Sábado 16 de marzo 2024Noticias de Chad
Hola a todas/os:
En mi anterior mensaje comentaba los cortes de
internet como consecuencia de la guerra en Sudán, ahora ha sido el clima bélico
en nuestra capital quien nos ha dejado tres días sin ese medio. Oficialmente
todo empezó con un intento de atentado contra el presidente del Tribunal
Supremo seguido de un ataque armado contra la sede de los servicios secretos
(que en el lenguaje políticamente correcto llaman « inteligencia ») y como
respuesta el ejército atacó la sede de un partido y entre otros « neutralizó »
a su candidato a presidente. Ese « neutralizó » es de nuevo el lenguaje
políticamente correcto: los rebeldes asesinan cruelmente mientras que el
ejército neutraliza (en Colombia la guerrilla mata mientras que el ejército «da
de baja»). ¿Cuántos muertos en total? No hay datos oficiales, pero un conocido,
enfermero en la capital, afirma que en su centro recibieron 30 cadáveres. Como
el criterio para que noticias de África sean publicables en occidente establece
que hacen falta al menos 200 muertos este asunto ha pasado desapercibido.
Alguien se
ha debido de olvidar el horno encendido y con nosotros dentro porque aquí
empezamos a tostarnos. Una consecuencia del calor es la reaparición de las
serpientes, que como animales de sangre fría que son necesitan una buena
temperatura para moverse con soltura. Afortunadamente prefieren darse sus
garbeos de noche y por la mañana se perciben sobre la arena las inconfundibles
huellas de sus movimientos ondulantes. También las serpientes han hecho de las suyas. Por dos
veces se han hecho presentes mientras celebro la misa y en ambas ocasiones han
sido rápidamente neutralizadas. Peor le ha ido a una familia: como en esta
época hace calor la hija mayor dormía al aire libre y la madre descubrió con
horror que una víbora trepaba sobre ella y reaccionó sin pensar, dándole un
manotazo y claro, se llevó el mordisco. Está fuera de peligro a pesar de que
aquí las víboras son mortales porque la trataron a tiempo.
Lo de la víbora se une a otras desgracias que aquejan
a esta familia: de los ocho hijos cuatro han muerto y tienen una hija que se
tira de cabeza al suelo. No es epilepsia ni un desvanecimiento sino más bien un
deseo de autolesionarse. La han llevado al médico durante tres meses sin
encontrar mejoría. Un día que pasé para visitar a la madre se acababa de
lesionar y tenía una enorme brecha en la frente, pero lo que más me impresionó
fue la dureza de su mirada que parecía desafiarme y decir: «lo volveré a hacer».
En esta época recorremos los pueblos para preparar la
Pascua. A pesar del calor yo disfruto visitando a nuestra gente en bici y me
sigue sorprendiendo que las fuerzas no me fallen. Cuando se está a gusto se
aguanta lo que sea.
Abrazos y hasta otra. Antxón.
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