Jueves 16 de enero 2020
¿Por qué tanta violencia?
Antes de ayer y ayer todo el mundo
hablaba de una sola noticia, los grupos wasahp y los comentarios de la gente, volvían
sobre lo que ocurrió el martes por la mañana. Un alumno, Bissé
Ngosso Brice, que hacia 2º
de la ESO, con 15 años, mató a su profesor de matemáticas,
Boris Kevin Njomi Tchakounte, un joven de 26 años y
que estaba en su 1er año de enseñanza. Todo esto ocurrió en un
instituto en un barrio cercano al nuestro y el alumno era un chaval que vivía
en nuestro barrio, cerca de la parroquia. Desgraciadamente no es un acto
puntual pues parece que hay bastantes actos de violencia entre alumnos y
profesores, y el año pasado un alumno apuñaló y mató a otro alumno en Douala. Además
parece que Brice no está en su primera acción violenta pues ya ha hecho otras
pero por su edad se le ha intentado encubrir. Este joven vive con su madre que
vive vendiendo el pescado a la brasa que cocina todas las tardes en su puesto
cerca de un bar. Suele irse de casa al principio de la tarde y regresa tarde
por la noche, así que su hijo prácticamente vive solo y hace lo que le parece
ya que no hay control de la madre. En esta familia no existe la figura del
padre, como desgraciadamente en muchísimas de por aquí. Parece ser que desde
hace dos o tres años este chaval se ha metido en una banda de jóvenes en donde
la droga es común y con ella también la pequeña delincuencia.
Un psicólogo comentando este hecho
ayer subrayaba que no es un hecho aislado, sino que es la cabeza de un iceberg,
es el signo evidente de un problema más grande que aquí se vive y que está muy
difundido. Es el problema del disfuncionamiento de las familias, y hacia ver
que a nuestro alrededor son muchas las familias monoparentales, o las que
tienen problemas económicos graves, o las que viven con grandes tensiones a
causa del trabajo precario de los padres… Insistía que hay muchos padres que
han abandonado la tarea de educar a sus hijos por la de buscar el pan cotidiano
para alimentar a su familia. Algunos piensan que al estar siempre fuera por el
trabajo pueden delegar esta tarea de educar a sus hijos a otras personas o les
parece que es con los regalos que pueden sustituirlo. La realidad, según él, es
que en muchas familias están desapareciendo los valores y la educación moral. Y
subrayaba otro problema del que yo os hablo a menudo, el consumo de drogas y de
bebidas alcohólicas. Y sobre este punto hacia ver que en gran parte es debido a
la debilidad de nuestros gobernantes que permiten que todas estas sustancias y
bebidas circulen tranquilamente por todos los sitios. De hecho muchas veces, se
ven jóvenes con la ropa de la escuela sentados en bares tomando alcohol, o
jugando en salas de juego, cuando deberían estar en clase.
A causa de lo ocurrido en muchos centros han
hecho cacheos a los jóvenes y según dice la prensa parece que en bastantes
centros educativos los profesores han retirado armas blancas: cuchillos,
machetes… a ciertos alumnos. Todos nos preguntamos: ¿Cómo es posible que
jóvenes vayan a clase con estas armas? Muchos se preguntan si la solución es
llevar a la cárcel a este joven de 15 años, aunque parece que este joven es, en
cierto modo, una víctima del sistema que se está instaurando. La
responsabilidad es mucho mayor y va más allá de este joven. Todos nos
preguntamos ¿Por qué tanta violencia en jóvenes que deberían vivir con sueños
pero que parecen no soñar y desear un futuro mejor? ¿Cuál es mi responsabilidad
como padre, alumno o ciudadano en todo esto?
