La pandemia nos ha mostrado la entrega, la generosidad del personal sanitario, voluntarios, trabajadores y trabajadoras de la salud, sacerdotes, religiosos, religiosas.
Pero esta pandemia también ha puesto en evidencia que no todos tienen acceso a
un buen sistema sanitario público.
Los países más pobres, los países
más vulnerables, no pueden acceder a los tratamientos, necesarios para atender
tantas y tantas enfermedades que siguen sufriendo.
Muchas veces, esto se debe a una mala administración de los recursos y a la
falta de un compromiso político serio.
Por eso quiero pedir a los
gobiernos de todos los países del mundo que no olviden que un buen servicio
sanitario, accesible a todos, es una prioridad.
Pero también quiero recordar que
el servicio sanitario no es solo una organización, si no están los hombres y
mujeres que dedican su vida a cuidar de la salud del otro. Y que han dado,
durante esta pandemia, la vida por ayudar a recuperarse a tantos enfermos.
Recemos para que el compromiso del personal sanitario de atender a los enfermos
y a los ancianos, especialmente en los países más pobres, sea apoyado por los
gobiernos y las comunidades locales.
Papa Francisco – Abril 2022
No hay comentarios:
Publicar un comentario