Jueves
28 Octubre 2021CUENTA
LO QUE HAS VISTO Y OIDO: Testimonio de la hermana Ana Gutiérrez desde el Congo
Estamos ya en los últimos días de este
mes de Octubre, mes de la misión, que nos ha invitado a “CONTAR LO QUE HEMOS VISTO Y OIDO”, y quiero compartir con vosotros
este testimonio lleno de vida, de experiencias concretas, de esperanza y de
ilusión que he recibido de la amiga misionera Ana Gutiérrez, religiosa esclava
del sagrado corazón de Jesús, misionera y médico que después de más de 12 años
de trabajo en Camerún desde hace un año se encuentra en la RDC, República
Democrática del Congo. Allí acompaña a jóvenes congolesas que quieren consagrar
su vida a la misión y sigue ejerciendo su pasión que es también su ministerio
de médico. Vive en un barrio periférico de Kinshasa, la capital de este inmenso
país casi 5 veces mayor que España, y es desde allí que nos escribe contándonos
LO QUE HA VISTO Y OIDO. Le dejo la palabra a ella para que veamos y oigamos con
sus ojos y con sus oídos.
“Qué bonito es este lema propuesto para
la celebración de la Jornada Mundial de las Misiones.
Voy a intentar contaros algo de lo que yo he visto y oído en estos 13 años de experiencia misionera en África como Esclava
de Sagrado Corazón de Jesús.
HE VISTO Y OÍDO la presencia sobreabundante de Dios en
mi vida y en la de los demás. Un Dios que me habita, que me crea y me
recrea cada día. Un Dios que me consuela para poder consolar a
otros, un Dios que es alegría, paz, gozo, refugio y fortaleza.
HE VISTO, OÍDO Y VIVIDO una fraternidad
universal, he vivido y trabajado mano a mano, en momentos críticos a veces, con
gente de distintas razas, edades, naciones, culturas, etcétera y eso no ha sido
impedimento, al contrario, cada una aporta desde lo que es y eso crea riqueza,
diversidad, amplitud, creatividad que hace avanzar las cosas.
HE VISTO, OÍDO Y TOCADO mucho sufrimiento,
enfermedad, muerte, en algunos casos exceso de mal, pero unido a eso he
visto exceso de vida, he visto luchar cada día para buscar algo
que comer o pagar unas medicinas.
HE VISTO Y OÍDO mucha vida que
nace, vidas humanas y vida espiritual, oportunidades nuevas, experiencias
nuevas. Dios nos provoca siempre novedad, si le dejamos y nos abrimos a su
gracia.
HE VISTO Y OÍDO gente
maravillosa religiosos y religiosas, laicos y laicas, sacerdotes, personas
creyentes y no creyentes que dan su vida cada día de manera
callada sin hacer ruido pero que realizan obras maravillosas.
Personas que luchan por un mundo nuevo que dan su tiempo, dinero, valores y su
vida entera a favor de los que más sufren. Hombres y mujeres que entregan su
vida, su cuerpo hasta el extremo, diezmados muchas veces por enfermedades
tropicales que quitan vida, pero ahí siguen dándose y entregando cada día su
cuerpo y su sangre.
HE VISTO Y OÍDO las semillas del
Verbo expandidas en el mundo, en distintas confesiones religiosas,
distintas creencias, pero todas habitadas por una sed de lo divino y por
un deseo de ser mejores y construir un mundo mejor.
HE VISTO Y OÍDO a muchos profesionales
de la salud que luchan cada día por salvar vidas, luchando contra tanta
mortalidad materna e infantil, luchando contra la estigmatización provocada por
ciertas enfermedades como el SIDA, el cáncer, la esterilidad, luchando contra
las acusaciones de brujería, luchando contra la violencia contra la Mujer y
contra los niños, sobre todo la violencia sexual.
HE VISTO Y OÍDO crecer a mucha gente a nivel profesional, contentos de
aprender, he visto cómo han ido cambiando ciertas prácticas por el
bien de los enfermos y de los alumnos; eso es educación evangelizadora.
HE VISTO Y OÍDO verdaderas estructuras
de gracia: colegios, hospitales, centros sociales, centros de desarrollo en
medio de lugares de extrema pobreza qué son verdaderos lugares de gracia,
incluidos los de nuestra Congregación, a los que seguro que Santa Rafaela María
le gustaría llamar “Casas de Reparación”
HE VISTO nuestro carisma extenderse en distintos países, echando
raíces en tierras africanas viviendo intensamente la Reparación, la
Educación Evangelizadora, la Adoración apostólica.
HE VISTO una Iglesia local que busca su propia identidad,
que busca hacerse presente en las familias concretas, qué lleva la celebración
eucarística a las casas y personas concretas intentando poner a Cristo en el centro
de la vida de cada persona.
Siento que es una gracia todo lo
que HE PODIDO VER Y ESCUCHAR en mi vida. Hay muchas imágenes que se
quedan grabadas en la memoria. Los misioneros lo más fuerte que vivimos no
lo contamos, pero se queda grabado en nuestro cerebro y en
nuestro corazón como experiencias de gracia, aunque sea un misterio
pascual. Os invito a que cada uno de vosotros sea capaz de preguntarse hoy :
¿Qué he visto y oído en mi vida
que me habla de Dios? ¿Qué me habla del Reino? ¿Qué
experiencias me hablan de la presencia amorosa de Dios en
mi vida y en la de los demás?
Ana
Gutiérrez Martínez,
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