Sábado 9 de Mayo 2020
El corona encarcelado.
Hace unos días se hizo público un decreto
presidencial en el que se anunciaba la liberación de presos para evitar que
esta pandemia provoque más desastres. Al principio hubo una alegría general
pues son muchos los prisioneros políticos y muchísimos los que están en prisión
preventiva, sin juicio, y muchos desde hace años. Algunos por tonterías que ya
las han pagado con creces.
No sé si escribí sobre, Marcelin, un chaval
del barrio que estuvo 7 años encarcelado sin juicio por haber robado lo
equivalente a 150 E. Sí, no me he olvidado de ningún cero, solo 150 E y por
ellos pasó 7 años y pico encerrado. Desgraciadamente salió enfermo y al poco de
salir falleció. Por cierto su muerte me impactó mucho ya que al día siguiente
de morir lo enterramos, cosa aquí inusual, ya que su madre no tenía medios y su
padre lo había abandonado muchos años atrás. Cuando fui a hacer un momento de
oración por la tarde, apenas había fallecido, me quedé impresionado pues su
cuerpo lo habían colocado encima de una mesa sin caja ni nada, justo sobre una sábana.
Al día siguiente comencé la misa con el cuerpo siempre sobre la mesa y fue a
mitad de la misa que aparecieron con un ataúd que sirvió para darle una
sepultura digna.
Y como él os aseguro que hay muchos. Aquí si
uno no tiene amigos o personas que puedan echar una mano y que puedan contactar
personas influyentes te dejan ahí aparcado sin que nadie piense en ti. No
conozco el estado de las otras prisiones fuera de aquí de la capital pero me
imagino que no serán mucho mejores. Varias veces cada año visito esta prisión,
llamada prisión central de Yaundé y os aseguro que cada vez que entro me quedo
impactado a pesar de conocer la triste realidad que allí se vive. Gente por
todos los sitios, a penas das unos pasos muchos se te echan encima pidiéndote
de todo y solicitando ayuda. No hay espacio vital para vivir, moverse y casi ni
para respirar. Todo destartalado, viejo, sucio… Os aseguro que no exagero en
absoluto, es para ver, pero, claro está, está prohibido entrar con teléfono o
cámara fotográfica y las imágenes se quedan solo en nuestras pupilas. Esta
prisión construida para acoger a unos 800 presos, se encuentra con 5700 presos
hacinados y en situaciones casi inhumanas. Hace unas semanas se habló de 4
fallecidos probablemente a causa del corona y
de bastantes enfermos posiblemente a causa del corona; pero no se sabe
nada con claridad pues aquí se ha impuesto la ley del silencio.
En realidad los que parece que han sido
liberados no superan el 15 o 20 % y la mayoría son personas que llevan muchos
años y que están cerca de concluir su pena. Otros medios de comunicación decían
que entre los liberados había bastantes enfermos también probablemente de
corona pero que no fueron examinados por no disponer de medios suficientes.
Esto es solo un pequeño ejemplo de cómo se
vive esta pandemia en una realidad de sufrimiento, de injusticia y de pobreza
casi cotidiana.
Lunes 11 de Mayo 2020
Ojala
este virus nos cure de la indiferencia.
Hace unos días
recibí un mensaje en el que estaba escrito: “la humanidad se curará el día que entienda la superioridad del verbo
ser sobre el verbo tener”, y me gustó mucho pues con pocas palabras se resume
muy bien la realidad que vivimos y a la que la sociedad actual nos va llevando
o mejor dicho arrastrando, pues es muy difícil de resistir. Dentro de tanto
sufrimiento y de tanta muerte y dolor creo que hay que descubrir cosas buenas
que esta situación de pandemia, de confinamiento, de bloqueo obligado, nos ha
traído.
Yo desde aquí la 1ª que veo es la de hacer menos proyectos y programas a largo
plazo. En eso somos especialistas, aún no hemos acabado las vacaciones de
este año y ya estamos programando y reservando a donde iremos el año que viene.