Sábado 25 de enero 2020
Los
nativos nos trataron con una cordialidad poco común
Como es ya tradición en nuestra
parroquia hemos vivido esta semana de oración por la unidad de los cristianos
junto a los cristianos de las 2 iglesias protestantes más serias de nuestro
barrio: la iglesia presbiteriana de Camerún (EPC) y la iglesia evangélica de
Camerún (EEC). Es siempre una ocasión que se nos brinda para juntarnos, rezar,
intercambiar y reflexionar sobre un tema. Este año el lema de esta semana era
esta frase: “los nativos nos
trataron con una cordialidad-humanidad poco común”, y está sacada del libro
de los Hechos de los Apóstoles en el capítulo 28, versículo 2. Un texto que
vale la pena de leer, comenzando en el capítulo 27 y leyendo hasta el final del
28. San Pablo, prisionero, junto a otras muchas más personas, está siendo
llevado a Roma para que pueda ser enjuiciado ante el emperador. Pero de camino
una furiosa tormenta sorprende a los marineros y a todos los que viajan en ese
barco. A pesar del miedo de la muerte logran encallar en la isla de Malta y es
allí en donde san Pablo pronuncia esta frase al ver la atención y la acogida
tan buena que los isleños les reservan.
Durante esta semana el tema era la hospitalidad y la acogida con clara
referencia a este episodio que san Pablo y todos los que viajaban con él en el
barco vivieron en Malta. Este año la semana la hemos vivido con tres actos: un
momento de oración el martes, una mesa redonda el jueves, y un momento de oración
seguido de un concierto ayer. El martes fuimos nosotros los que acogimos a los
demás para este momento de oración juntos. La celebración la presidí yo y fue
el pastor presbiteriano Raymond quien pronunció la homilía a partir del texto
de Hc 28,1-10 y de Mt 25,31-46. Una coral compuesta por miembros de nuestra
iglesia y de la iglesia presbiteriana animó la celebración. Y al final nos
juntamos y charlamos alrededor de un bocata que se había preparado para todos.
El jueves hubo una mesa redonda sobre el
tema de la hospitalidad. Primero el pastor Christian nos dio la visión bíblica
de la hospitalidad. Comenzando con Abraham que supo acoger a los 3 viajeros y
gracias a eso recibió la bendición de Dios a través del nacimiento de su hijo
Isaac; siguió con Lot y recorrió el AT y el NT con bastantes textos que nos
hacían comprender la importancia de este tema en la biblia. Subrayó la
insistencia con la que Jesús habló de este tema invitando a una acogida sin
límites ni barreras, a toda persona conocida o desconocida. Algo muy exigente.
Nos hizo ver que la realidad que nos rodea es la de la desconfianza del otro y
en especial del desconocido y diferente. Algo contra lo que hay que luchar para
no dejar de lado este valor tan esencial para los cristianos. Pero también nos
invitó al discernimiento ya que hay muchos que se aprovechan de la situación
para vivir del cuento.
A continuación tomó la palabra un
profesor de sociología, Claude Abé, vecino del barrio y cristiano activo. Y
comenzó haciéndonos ver que hoy en día, a causa de la situación social y
económica que vivimos, muchas son las personas que viven de la caridad y de la
solidaridad de otros; otras muchas viven el día a día sin ninguna seguridad.
Aunque nos hizo notar que cada vez más se ve una gran crisis de hospitalidad;
antes existía la realidad de la gran familia africana pero cada vez más se vive
encerrándonos en la familia nuclear. Por eso insistía sobre la urgencia de
volver a descubrir los valores de la solidaridad africana y de no dejar que la
sociedad nos anestesie y nos convierta en personas que no ven ni sienten el
dolor ajeno. Otro gran peligro que nos acecha es el encerrarnos en nuestros
origines étnicos o regionales. Todo esto fue seguido de un debate bastante
animado y enriquecedor.
Ayer viernes vivimos el último acto de
esta semana en la iglesia evangélica que estuvo dividido en dos momentos.
