miércoles, 30 de abril de 2014

Ecos de la Sabana - nº 29


Lunes 21 Abril 2014
Testigos de la vida allí en donde nos encontramos
Esta Semana Santa que acabamos de vivir ha sido como siempre una semana muy intensa  que hemos intentado vivir a tope y en profundidad. Uno llega al domingo por la tarde cansado pero al mismo tiempo con un sentimiento de paz y de estar a gusto.
El otro día hablaba con un amigo y me preguntaba  si por aquí se celebran procesiones y le respondí que no pero ha habido momentos muy bonitos e intensos que quiero contaros.
La semana santa le precedimos con el viacrucis al monte que hicimos el viernes 11 por la tarde. Aquí es ya una tradición que organizan y animan los distintos grupos de jóvenes de la parroquia. Y este año quisimos hacerlo junto a los jóvenes de otra parroquia cercana a la nuestra en el camino de este monte. Nos juntamos a las dos de la tarde y como os imaginareis hacia un sol de justicia y todo el mundo sudaba. Pero contentos de esto pues estamos en la estación de lluvia y mejor sudar que caminar bajo una tromba de agua, como ha ocurrido otros años. Cada estación había sido preparada por un grupo distinto y se presentaban distintos problemas y cruces que hay en nuestro mundo y en nuestro barrio: los niños de la calle, las familias desunidas, la violencia hacia las mujeres, los refugiados de Republica Centroafricana, la mentira, la corrupción, el aborto, el tribalismo, etc. Y sobre cada uno de estos problemas hacían una pequeña reflexión y una oración. El gentío fue grande y cuando nos juntamos las dos parroquias era una pequeña marea que iba ascendiendo hasta lo alto del monte, desde donde todo se ve de otro modo. Se puede decir que esa tarde sudamos la camiseta pero fue una experiencia muy bonita y enriquecedora para todos y a pesar del cansancio todo bajamos mas ligeros y contentos.
El domingo de Ramos celebré la misa de los niños, suele estar a tope de críos y a pesar del gentío y del ruido suelen participar bien. Todo el mundo tenía su ramo de palmera muy bonito y conforme entrabamos lo sacudían y parecía que estábamos en medio del bosque. La coral de críos había preparado cantos muy adaptados y había un estribillo: “Hosanna, bendito aquel que viene en nombre del Señor”, que hemos cantado bastantes veces y que ha ayudado a entender lo que celebrábamos. Y cada vez que se cantaba todos agitaban las palmas. Hay fotos que podréis ver y os ayudaran a comprender mejor lo que se vivió. Ese día la plaza de la iglesia estuvo abarrotada de gente durante todo el día.
Después de la misa, como cada domingo, fui a visitar a los enfermos y a llevarles la comunión. Estamos un grupico entre nosotros los sacerdotes, cinco seminaristas y cinco laicos que cada domingo vamos a visitar a los enfermos. El barrio es grande y los enfermos y personas mayores son bastantes, así que cada uno tiene tres o cuatro personas para visitar cada semana y de verdad que ellos nos esperan cada domingo y agradecen de corazón el que vayamos a verlos. Por nuestra parte es también una actividad muy enriquecedora y humanizadora que nos permite darnos cuenta de las miserias y de los sufrimientos que se viven muy cerca de nosotros en el barrio, eso nos ayuda a no encerrarnos y crear un gueto sino a vivir atentos hacia los que nos rodean.
El miércoles santo es el día de las confesiones y no el único pues casi toda la semana santa hay mucha gente que nos solicita. Ese día se organizan celebraciones para los pequeños y para los adultos y en todas hay siempre mucha gente. Es cierto que hay personas que llevan sobre ellos problemas muy grandes y pesos casi insoportables, por eso que este sacramento de la misericordia es de verdad un bálsamo que alivia muchos sufrimientos.
