que desde hace años, por no decir casi nunca antes, no había estado tantas horas confesando a tanta gente jóvenes, adultos y mayores. Es el encuentro de la miseria con la  misericordia que siempre renueva y da fuerzas nuevas para seguir el camino con ilusión.
El jueves santo tuve la gran sorpresa de ver un grupo de mujeres que se dedican a hacer la acogida de la gente y el orden en las misas, que tienen la costumbre de preparar la comida en nuestra casa e invitarnos a comer a toda la comunidad para celebrar el día de la institución de la eucaristía y dar gracias por sus sacerdotes y futuros sacerdotes. De todo esto hay alguna foto para que veáis la generosidad de estas mujeres y el momento tan agradable que pasamos con ellas. No solo comiendo sino después con cantos y bailes que aquí no faltan. Hasta nos hicieron un pequeño regalo a cada sacerdote de una toalla de baño. Sin duda que todos estos detalles y mimos son una llamada de atención para bien realizar y vivir nuestro ministerio de sacerdotes, sin ningún pretensión, ni espíritu de grandeza ni nada de eso. Después de la celebración de la noche de la ultima cena con el lavatorio de los pies se hizo una adoración hasta media noche animada cada media hora por dos CEBs, comunidad eclesial de base. En la parroquia hay 14 CEBs y en otra hablaremos de ello. Durante la misa cada CEBs presentó una persona de su comunidad a la que se le lavo los pies también.
El viernes santo comenzamos la celebración a las 14’30 bajo un sol de justicia pero mirando e implorando al cielo pues la celebración se hacía al aire libre para permitir a todos de participar. Esta celebración de la pasión del viernes aquí es precedida por la celebración tradicional de la ethnia beti de la muerte, llamada Esani. Esta celebración de Esani es un baile sagrado reservado en la tradición a los héroes o personas que han dejado huella en su vida, como el elefante deja huellas tras su paso. Varias personas del pueblo o amigos del difunto se acercan y preguntan a los familiares del difunto como es que tal persona ha fallecido, porqué y quien es el causante de esta muerte. Luego se acercan a los que tocan los tambores tradicionales de la muerte bailando y dejan delante de ellos una rama como para decir que ellos no tienen nada que ver con esa muerte. Esta celebración se ha adaptado un poco y hay un buen grupo de personas, mas de 10, pues no las conté, que se acercan y preguntan al cura que preside la celebración, como si fuera el representante de la familia del fallecido, esta vez era Paolo. Lo curioso es que esas personas se presentan como si fueran distintos personajes del evangelio: alguno de los enfermos que fueron curados por Jesús, o alguna de las mujeres que siguieron a Jesús, o alguno de los pecadores perdonados, o uno de los reyes magos, o Nicodemo que vino por la noche a charlar con Jesús, o el centurión romano, o algunos de sus discípulos, etc. Al acercarse cuentan un poco de su encuentro con Jesús y algún aspecto de la vida de Aquel que pasó haciendo el bien, y terminan haciendo alguna pregunta: ¿Cómo es posible que hayan matado a Jesús?, o ¿por qué lo han matado?
La persona invita los tambores a tocar y se pone a bailar un poco acercándose a donde están los tambores para dejar allí la rama símbolo de que ella no tiene nada que ver con esa muerte injusta.
Paolo, el que representa a la familia de Jesús, escuchaba y se callaba y luego durante la homilía respondió a estas preguntas y a estos porqués.
Algunos pueden pensar que es como un teatro pero mientras lo vivía yo pensaba que es algo que nos despierta y nos ayuda a descubrir que muchas veces estamos demasiado acostumbrados a leer el evangelio y creemos conocer la vida y la muerte de Jesús sin hacernos preguntas que tantas veces no tienen respuesta. Las palabras que cada persona decía sobre Jesús y las preguntas que ellos hacían nos despiertan y nos empujan a interrogarnos sobre los porqués de la muerte de Jesús y de tantas muertes violentas e injustas de la que somos testigos continuamente.
