Viernes 1 de Marzo 2019
La belleza salvara el mundo.
Muchas veces os he hablado de la grande dificultad que la mayoría de los
jóvenes viven aquí para encontrar un trabajo y poder ganarse la vida
dignamente. Cuantos sueños perdidos o ahogados ante esta cruda realidad. Pero en
medio de todo uno encuentra islotes de esperanza y personas que siguen creyendo
que todo es posible y que se dejan llevar por sus sueños.
Nya Cedrid, aunque yo lo llamo Sena, pues es así como se le llama en el
barrio es un joven que estudia bellas artes y que tiene pasión por la pintura. Lo
conocí hace dos años pues buscábamos a uno para decorar la capilla del santísimo
en la parroquia y de verdad que lo hizo bien. Solíamos llamarle “el murciélago”
pues le gustaba venir a trabajar por la noche ya que según el en ese momento había
silencio y clama y necesitaba de ellos. Fue el también quien decoro el terreno
de deportes que tenemos en la parroquia con frases y dibujos sobre las drogas y
la prevención de estas.
Hoy he estado en una exposición suya a la que me había invitado. Había unos
10 cuadros hechos con un estilo que es muy suyo, pero al mismo tiempo con la preocupación
por el medio ambiente de la que os hablaba en los ecos pasados. De hecho,
varios cuadros están hechos con materiales recuperados de la basura y nos
invitan a descubrir que debemos cuida “nuestra casa común”, como el papa
Francisco llama a nuestro mundo.
Estábamos 4 personas y todas del barrio, pero me ha alegrado mucho el
ver que aquí en Yaundé, en medio de preocupaciones vitales, y con tantos
problemas como vemos, haya personas que se preocupan por la belleza.
Y me ha venido a la cabeza esa frase "la belleza salvará al mundo". Que he
buscado en internet y enseguida he encontrado que es de Dostoyevski y aparece
en la novela El idiota. Colgare las fotos de los cuadros en el
blog, así vosotros mismos podréis valorar el arte y las cualidades del artista.
Y si alguno se anima sabed que están en venta y os puedo poner en contacto con
el artista.
Viernes 8 de Marzo 2019
La mujer del siglo XXI, ni independiente, ni segura,
ni con voz.
Creo que os suena la frase que he puesto como titulo de este comentario.
Es el lema de la campaña que Manos Unidas ha organiza este año 2019 para
informar y concienciar de los problemas que hay en nuestro mundo. Como veis se
han centrado en los problemas que viven las mujeres y aquí a menudo somos
testigos de ellos. Os hablare justo de algunos casos para ilustrar ese lema que
me parece muy real.
Pauline es una vecina, ya con unos 50 y picos años,
tiene 6 hijos ya grandes y la menor de ellos tiene 16 años. Es la mujer del
jefe del barrio, una autoridad local que sirva para arreglar los conflictos que
los vecinos viven. Es ella la que se preocupa, con su pequeña actividad en el
mercado, de buscar lo necesario para su familia, para la escuela de sus hijos,
para curar sus enfermedades… Su marido es un aficionado de la bebida y es en
ella que él invierte lo poco o mucho que gana, sin preocuparse en absoluto de
su mujer e hijos. Y esto no es todo, sino que hace unas semanas ella vino
llorando a verme y a presentarme el problema que estaba viviendo. Su marido la había
golpeado varias veces, estando medio borracho, acusándola de ir de aquí para allá,
con unos y con otros. Tenia un ojo medio morado y gracias a Dios que no había nada
de gravedad, pero podía haberlo sido si los golpes habían sido dados de otro
modo. Estuvimos hablando y le aconseje que no fuera a casa, sino que se fuera a
casa de su familia pues es asi como aquí se suele proceder. Luego el marido
debe ir a buscarla y es la familia quien le hace ver el origen del problema.
A los días vino de nuevo pues la agresión se había repetido y esta vez
estaba decidida de ir a ver los servicios sociales para que encontraron a su
marido. Yo no sabia que eso funcionara aquí, pero por lo visto si que funciona.
Ayer la vi y estuvimos charlando, me decía que estuvieron viendo a su marido
y que parece que ahora la situación se ha calmado. Esperemos que sea por mucho
tiempo y que su marido pueda darse cuenta de lo que hace y de como trata a su
mujer e hijos.
Rose, Antoinette,
Jeanne… y la
lista podría continuar con muchísimos nombres de mujeres a las que la vida no
les ha sonreído demasiado. De verdad que son muchísimas las que aquí viven
solas cuidando de sus hijos. No por opción sino por haber sido engañadas y abandonadas
con la carga de uno o de varios hijos.
