Sábado
16 septiembre 2023Un
seminarista quemado vivo y otro secuestrado en Nigeria
Esta semana, con el terremoto en Marruecos y las
lluvias e inundaciones en Libia que han dejado miles de muertos, hemos visto cómo la naturaleza nos sorprende y
se sigue ensañando en distintos lugares. Además nos permite darnos cuenta que son
siempre los más débiles los que más sufren de estos fenómenos naturales. Rezamos
por todas las víctimas y seguimos colaborando en lo que se pueda para aliviar a
los que siguen vivos y lo han perdido casi todo.
Pero esta semana quiero dar a conocer esta noticia que
llegó hasta mí gracias a la información del vaticano. Otras veces he hablado de
la violencia que se vive en Nigeria a causa del grupo terrorista islámico Boko
Haran, y que desde hace ya unos 10 años está sembrando la muerte, la destrucción
y el desplazamiento de miles de personas en el noreste de Nigeria, en el Norte
de Camerún, en el suroeste de Chad y en el sureste de Níger. De ello escribe en
los ecos nº 174 en julio del 2022 y en los ecos nº 169 en mayo de ese mismo
año.
El jueves 7 de septiembre, alrededor de las 8 de la tarde,
tuvo lugar un drama terrible de la parroquia de St. Rafael en Fadan Kamantan,
diócesis de Kafanchan, estado de Kaduna, en Nigeria. Un gran grupo de bandidos atacaron
e incendiaron la parroquia y la casa en donde residían los sacerdotes. Según información
proporcionada por varias fuentes – y confirmada por el obispo de Kafanchan,
Mons. Julius Kundi – el párroco, el padre Emmanuel Okolo, y el vicario parroquial
pudieron escapar del incendio, pero un seminarista que estaba allí con ellos,
llamado Na'aman Danlami, de 25 años, murió en el ataque.
Mons. Kundi dijo que “los atacantes querían secuestrar
al sacerdote. Al no poder entrar a su casa, le prendieron fuego. Los dos
sacerdotes lograron escapar pero lamentablemente el seminarista no logró salir
y falleció quemado dentro de la casa”.
Y el obispo lamentaba que “el asalto había durado más de una
hora, pero no hubo ninguna reacción ni apoyo de las fuerzas militares. A pesar
de que había un puesto de control a solo un kilómetro de distancia”. Y
terminaba afirmando que “¡los ciudadanos nigerianos no están
protegidos! ».
El obispo denuncia que este es el último ataque de una
larga serie de ataques que se producen desde hace varios años. En enero del
2022 hubo otro sacerdote, Isaac Achi, que también fue asesinado y quemado en el
interior de su parroquia. También el año pasado el padre John Mark Cheitnum,
director de comunicaciones de la diócesis de Kafanchan, había sido secuestrado
y brutalmente asesinado.
Esta triste noticia se produjo el mismo día en que otro
seminarista, Ezequiel Nuhu, fue secuestrado junto con su padre. Nuhu es
seminarista en Abuja, pero había viajado al sur de Kaduna para pasar unas
vacaciones con su familia.
Nigeria es un país particularmente peligroso para los
católicos. En 2022, cuatro sacerdotes fueron asesinados y 28 fueron
secuestrados. En 2023, el número de clérigos víctimas de secuestros asciende ya
a catorce.
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