lunes, 18 de mayo de 2020

ECOS DE LA SABANA nº 100


Sábado 9 de Mayo 2020

El corona encarcelado.

Hace unos días se hizo público un decreto presidencial en el que se anunciaba la liberación de presos para evitar que esta pandemia provoque más desastres. Al principio hubo una alegría general pues son muchos los prisioneros políticos y muchísimos los que están en prisión preventiva, sin juicio, y muchos desde hace años. Algunos por tonterías que ya las han pagado con creces.
No sé si escribí sobre, Marcelin, un chaval del barrio que estuvo 7 años encarcelado sin juicio por haber robado lo equivalente a 150 E. Sí, no me he olvidado de ningún cero, solo 150 E y por ellos pasó 7 años y pico encerrado. Desgraciadamente salió enfermo y al poco de salir falleció. Por cierto su muerte me impactó mucho ya que al día siguiente de morir lo enterramos, cosa aquí inusual, ya que su madre no tenía medios y su padre lo había abandonado muchos años atrás. Cuando fui a hacer un momento de oración por la tarde, apenas había fallecido, me quedé impresionado pues su cuerpo lo habían colocado encima de una mesa sin caja ni nada, justo sobre una sábana. Al día siguiente comencé la misa con el cuerpo siempre sobre la mesa y fue a mitad de la misa que aparecieron con un ataúd que sirvió para darle una sepultura digna.  
Y como él os aseguro que hay muchos. Aquí si uno no tiene amigos o personas que puedan echar una mano y que puedan contactar personas influyentes te dejan ahí aparcado sin que nadie piense en ti. No conozco el estado de las otras prisiones fuera de aquí de la capital pero me imagino que no serán mucho mejores. Varias veces cada año visito esta prisión, llamada prisión central de Yaundé y os aseguro que cada vez que entro me quedo impactado a pesar de conocer la triste realidad que allí se vive. Gente por todos los sitios, a penas das unos pasos muchos se te echan encima pidiéndote de todo y solicitando ayuda. No hay espacio vital para vivir, moverse y casi ni para respirar. Todo destartalado, viejo, sucio… Os aseguro que no exagero en absoluto, es para ver, pero, claro está, está prohibido entrar con teléfono o cámara fotográfica y las imágenes se quedan solo en nuestras pupilas. Esta prisión construida para acoger a unos 800 presos, se encuentra con 5700 presos hacinados y en situaciones casi inhumanas. Hace unas semanas se habló de 4 fallecidos probablemente a causa del corona y  de bastantes enfermos posiblemente a causa del corona; pero no se sabe nada con claridad pues aquí se ha impuesto la ley del silencio.
En realidad los que parece que han sido liberados no superan el 15 o 20 % y la mayoría son personas que llevan muchos años y que están cerca de concluir su pena. Otros medios de comunicación decían que entre los liberados había bastantes enfermos también probablemente de corona pero que no fueron examinados por no disponer de medios suficientes.
Esto es solo un pequeño ejemplo de cómo se vive esta pandemia en una realidad de sufrimiento, de injusticia y de pobreza casi cotidiana. 