Primero un momento de oración, animado por los pastores evangélicos y en el que
yo hice el comentario a la palabra de Dios a partir de estos 2 textos que había
elegido, Hc 13,1-5 y Lc 19,1-10 que nos hablan de la importancia de la
hospitalidad y de cómo esta debe hacerse con todos, en especial con los excluidos.
Y quise subrayar que la hospitalidad no es una virtud propia a los cristianos
sino que es una virtud muy presente en todos los pueblos y culturas africanas;
por eso cité proverbios en varios idiomas africanos que nos hablan de ella, y
me pregunté porque estamos dejando de lado estos valores que son nuestros y nos
estamos encerrando en nuestros particularismos, divisiones religiosas, étnicas,
regionales, lingüísticas… acabé citando un proverbio ewondo, de aquí de esta
zona que dice: « mendim me tebe a anyu kom, me veñan menden »
(el
agua que permanece un poco de tiempo en la boca se vuelve saliva) que
corresponde en parte a lo que san Pablo nos exhorta : “No hay judío ni
griego; no hay esclavo ni libre; no hay hombre ni mujer; porque todos sois uno
en Cristo Jesús” Ga 3,28.
Y después de este momento de oración
pudimos disfrutar de un concierto de música animado por 3 corales de las
distintas iglesias que podréis ver en las fotos y escuchar en los videos que he
colgado en el blog. Pienso que lo que hemos vivido es un pequeño-gran milagro y
un modo de hacer presente y real la acogida y la hospitalidad.
Lunes 27 de enero 2020
Promesas
que no cambian nada.
El domingo 9 de febrero nuestro país estará de elecciones,
esta vez por partida doble: elecciones parlamentarias y elecciones municipales.
Hay varios partidos fuertes de la oposición que se han retirado y no se
presentaran pues no están de acuerdo con el reglamento electoral que se ha
aprobado hace un par de meses. Ahora estamos de campaña y por todos los sitios
se hacen promesas de todo tipo: mejora de las carreteras, allí donde hay; agua
corriente y fuentes de agua potable en los pueblos, electrificación de las
zonas rurales e iluminación de los barrios periféricos de las ciudades en donde
la noche significa oscuridad, centros de salud y escuelas dignas de este
nombre… Los telediarios de estos días son una lista interminable de buenos
deseos y de promesas pero uno se pregunta si el que las hace cree
verdaderamente a lo que dice.
En nuestro barrio hace 2 semanas
vinieron con una niveladora para arreglar el camino principal de tierra que
estaba lleno de agujeros y en donde hay que ser un virtuoso del volante para no
salirse fuera. La gente no acogió las maquinas con entusiasmo, hubo muchos que
les gritaron pues hace 2 años en vísperas de las elecciones presidenciales
hicieron lo mismo. Un despliegue de niveladoras y camiones pero que no acabaron
el trabajo y dejaron el camino casi peor que como lo habían encontrado. Justo
un par de días antes de las elecciones se fueron y hasta hoy. No os podéis
imaginar la polvarera que han provocado pues han removido la tierra y cada
vehículo que pasa ahora es acompañado por una nube de polvo que impide ver si
otro viene por detrás. Pero esto no es lo peor, el que manipulaba la niveladora
se cargó un montón de tuberías de agua por lo que desde hace 2 semanas estamos
sin agua, y parece que va para largo. Hemos reclamado pero los de la empresa
del agua dicen que son los del ayuntamiento que han roto que deben reparar y
correr con los gastos. Estos querían solo hacer un poco de campaña electoral
para buscar votos y dicen que no tienen fondos para eso. El caso es que como se
dice “por uno o por otro la casa sin barrer”, y aquí todo un barrio muy grande
sin agua. Cada cual se busca la vida, unos con cubos allí en donde hay algún
pozo, nosotros con bidones en el coche a alguna comunidad cercana… esperemos
que entre tanta promesa hagan algo para arreglar las tuberías y que podamos
tener de nuevo agua corriente.
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