Una realidad escondida pero que cuando la gente te habla y se confía aparece a la luz es la cantidad de abortos que hay. No sé si ya os he hablado de esto pero es algo tremendo y viniendo de Chad en donde se practica poco aquí uno se sorprende de veras. Hay chicas que lo han vivido varias veces y parece de verdad hasta mentira que puedan contar cuatro, cinco y hasta seis veces. Claro está que eso deja secuelas y sufrimientos que aunque no se vean físicamente, hacen mucho daño por dentro. Y frente a estas personas con su carga de sufrimiento grande intentamos escuchar, acompañar y ayudarlas a vivir reconciliadas sin culpabilidad y sin resentimiento.
El jueves santo es otro día muy bonito y desde el punto de la mañana un grupo de mujeres llamadas “damas apostolicas” que se encargan cada domingo de hacer la acogida y el orden en las misas, invadieron nuestra casa y nuestra cocina ya que ese día son ellas las que nos invitan a comer en nuestra casa. Trajeron todo lo necesario para la comida y allí prepararon una comida muy sabrosa que compartimos juntos en un ambiente festivo. Ellas lo hacen porque ese día es la fiesta de los sacerdotes y agradecen el servicio que hacemos. Además no fue solo la comida sino que nos prepararon un regalico a cada uno de los tres sacerdotes de la comunidad: un par de toallas grandes y un frasco de colonia. ¡Que más se puede pedir! La comida se prolongó con algún canto y algún baile animado por ellas y por nosotros. Y en seguida nos pusimos a preparar la iglesia para la celebración de la cena pascual. Otro momento maravilloso. El altar se desplazo para hacer el monumento de la adoración y en su lugar se pusieron varias meses haciendo una mesa enorme. Es el día de la ultima cena y había que simbolizarla bien. Delante del altar habíamos preparado unos cubos grandes llenos de agua y unas palanganas con toallas. Yo invité a la gente mientras yo lavaba los pies de un representante de cada CEB a levantarse y lavar los pies de alguien que había tenido gestos de amor con ellos o de alguien con el que tenían problemas y querían reconciliarse. La respuesta fue grande y bastantes dejaron la vergüenza y se pusieron de rodillas delante de los otros para lavar sus pies. Un gesto que nunca se había hecho en la parroquia que yo llevo conmigo de mi experiencia en Chad, y que apreciaron mucho. Y la misa se continuo con un momento de adoración hasta las doce de la noche, animado por las CEBs, una detrás de otra. En ese momento intenté recordaros y presentaros ante el Señor. Es un momento muy hermoso y que nos une a pesar de la distancia.
El viernes santo es el día de la pasión y de la muerte. En comunidad habíamos decidido hacer un trabajo comunitario en favor de alguna persona necesitada. Estuvimos mirando en el barrio y de verdad que son muchas y algunos trabajos eran enormes, más allá de nuestras posibilidades y competencias. Así que decidimos arreglar la entrada de papá Tobie que lleva varios años en su casa sin salir a causa de una parálisis de medio cuerpo. Su mujer también se quemo el brazo el año pasado y lo tiene  casi inutilizado. Ellos tuvieron varios hijos y todos han muerto, ahora les quedan solo los nietos, que gracias a Dios intentan cuidarlos. Ya veréis en las fotos como estaba su entrada en lo alto de una colina y lo que pudimos hacer. Otro grupo junto a los vecinos intentamos arreglar y acondicionar el camino cerca de casa para que el camión de la basura pueda venir y depositar los contenedores de basura. Antes lo hacía pero el camino se estropeo y desde hace casi seis meses no viene. La gente sigue echando la basura al suelo y os imaginareis la suciedad y los olores, así que hace ya varios meses, escribí una carta que firmaron la mayoría de los vecinos solicitando de nuevo los contenedores y después de mucho esperar y llamar varias veces, al final vinieron y nos dijeron que había que arreglar el camino y luego vendrían, así que nos pusimos manos a la obra.