Este virus invisible nos ha hecho volver a la realidad y a la humildad que hoy
estamos aquí y mañana no sabemos si estaremos. Hay unas palabras de Jesús muy
bonitas que en estos meses me vienen a menudo a la cabeza “No os preocupéis por el día de mañana, a cada día le basta sus propios
problemas” Mt 6,34.
En 2º lugar
me parece que este pequeño virus nos ha ayudado a comprender que todos estamos en el mismo barco, inútil
de pensar solo en nosotros y de vivir indiferentes al sufrimiento y a los
problemas que otros viven cerca o lejos. Está claro que o bien avanzamos todos
normalmente o bien el barco se hunde y nos ahogamos todos. Cada vez más, vamos
viendo que las diferencias de vida entre los que tienen lo necesario y a menudo
mucho más de lo necesario para vivir son cada vez más grandes con aquellos que
no tienen casi ni lo necesario para vivir. Y el tocar la fragilidad y la
impotencia con nuestras manos nos hace ver la realidad de otro modo; ayer me
decía un amigo: “No corre de la misma
manera para escapar del león el que lo ha visto de cerca y el que solo ha oído
hablar de él”.
En 3er lugar este virus invisible
nos ha permitido darnos cuenta de la
grandeza del corazón humano; cuantos ejemplos de compasión, de solidaridad,
de entrega, de dedicación con ejemplos heroicos de muchísimas personas que
trabajan en la salud y en asociaciones de ayuda y solidaridad que han puesto en
juego su propia vida por ayudar a los otros. En Camerún el gobierno ha hecho
muy poco, más abajo leeréis una reflexión sobre esto, son muy pocas las
asociaciones de ayuda y de solidaridad que han intentado echar una mano sobre
todo a aquellos que lo están pasando muy mal. Son muchos los que aquí viven el
día a día, vendiendo cosas, haciendo chapucillas… y para estas personas el
dilema era “o nos exponemos a morir de
corona virus, o nos exponemos a morir de hambre”. Nosotros hemos intentado
hacer lo máximo que podíamos hacer con los pocos medios con los que disponemos
y la caritas parroquial ha hecho una lista de las familias más necesitadas del
barrio a los que se les ha repartido alimentos básicos para vivir: arroz,
aceite, pasta… Hemos lanzado una llamada de ayuda y ha habido personas que han
respondido. También nuestra comunidad ha sido testigo de esta solidaridad y
varias veces ha habido gente de la parroquia que nos han traído comida
cocinada, o productos que pueden ayudarnos: fruta, pollos, arroz, pasta… ¿cómo
no dar gracias por todas estas muestra de solidaridad y de compasión?
En 4º lugar este virus nos ha regalado mucho tiempo para nosotros y para los que
nos rodean; mucho tiempo de silencio, de reflexión, de lectura, de oración…
mucho tiempo para estar en familia, con la pareja, con los hijos… es cierto que
para algunos no ha sido fácil, pero me parece que el ritmo de vida que llevamos
nos hacer correr demasiado y no dar a nuestros seres queridos el tiempo que se
merecen. Por eso me ha gustado mucho esta frase de arriba que nos invita a aprender
a descubrir la superioridad del ser frente al tener. El estar despiertos y no
dejarnos arrastrar por esta cultura del tener, del acumular, del acaparar y
curiosamente de nunca tener bastante ni lo que puede dar sentido pleno a nuestra
existencia. En realidad me parece que necesitamos mucho menos y podemos ser
felices con muchas menos cosas y con mucha más humanidad.
Viernes 15 de Mayo 2020
Desgraciadamente
los hay que se aprovechan de este virus.