Esta celebración tradicional fue seguida de la celebración de la pasión y de la adoración de la cruz en un sitio muy bonito y con la suerte que la lluvia nos dio tregua y no nos mojo.
A las 18’30 los jóvenes habían previsto hacer el teatro de la pasión escenificado en la iglesia, pero lo empezaron con un ligero retraso a eso de las 20’00. Estaba muy bien preparado pero el ruido del publico era enorme, y en algunas escenas como la crucifixión, el ruido de los que representaban era todavía más fuerte con gritos y lloros. Fue un momento también muy bonito pero sin duda que si se hubiera hecho en un sitio con silencio y un poco de respeto se hubiera valorado mucho mas. Os aseguro que muchos de entre ellos tienen madera de actores.
En el sábado santo ha sido un gran regalo el que he tenido de poder ir a celebrar la misa de la vigilia pascual a la cárcel central de Yaundé. Es un edificio vetusto y en el que sin mucho protocolo ni problemas uno entra en otro mundo con más de 5.000 detenidos hacinados y viviendo en condiciones que solo ellos y Dios sabe cómo es posible vivir. No he tenido tiempo de visitarla ni de visitar a nadie pero la primera impresión es un poco impactante.
A pesar de la impresión y de lo que en realidad es os aseguro que ni el papa Francisco en la basílica de san Pedro tuvo la suerte de vivir una celebración de pascua como la que nosotros vivimos en esta cárcel esa tarde, o al menos así lo viví yo.  Todo era curioso y estaba bien preparado: una coral de unas 40 personas bien organizada y hasta con uniforme, yo pensaba que era de gente venida del exterior pero no eran todos reclusos, había dos órganos que acompañaban y estos sí que venían del exterior y acompañaron estupendamente todos los cantos, pero con una música a tope que hacía temblar los muros. Había todo un grupo de monaguillos, todos maduros y con unos cuantos años encima, bien organizados y sincronizados. Y en uno de los patios bien arreglado y decorado hemos celebrado la misa de la vigilia pascual. Después del fuego que nos ha hecho llorar a más de uno no por el sentimiento sino por el humo que hacía, uno de la coral ha cantado el exultet, anuncio de la pascua, en latín. ¡Ya veis que contraste de escuchar un canto en latín en ese lugar!
Luego se han leído las 8 lecturas previstas sin dejar de lado ni una coma, y tras cada lectura la coral respondía con un canto de verdad bien elegido y que ayudaba a rezar. Después de una homilía breve pues el tiempo pasaba rápido hemos vivido otro momento muy emotivo, el bautizo de 17 presos, 16 hombres y una mujer. Un momento vivido con intensidad, con gran silencio y al final aclamado con gran alegría por parte de todos gracias a un canto que dice “Tus obras son bonitas y grandes, Señor tu nos llenas de alegría”. Para la ocasión habían dejado entrar a una o dos personas, familiares o amigos de los presos que iban a ser bautizados para ser sus padrinos y acompañarlos. Justo después del bautizo uno me decía “es increíble lo que la cárcel puede hacer en ciertas personas”, y así lo esperamos.
Sin darnos cuenta hemos llegado a las 6 de la tarde, después de algo más de tres horas de celebración que se han pasado volando, con alegría y esperanza en ese lugar lúgubre en donde la mayoría están hacinados y luchando por sobrevivir.
Por la noche a las 20’30 hemos celebrado la vigilia en nuestra parroquia con el bautizo de seis jóvenes, todavía recordando lo vivido por la tarde.
El domingo de pascua ha amanecido pronto, como cada domingo, y en cada misa había muchísima gente que han participado con alegría a las celebraciones. Como la iglesia o mejor dicho la sala en donde se celebra no es muy grande mucha gente seguía desde fuera.
Como veis ha sido una semana intensa, bonita pero distinta de las vividas años pasados. Sin duda que hay que saber descubrir los signos de la presencia del resucitado en medio de toda esta novedad. Nada mas por esta, seamos testigos de la vida y de la esperanza que nuestro mundo tanto necesita. 

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