Lunes 11 de Mayo 2020
Ojala este virus nos cure de la indiferencia.
Hace unos días recibí un mensaje en el que estaba escrito: “la humanidad se curará el día que entienda la superioridad del verbo ser sobre el verbo tener”, y me gustó mucho pues con pocas palabras se resume muy bien la realidad que vivimos y a la que la sociedad actual nos va llevando o mejor dicho arrastrando, pues es muy difícil de resistir. Dentro de tanto sufrimiento y de tanta muerte y dolor creo que hay que descubrir cosas buenas que esta situación de pandemia, de confinamiento, de bloqueo obligado, nos ha traído.
Yo desde aquí la 1ª que veo es la de hacer menos proyectos y programas a largo plazo. En eso somos especialistas, aún no hemos acabado las vacaciones de este año y ya estamos programando y reservando a donde iremos el año que viene. Este virus invisible nos ha hecho volver a la realidad y a la humildad que hoy estamos aquí y mañana no sabemos si estaremos. Hay unas palabras de Jesús muy bonitas que en estos meses me vienen a menudo a la cabeza “No os preocupéis por el día de mañana, a cada día le basta sus propios problemas” Mt 6,34.
En lugar me parece que este pequeño virus nos ha ayudado a comprender que todos estamos en el mismo barco, inútil de pensar solo en nosotros y de vivir indiferentes al sufrimiento y a los problemas que otros viven cerca o lejos.  Está claro que o bien avanzamos todos normalmente o bien el barco se hunde y nos ahogamos todos. Cada vez más, vamos viendo que las diferencias de vida entre los que tienen lo necesario y a menudo mucho más de lo necesario para vivir son cada vez más grandes con aquellos que no tienen casi ni lo necesario para vivir. Y el tocar la fragilidad y la impotencia con nuestras manos nos hace ver la realidad de otro modo; ayer me decía un amigo: “No corre de la misma manera para escapar del león el que lo ha visto de cerca y el que solo ha oído hablar de él”.
En 3er lugar este virus invisible nos ha permitido darnos cuenta de la grandeza del corazón humano; cuantos ejemplos de compasión, de solidaridad, de entrega, de dedicación con ejemplos heroicos de muchísimas personas que trabajan en la salud y en asociaciones de ayuda y solidaridad que han puesto en juego su propia vida por ayudar a los otros. En Camerún el gobierno ha hecho muy poco, más abajo leeréis una reflexión sobre esto, son muy pocas las asociaciones de ayuda y de solidaridad que han intentado echar una mano sobre todo a aquellos que lo están pasando muy mal. Son muchos los que aquí viven el día a día, vendiendo cosas, haciendo chapucillas… y para estas personas el dilema era “o nos exponemos a morir de corona virus, o nos exponemos a morir de hambre”. Nosotros hemos intentado hacer lo máximo que podíamos hacer con los pocos medios con los que disponemos y la caritas parroquial ha hecho una lista de las familias más necesitadas del barrio a los que se les ha repartido alimentos básicos para vivir: arroz, aceite, pasta… Hemos lanzado una llamada de ayuda y ha habido personas que han respondido. También nuestra comunidad ha sido testigo de esta solidaridad y varias veces ha habido gente de la parroquia que nos han traído comida cocinada, o productos que pueden ayudarnos: fruta, pollos, arroz, pasta… ¿cómo no dar gracias por todas estas muestra de solidaridad y de compasión?
En 4º lugar este virus nos ha regalado mucho tiempo para nosotros y para los que nos rodean; mucho tiempo de silencio, de reflexión, de lectura, de oración… mucho tiempo para estar en familia, con la pareja, con los hijos… es cierto que para algunos no ha sido fácil, pero me parece que el ritmo de vida que llevamos nos hacer correr demasiado y no dar a nuestros seres queridos el tiempo que se merecen. Por eso me ha gustado mucho esta frase de arriba que nos invita a aprender a descubrir la superioridad del ser frente al tener. El estar despiertos y no dejarnos arrastrar por esta cultura del tener, del acumular, del acaparar y curiosamente de nunca tener bastante ni lo que puede dar sentido pleno a nuestra existencia. En realidad me parece que necesitamos mucho menos y podemos ser felices con muchas menos cosas y con mucha más humanidad.

Viernes 15 de Mayo 2020
Desgraciadamente los hay que se aprovechan de este virus.
En las noticias veo las medidas que otros países han tomado para hacer frente a esta situación que afecta a todos pero con muchísima más intensidad a los más débiles y a los más necesitados. En Chad por ejemplo el gobierno ha anulado las facturas de agua y de electricidad durante estos meses de pandemia. En otros países africanos el gobierno ha repartido comida con regularidad sobre todo a las personas y familias más vulnerables. En otros países el gobierno ha asumido los gastos médicos de los enfermos de corona y repartido mascarillas a la gente… Y aquí en Camerún ¿Qué ha hecho el gobierno? En pocas palabras puedo decir POCO O NADA. Primero decir que nuestro presidente ha estado y sigue estando totalmente ausente en esta pandemia. No ha hecho ninguna aparición pública, ni ningún comunicado, aunque todos los ministros cuando hablan siempre repiten la misma cantinela “nuestro jefe de estado ha hecho, dicho….” pero es el gran ausente. De hecho algunos han hecho circular la noticia que hubiera fallecido. Creo que ya os he dicho que tiene unos 87 años, y lleva 38 en el poder como presidente, y claro está que una persona a esa edad, por muy bien que esté, no tiene la capacidad física ni intelectual necesaria para gobernar y dirigir un país.
La realidad es que no ha habido ninguna medida de apoyo y de solidaridad con las personas más necesitadas. El 1er ministro dio unas medidas para luchar contra la pandemia, entre ellas reducir las personas en los taxis, motos y autobuses; pero no se preocuparon en reducir el precio de la gasolina para que los que viven del transporte pudieran vivir dignamente. Como esto no se hizo, es el precio del taxi y del autobús que ha aumentado y son los ciudadanos de a pie los que han sido penalizados y los que, a pesar de su pobreza, deben gastar más para desplazarse.
El ministro de la salud también anunció medidas que se habían tomado para curar a todos los afectados por el corona virus, insistiendo que todos los gastos corrían a cargo del gobierno. La realidad es que cada día en las noticias aparecen testimonios de familias que deben correr con todos los gastos de sus familiares enfermos diagnosticados con corona virus, e incluso directores de hospitales testifican que no pueden hacer de otra manera pues el gobierno no ha enviado efectivamente ninguna ayuda económica y el hospital no tiene medios para hacer frente a los gastos que estos enfermos ocasionan.
Y para acabar quiero hablaros de 2.000 millones de francos, equivalentes a unos 3 millones de Euros que el presidente ha dado para ayudar a los más necesitados. No os podéis imaginar del ruido y de las veces que han hablado de este don especial del presidente. Y aquí os escribo lo que según el comunicado de prensa se debía comprar con este don, lo podréis ver en las fotos en mi blog.
-          50.000 cartones de jabón de lagarto, es decir 4.000.000 de pastillas de jabón.
-          1.500.000 mascarillas
-          50.000 mascarillas quirúrgicas
-          75.000 cubos
-          40.000 bidones para lavar las manos
-          Algunos kits de análisis (sin precisar el número)
-          Algunas máquinas respiradoras (sin precisar el número)
Esta ayuda debía repartirse entre 360 ayuntamientos en todo el país. Si las cuentas no fallan cada ayuntamiento debería haber recibido material equivalente a 5 millones y medio de francos, equivalente a unos 8.400 E. la realidad ha sido otra, y según algunos municipios el material recibido no llegaba casi ni a los 400.000 francos, apenas 600 E. Y no solo eso, sino que han comprado todo aquí en la capital y lo han enviado con camiones a todo el país, sin pensar que muchos de esos productos se podrían comprar en cada ciudad y probablemente a un mejor precio.
Ya veis un poco que esta pandemia es vista por algunos como un medio para enriquecerse a costa de los más necesitados, sin ningún escrúpulo ni sin ninguna vergüenza. Y mientras tanto los más pobres y necesitados siguen sufriendo y dependiendo de ellos mismos.