Algunas vecinas habían concienciado y animado para que la gente trabajara, pero en realidad la respuesta fue solo de niños, mujeres, algún joven y un adulto musulmán. Os aseguro que fue un trabajo duro pero también muy bonito de trabajar juntos y de hacer ver que si queremos y nos juntamos podemos cambiar un poco la realidad de pobreza de nuestro barrio.  
Acabamos y nos pusimos a transportar los bancos y las sillas con la gente para celebrar la pasión al aire libre bajo unos mangos grandes. Todo estaba preparado y desde hacía más de cuatro días había grupos de personas que venían para limpiar el sitio. La decoración del altar y del lugar fue muy bonita, pero poco antes de que comenzara la celebración el cielo se puso negro y cayo una lluvia torrencial con una intensidad inusual. Lo justo que pudimos recoger los aparatos de megafonía y ponerlos al cubierto bajo el cobertizo que cubría el altar. Y los que allí estábamos nos refugiamos apretándonos para darnos abrigo y porque el aire era violento y la lluvia llegaba de todos los lados. Pero no todos buscaron el cobijo del cobertizo. Había un grupo de niños que corrían bajo la lluvia torrencial como si de nada se tratase y era porque buscaban los deliciosos mangos que caían de los arboles debido a la lluvia y al viento. Sin miedo al agua ni al resfriado corrían recogiendo los mangos que más de uno queríamos comer pero que la lluvia nos retenía por miedo a mojarnos y al catarro.
Cuando la lluvia paro, todo el mundo se puso a recoger y a transportar las cosas para celebrar la pasión en la iglesia pues allí era imposible debido al barro.
La celebración comenzó primero con el rito tradicional llamado Esani, es un rito que se celebra en la muerte de personas importantes y que han dejado huella entre los suyos. Varias personas amigas o conocidas del difunto se acercan al cabeza de familia y le preguntan ¿Cómo ha muerto y de qué ha muerto? Es cierto que hoy en día ha degenerado u poco y muchas veces la pregunta es ¿Quién lo ha matado o quien es la causa de su muerte? Claro está que este rito se ha adaptado un poco y varias personas se pusieron en pie y se presentaron ante el sacerdote que presidia la celebración preguntando que como era posible que Jesús hubiera muerto. El primero dijo que era Nicodemo, aquel amigo de Jesús que fue a escondidas para hablar con él. La segunda fue la hemorroisa, esa mujer que estuvo 18 años enferma con hemorragias y que fue curada por Jesús; el tercero fue Lázaro, el amigo intimo de Jesús que este resucito después a la vida de cuatro días de muerto; la cuarta fue la samaritana, esa mujer a la que le pidió agua y que se convirtió en mensajera suya; la quinta fue la mujer adultera que Jesús perdono de sus pecados; y por ultimo María, la madre de Jesús que vino rodeada por un grupo de mujeres que la acompañaban. Cada uno hablaba un poco de lo que conocía de Jesús y terminaba con la misma pregunta ¿Por qué lo han matado? Luego se hizo un pequeño baile al compas de los tambores tradicionales que anuncian la muerte y se continuo con la lectura de la pasión. Esta vez fue cantada y escenificada un poco por la coral que canta en ewondo y todos seguimos atentos aun sin comprender demasiado pero los gestos ayudaban a seguir la historia.
Cuando la celebración acabo el grupo que iba a escenificar el teatro de la pasión se puso manos a la obra pues no quedaba mucho tiempo. Este año fue también una novedad pues no se limitaron a representar la pasión y basta, sino que la hicieron en modo de musical con cantos que iban cantando ellos mismo. El silencio en la iglesia no era mucho, este no es el fuerte de la gente aquí. Además la noche y todo eso hace que el ruido sea mayor. Personalmente me gusto más que la del año pasado y un momento muy bonito fue cuando Jesús estaba en la cruz que su madre hacia una reflexión de su vida acompañada de otra que cantaba muy bien. A más de uno se le saltaron las lagrimas.