En las
noticias veo las medidas que otros países han tomado para hacer frente a esta
situación que afecta a todos pero con muchísima más intensidad a los más
débiles y a los más necesitados. En Chad por ejemplo el gobierno ha anulado las
facturas de agua y de electricidad durante estos meses de pandemia. En otros
países africanos el gobierno ha repartido comida con regularidad sobre todo a
las personas y familias más vulnerables. En otros países el gobierno ha asumido
los gastos médicos de los enfermos de corona y repartido mascarillas a la
gente… Y aquí en Camerún ¿Qué ha hecho el gobierno? En pocas palabras puedo
decir POCO O NADA. Primero decir que nuestro presidente ha estado y sigue
estando totalmente ausente en esta pandemia. No ha hecho ninguna aparición
pública, ni ningún comunicado, aunque todos los ministros cuando hablan siempre
repiten la misma cantinela “nuestro jefe de estado ha hecho, dicho….” pero es
el gran ausente. De hecho algunos han hecho circular la noticia que hubiera
fallecido. Creo que ya os he dicho que tiene unos 87 años, y lleva 38 en el
poder como presidente, y claro está que una persona a esa edad, por muy bien
que esté, no tiene la capacidad física ni intelectual necesaria para gobernar y
dirigir un país.
La realidad es
que no ha habido ninguna medida de apoyo y de solidaridad con las personas más
necesitadas. El 1er ministro dio unas medidas para luchar contra la
pandemia, entre ellas reducir las personas en los taxis, motos y autobuses;
pero no se preocuparon en reducir el precio de la gasolina para que los que
viven del transporte pudieran vivir dignamente. Como esto no se hizo, es el
precio del taxi y del autobús que ha aumentado y son los ciudadanos de a pie
los que han sido penalizados y los que, a pesar de su pobreza, deben gastar más
para desplazarse.
El ministro de
la salud también anunció medidas que se habían tomado para curar a todos los
afectados por el corona virus, insistiendo que todos los gastos corrían a cargo
del gobierno. La realidad es que cada día en las noticias aparecen testimonios
de familias que deben correr con todos los gastos de sus familiares enfermos
diagnosticados con corona virus, e incluso directores de hospitales testifican
que no pueden hacer de otra manera pues el gobierno no ha enviado efectivamente
ninguna ayuda económica y el hospital no tiene medios para hacer frente a los
gastos que estos enfermos ocasionan.
Y para acabar quiero
hablaros de 2.000 millones de francos, equivalentes a unos 3 millones de Euros
que el presidente ha dado para ayudar a los más necesitados. No os podéis
imaginar del ruido y de las veces que han hablado de este don especial del
presidente. Y aquí os escribo lo que según el comunicado de prensa se debía
comprar con este don, lo podréis ver en las fotos en mi blog.
-
50.000
cartones de jabón de lagarto, es decir 4.000.000 de pastillas de jabón.
-
1.500.000
mascarillas
-
50.000
mascarillas quirúrgicas
-
75.000
cubos
-
40.000
bidones para lavar las manos
-
Algunos
kits de análisis (sin precisar el número)
-
Algunas
máquinas respiradoras (sin precisar el número)
Esta ayuda
debía repartirse entre 360 ayuntamientos en todo el país. Si las cuentas no
fallan cada ayuntamiento debería haber recibido material equivalente a 5
millones y medio de francos, equivalente a unos 8.400 E. la realidad ha sido
otra, y según algunos municipios el material recibido no llegaba casi ni a los 400.000
francos, apenas 600 E. Y no solo eso, sino que han comprado todo aquí en la
capital y lo han enviado con camiones a todo el país, sin pensar que muchos de
esos productos se podrían comprar en cada ciudad y probablemente a un mejor
precio.
Ya veis un
poco que esta pandemia es vista por algunos como un medio para enriquecerse a
costa de los más necesitados, sin ningún escrúpulo ni sin ninguna vergüenza. Y
mientras tanto los más pobres y necesitados siguen sufriendo y dependiendo de
ellos mismos.
Domingo 17 de Mayo 2020
Los
pequeños milagros que dan vida.