            Domingo 17 de Mayo 2020
Los pequeños milagros que dan vida.
Simón vive desde hace unos meses en una habitación de alquiler en lo alto de una de las laderas de nuestro barrio.  La vista desde su casa es muy bonita, como podréis apreciar en las fotos que he colgado en el blog, pero para poder llegar a su habitación hay que ser un poco deportista y estar bien en forma.
Simón tiene unos 35 años y está siempre acostado boca abajo en su cama pues no puede moverse ya que tuvo un accidente hace unos 14 años y no tiene movimiento en sus piernas. Esto que en España es un drama, imaginaros lo que puede ser aquí en donde no hay ayudas de ningún tipo, ni ningún tipo de apoyo a estas personas ni a sus familias. Simón tiene varios hermanos pero es Véronique, su hermana más pequeña, la que se preocupa de él: le cuida, lo limpia y le hace casi todo para que viva dignamente. Desde hace unos años que lo conocimos, cada domingo hay un seminarista que le lleva la comunión y que pasa un rato con él y es por eso que la relación y la amistad con Simón es grande. Se le ha ayudado varias veces a pagar el alquiler de la habitación en donde vive y la caritas parroquial también lo sostiene con regularidad dándole alimentos y apoyándolo para sus visitas médicas y sus gastos en medicamentos. Pero siempre nos parecía que eso era solo un parche en una rueda que nunca se arreglaba. El año pasado hablamos con su hermana y con él y les presentamos la posibilidad de buscarle una plaza en un centro de acogida de las hermanas de madre Teresa de Calcuta que hay aquí en la ciudad y que acoge a personas que no tienen a donde ir. Ninguno de los dos estaba de acuerdo y, claro está, no se puede hacer algo contra la voluntad del interesado, pero seguíamos preguntándonos qué hacer con un caso así.
Hace unos meses Veronique nos presentó la idea de echarles una mano y  apoyarles en la compra de un molino a motor aquí utilizado mucho para machacar cacahuetes, mandioca, verduras… con el que ella se podría ganar la vida y así apoyar a su hermano. El precio que nos daba rondaba los 300.000 francos, unos 500E, y aunque nos gustó mucho vimos que esa cantidad no era fácil de encontrar aquí, pero dijimos vamos a intentarlo y ya veremos lo que somos capaces de reunir. Hablamos con la encargada de Caritas de la parroquia y ella estaba también muy contenta con la idea, darles la caña para pescar en lugar de los peces, pero nos dijo que la caritas estaba siendo muy solicitada y no podría ayudar mucho. Quedamos en que cada uno iba a interesarse para ver cómo hacerlo realidad.
En comunidad tenemos la costumbre durante la cuaresma de privarnos de algunas cosas, la carne que comemos durante la semana y la bebida que tomamos los domingos por la noche y con lo que se ahorra apoyar alguna realidad necesitada. Nos dijimos que este año el fruto de nuestra privación seria para apoyar la compra del molino de Simón. Al final de la cuaresma calculamos unos 125.000 francos, 190 E, el dinero que habíamos ahorrado y con el que disponíamos para la compra del molino. Por otro lado la encargada de caritas animó a una asociación de mujeres de la que forma parte y ellas también reunieron 75.000 francos, 115 E. era insuficiente pero buscando encontró una persona que hacia estos molinos en nuestro barrio y que discutiendo con él aceptó de hacerlo aportando también un poco de lo suyo para la causa.
Hoy nos hemos reunido en la habitación de Simón un grupico para alegrarnos por el esfuerzo realizado, bendecir el molino y ver con la hermana donde lo iban a colocar. Ha sido un momento de alegría de ver que juntos hemos sido capaces de realizar el reto, hemos sido capaces de hacer una pequeña cosa pero que puede cambiar la vida de varias personas. Esperamos y deseamos que a través de este molino Veronique y Simón puedan vivir un poquito mejor sin depender de los demás.



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