El sábado Santo fue un día más tranquilo, toda la mañana la pasamos confesando a la gente, y de verdad que de nuevo hubo mucha gente y que venían no solo por cumplir sino con ganas de acercarse al Señor. Por la tarde no había mucho que hacer así que me había propuesto de dar un paseo a Antoine, un vecino al que le llevo la comunión pues tiene parkinson y no sale de casa desde hace cinco años. Físicamente le cuesta moverse y habla despacio pero tiene una cabeza muy brillante. De hecho es él mi profesor de ewondo, cada semana suelo preparar con él las lecturas, oraciones y otras cosillas en ewondo, y de verdad que es exigente y nada complaciente. Le decía los trabajos que se estaban haciendo en la construcción de la iglesia y me dijo que desde hacia cinco años no salía y no veía nada, así que me propuse buscar una silla de ruedas para darle una vuelta. Otro día visitando a una vecina vi en un rincón de su salón una silla de ruedas que no sé porque allí estaba y le pregunté si podría utilizarla un día para sacar a Antoine. Ella me dijo que cuando quisiera, así que el día llego y fui con mi bomba de bicicleta, hinché las ruedas y fui a buscar a Antoine. Fuimos a ver los trabajos dela iglesia, entramos en la sala en donde celebramos la misa para que viera la decoración que habían puesto para la vigilia pascual, lo traje a nuestra casa y aquí se tomo una cerveza y un pincho. Luego dimos una  vueltica por el barrio y lo regresé a su casa. Me agradeció la vuelta aunque al día siguiente cuando fui a llevarle la comunión lo encontré en la cama. Había tenido diarrea y estaba cansado, le dije que espero que fuera a causa de mi paseo y se sonrió un poco.
La vigilia pascual comenzó a las 20’30 y acabamos hacia medianoche. Había un grupo de 18 jóvenes que fueron bautizados y dos entre ellos recibieron también la bendición de su matrimonio por lo que la alegría fue grande. Como siempre es una celebración muy bonita y alegre. Es costumbre que ese día la gente traiga cosas que nos ofrecen en el momento del ofertorio y ese día fueron muy generosos: fruta, agua, aceite, huevos, vino, azúcar… no nos podemos quejar.
Justo después de la celebración y de despedirnos de la gente pasamos un rato en comunidad entre nosotros celebrando y deseándonos la feliz Pascua, pero yo me retiré pronto pues debía celebrar la misa a las 6’30 de la mañana.
El domingo de Pascua a las 6’00 la iglesia estaba ya hasta los topes y se pusieron bancos fuera ya que no había sitio dentro, pero justo unos minutos antes de comenzar llego la lluvia que no duro demasiado pero que hizo que todos entraran y se apretujaran para evitar la lluvia.
Esta primera misa es en ewondo y animada por una coral que canta en ese mismo idioma. Los cantos son muy animados y hacen que la gente cante, baile y vibre de alegría. De verdad que es una misa distinta y que deja un buen gusto en la boca. Durante la homilía dije que el día de Pascua era la fiesta de las mujeres, pues Jesús se apareció en primer lugar a ellas. Es por ello que son ellas que llenan por todos los sitios las iglesias. Pero me permiti hacer una broma diciendo que “Jesús había sido inteligente al elegir las mujeres como aquellas a las que se presento en primer lugar. Les confió un secreto y como estas suelen guardar pocos secretos se sirvió de ellas para que su mensaje se difundiera por todos los sitios”. No lo hice con intención de molestar a nadie
Después de un merecido desayuno fui al hospital a visitar a una señora que acababan de operar y tras ella a otras dos personas, así que la mañana se paso volando. Por la tarde aproveché para visitar a algunos vecinos y también recibí la visita de otros. Como veis ha sido una semana intensa y creo que bien aprovechada. Ahora nos toca ser testigos de la vida en medio de esta realidad que no es siempre fácil ni hermosa para muchos. Vivamos cada día siendo testigos del resucitado, ¡FELIZ PASCUA 2014!


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