Simón vive
desde hace unos meses en una habitación de alquiler en lo alto de una de las
laderas de nuestro barrio. La vista
desde su casa es muy bonita, como podréis apreciar en las fotos que he colgado
en el blog, pero para poder llegar a su habitación hay que ser un poco deportista
y estar bien en forma.
Simón tiene
unos 35 años y está siempre acostado boca abajo en su cama pues no puede
moverse ya que tuvo un accidente hace unos 14 años y no tiene movimiento en sus
piernas. Esto que en España es un drama, imaginaros lo que puede ser aquí en
donde no hay ayudas de ningún tipo, ni ningún tipo de apoyo a estas personas ni
a sus familias. Simón tiene varios hermanos pero es Véronique, su hermana más
pequeña, la que se preocupa de él: le cuida, lo limpia y le hace casi todo para
que viva dignamente. Desde hace unos años que lo conocimos, cada domingo hay un
seminarista que le lleva la comunión y que pasa un rato con él y es por eso que
la relación y la amistad con Simón es grande. Se le ha ayudado varias veces a
pagar el alquiler de la habitación en donde vive y la caritas parroquial
también lo sostiene con regularidad dándole alimentos y apoyándolo para sus
visitas médicas y sus gastos en medicamentos. Pero siempre nos parecía que eso
era solo un parche en una rueda que nunca se arreglaba. El año pasado hablamos
con su hermana y con él y les presentamos la posibilidad de buscarle una plaza
en un centro de acogida de las hermanas de madre Teresa de Calcuta que hay aquí
en la ciudad y que acoge a personas que no tienen a donde ir. Ninguno de los dos
estaba de acuerdo y, claro está, no se puede hacer algo contra la voluntad del
interesado, pero seguíamos preguntándonos qué hacer con un caso así.
Hace unos
meses Veronique nos presentó la idea de echarles una mano y apoyarles en la compra de un molino a motor aquí
utilizado mucho para machacar cacahuetes, mandioca, verduras… con el que ella
se podría ganar la vida y así apoyar a su hermano. El precio que nos daba
rondaba los 300.000 francos, unos 500E, y aunque nos gustó mucho vimos que esa
cantidad no era fácil de encontrar aquí, pero dijimos vamos a intentarlo y ya
veremos lo que somos capaces de reunir. Hablamos con la encargada de Caritas de
la parroquia y ella estaba también muy contenta con la idea, darles la caña
para pescar en lugar de los peces, pero nos dijo que la caritas estaba siendo
muy solicitada y no podría ayudar mucho. Quedamos en que cada uno iba a
interesarse para ver cómo hacerlo realidad.
En comunidad
tenemos la costumbre durante la cuaresma de privarnos de algunas cosas, la
carne que comemos durante la semana y la bebida que tomamos los domingos por la
noche y con lo que se ahorra apoyar alguna realidad necesitada. Nos dijimos que
este año el fruto de nuestra privación seria para apoyar la compra del molino
de Simón. Al final de la cuaresma calculamos unos 125.000 francos, 190 E, el
dinero que habíamos ahorrado y con el que disponíamos para la compra del
molino. Por otro lado la encargada de caritas animó a una asociación de mujeres
de la que forma parte y ellas también reunieron 75.000 francos, 115 E. era insuficiente
pero buscando encontró una persona que hacia estos molinos en nuestro barrio y
que discutiendo con él aceptó de hacerlo aportando también un poco de lo suyo
para la causa.
Hoy nos hemos
reunido en la habitación de Simón un grupico para alegrarnos por el esfuerzo
realizado, bendecir el molino y ver con la hermana donde lo iban a colocar. Ha
sido un momento de alegría de ver que juntos hemos sido capaces de realizar el
reto, hemos sido capaces de hacer una pequeña cosa pero que puede cambiar la
vida de varias personas. Esperamos y deseamos que a través de este molino
Veronique y Simón puedan vivir un poquito mejor sin depender de los demás.
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