No quiero ser categórico, pero muchos son los hombres
irresponsables, que prometen el “oro y el moro” y luego se piran dejando una mujer
abandonada y a menudo varios hijos de los que no se preocupan en absoluto. Ellas
te dicen que parecía que esta vez era una persona seria, comprometida y con
ganas de llevar la relación en serio, pero ahí están solas y con sus hijos que
deben hacer crecer, educar, alimentar y cuidar. En nuestro barrio son muchos
los ejemplos y las familias que llamamos monoparentales pues están compuestas
de una madre y de hijos, sin la presencia de un padre. Muchas de ellas deben
pasar el día fuera de casa debido al trabajo, salen temprano y regresan tarde así
que los hijos pasan el día en la escuela o solos, pero ¿Qué hacer pues hay que
vivir y ganarse la vida?
Giselle es una mujer muy inteligente, tiene estudios universitarios y busca
un trabajo digno con el que ganarse la vida. Le ofrecieron la posibilidad de
hacer un periodo de prueba en una empresa antes de hacerlo un contrato. Parece que
lo hizo bien y ella misma estaba contenta, pero hace poco vino a verme pues
tenia un gran problema de conciencia que quería compartir conmigo. Su encargado
directo en el pedido de prueba debía hacer una relación de ella para que la
empresa pudiera asumirla y contratarla. Pero sin pelos en la lengua este le pidió
que se acostara con ella para que él le diera la relación. ¿Qué hacer? El
trabajo escasea y esa empresa es seria, pero ¿Cómo aceptar que uno abuse de
ella y de su dignidad?
Los ejemplos como el de
Giselle son numerosos y como comprenderéis la solución no es fácil. Después de
mucho hablar yo le dije que la vida es difícil, pero si uno pierde su dignidad ¿qué
le queda entonces por perder?
Domingo 17 de Marzo 2019
Ven y veras.
Esta vez os pongo a prueba poniendo citaciones que no son mías, y creo
que sabéis de donde viene esta pequeña frase con la que empiezo esta reflexión.
La cita se encuentra en el evangelio de Juan 1,39. Es la palabra que Jesús dice
a los dos discípulos de Juan el Bautista que se interesan en estar con él y que
quieren ver donde Jesús vive. Es cierto que la cita original es en plural “venid
y veréis”, pero aquí es así que hemos llamado esta actividad que organizamos
cada 2 o 3 meses con jóvenes de la parroquia u otros que conocemos. Los invitamos
a pasar una tarde de domingo con nosotros y el objetivo es presentar la vocación
misionera y hacerles ver nuestro modo de viva.
Normalmente se empieza con un momento de animación y alguna dinámica de
acogida y de presentación; luego uno de los seminaristas presenta un tema que
pueda ayudarles brevemente y después se hacen grupos para la reflexión y el
intercambio. A continuación, otro presenta alguna característica de nuestra
vida misionera y de ahí pasamos a echar un partido de futbol. Claro esta que
antes de separarnos se comparte un bocata y algo de beber.
Es un modo para dar a conocer nuestra vocación misionera y para permitir
a estos jóvenes de hacerse interrogantes sobre su futuro y sobre la llamada que
el Señor hace a todos. Esperemos que pueda servir a algunos a descubrir la
belleza de la vida y de una vida vivida por los demás.
Y para acabar os pongo algunas reflexiones que encontré y que me parecen
muy bonitas y pertinentes sobre todo en este tiempo de cuaresma :
DIOS
ESTÁ AHÍ FUERA
Érase una vez una mujer muy devota, llena de
amor a Dios. Solía ir a la iglesia todas las mañanas, y por el camino solían
acosarla los niños y los mendigos, pero ella iba tan absorta en sus devociones
que ni siquiera los veía. Un buen día, tras haber recorrido el camino
acostumbrado, llegó a la iglesia en el preciso momento en que iba a empezar el
culto. Empujó la puerta, pero ésta no se abrió. Volvió a empujar, esta vez con
más fuerza, y comprobó que la puerta estaba cerrada con llave. Afligida por no
haber podido asistir al culto por primera vez en muchos años, y no sabiendo qué
hacer, miró hacia arriba ... y justamente allí, frente a sus ojos, vio una nota
clavada en la puerta con una chincheta. La nota decía: «Estoy ahí fuera».
Anthony de Mello
¡DANOS
SEÑOR, OTRA OPORTUNIDAD!
Otra
posibilidad de convertirnos, otra ocasión de empezar de nuevo.
Ya sé que hay días en que tienes motivos para
desesperar de nuestra tierra.
Hace ya veinte siglos que tu Palabra se hizo
carne: ¡veinte siglos en los que no has dejado de gritarnos: «Convertíos y
creed la Buena Noticia»!
Y nosotros seguimos agrediéndonos y
haciéndonos sufrir mutuamente,
inventando armas cada vez más perfectas para
matamos unos a otros,
explotando las riquezas de la tierra sin ser
capaces de compartirlas,
dejando que millones de seres humanos mueran
de hambre,
ignorando la soledad de nuestro vecino...
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