ECOS DE LA SABANA nº 93

Viernes 31 de enero 2020

Primeros auxilios, gestos que salvan.

Hace tres años falleció nuestro compañero Carlo Girola junto a muchísimas personas, sin duda más de un  centenar aunque la versión oficial habla siempre de 81 víctimas, en el trágico accidente de tren en lo que se ha quedado en la memoria colectiva como el accidente de Eseka. En su memoria y en memoria de todas las victimas creamos una fundación llamada FOCAGI con el fin de promover valores de solidaridad, fraternidad, de prevención y apoyo en las catástrofes. En los ecos de noviembre 2019 os hablaba de la donación de sangre que organizamos en nuestra parroquia el 3 de noviembre. Era la 1ª vez que esto se organizaba en el barrio y en la parroquia. La 2ª actividad ha durado casi 3 meses y ha consistido en una formación en los primeros auxilios. Cuantas veces nos podemos encontrar en situaciones de accidentes o frente a personas que necesitan ser asistidas y que hay que atender. La fundación ha ofrecido esta formación a los jóvenes de la parroquia como ayuda para la vida cotidiana. Muchos estaban interesados y muchos se apuntaron aunque al final los que han sido fieles durante los 2 meses y medio de formación han sido 23 personas. Hemos contado con el apoyo y la asistencia técnica de la cruz roja camerunesa (CRC) que nos ha permitido realizar esta formación gracias al estupendo formador llamado Christian, además vecino y parroquiano nuestro. Todos pensábamos que sería algo ligero pero en seguida nos dimos cuenta que era exigente con la parte teórica y luego todas las practicas que había que hacer. La semana pasada hicimos el examen teórico y práctico y ayer nos anunciaron que de los 23 que nos apuntamos aunque fuimos 21 los que nos examinamos, 13 han aprobado. Un signo de la seriedad con la que se intenta llevar adelante estos primeros auxilios. Parece que tardaran 3 o 4 meses antes de dar las atestaciones y pensamos aprovechar de ello para hacerlo durante una misa y así invitar a otros a comenzar este curso que volveremos a organizar y que tanto puede ayudarnos a descubrir los gestos que salvan vidas.  

Sábado 1 de febrero 2020

Cómo lograr la inserción socio-profesional.

El 11 de febrero aquí se celebra la fiesta de la juventud y con motivo de la preparación de este día la coordinación de los distintos grupos de jóvenes de la parroquia ha organizado esta tarde una conferencia para ayudar a los jóvenes que no tienen trabajo y andan buscándolo. Este es uno de los problemas mayores de este país, y  en especial de los jóvenes, el estar preparados con muchos estudios pero el no encontrar nada y el no intenta crear por ellos mismos algo para ganarse la vida. Raoul ha sido quien ha animado la conferencia. Es un antiguo amigo, estuvo unos años con nosotros los misioneros javerianos pero luego tomó otro rumbo y ahora trabaja en el ministerio de Pequeñas y Medianas Empresas, aunque él también ha lanzado su proyecto agrícola desde hace varios años. Un chaval con ideas y con ganas de luchar.

Él ha comenzado su intervención diciendo que para triunfar en la vida casi todo depende de la persona y del esfuerzo que haga. Insistiendo que a la base de todo éxito está el trabajo y el esfuerzo. Raoul ha insistido que el ser funcionarios es el gran sueño para muchos, por poder tener un sueldo estable, un seguro y para algunos por poder enriquecerse fácilmente aprovechándose de su situación y de la corrupción generalizada en la que vivimos. Aunque la realidad es otra pues normalmente el sueldo de estos funcionarios no suele ser muy alto. Es verdad que los que trabajan de un modo informal suelen ser mal pagados, por debajo de lo que deberían serlo.

Según Raoul unos 100.000 jóvenes terminan cada año la formación en universidades o grandes centros de enseñanza, muchos sueñan con emigrar y marcharse a otro país, pero son muy pocos los que piensan en crear su propia empresa y en lanzarse en la vida. Por eso él ha invitado a buscar nuevas salidas; para ello ha animado mucho a los jóvenes primero a observar bien a su alrededor para descubrir necesidades nuevas y encontrar buenas ideas que se puedan poner en práctica. Aquí hay un proverbio que dice “quien no se arriesga, no obtiene nada”. Esperemos que la presencia de Raoul sea un acicate para que algún joven, observe, piense y se arriesgue.

Lunes 3 de febrero 2020

Adelaide, casi todo el día sola pero cuidada con mimo.

Una actividad bonita que realizamos en nuestra parroquia es la de llevar la comunión cada semana a los enfermos que pueden recibirla, que rondan casi los 50, y el visitar a otros para estar un rato con ellos y acompañarlos en su mal. Esto nos permite entrar en sus casas y ver también como estas personas son cuidadas con más o menos cariño y atención. Es cierto que no es fácil para las familias pues no hay ningún apoyo del estado ni en la inmensa mayoría ninguna seguridad social que permite comprar los medicamentos que estos enfermos necesitan a bajo coste. El tener a su cargo un enfermo o una persona anciana es a veces un peso grande para la familia.

Adelaide es una mujercilla mayor, con una edad difícil de calcular, según su carnet de identidad nació en el 38 es decir que tiene 82 pero es fácil que pase de los 90 pues antes aquí no se solían hacer las actas de nacimiento con veracidad sino que ponía nacida hacia el año ... Vive con su hija Bernadette, viuda desde hace muchos años y que trabaja de modista. Esta sale de su casa cada mañana a eso de las 7 de la mañana y regreso a eso de las 6 o 7 de la tarde ya que es ella la jefa de su taller y la que debe abrir y cerrarlo, con un par de chicas que trabajan bajo su cargo. Vive de su trabajo y hay que decir que le va bien, su marido era modisto y tenía mucha clientela que ella continua de acompañar. Tiene 2 hijos mayores ya casados y que viven en otros barrios de la ciudad. Antes tenía un sobrino en su casa y cuando ella estaba fuera se quedaba en la casa y estaba atento a la abuela, pero este se metió en un mundillo de drogas y de trapicheos y Bernadette le pidió que se volviera a su casa. Ahora, cuando ella se va de casa al trabajo, le deja a su madre la comida al lado de la cama y la deja sola hasta que vuelve por la noche. Imaginaros una persona mayor que está casi todo el día en la cama, sola y sin nadie a su cargo. Es tremendo y duele mucho. Hemos hablado con Bernadette varias veces de ello y claro está tampoco para ella es fácil. Por un lado no puede quedarse en casa con su madre pues vive de su trabajo y por otro dejar a una persona desconocida en su casa no le parece normal. Es cierto que a veces una de sus hijos viene y se queda allí con la abuela. El domingo es el día libre de Bernadette y hay que decir que el día es para su madre, después de la misa de las 6h30 de la mañana regresa a su casa y se dedica en cuerpo y alma a Adelaide. La lava bien, la saca al patio para que le dé un poco el sol y mientras ella lava allí la ropa. Normalmente cuando voy a llevarle la comunión a media mañana allí está la viejilla queriendo irse a la cama, pero yo le enredo un poco para que siga allí. Es una de las raras personas que solo habla su idioma y no entiende nada de francés, así que es gracias a Bernadette que intentamos explicarle el evangelio del día y decirle algo, y de verdad que es bonito el ver el cariño con el que su hija hace esto. Antes de irme tengo que aceptar el donativo que Adelaide hace para dar las gracias, está claro que es la ofrenda de su hija, pero ahí me da siempre 100 francos, unos 15 céntimos, para dar las gracias por el apoyo recibido. Podréis ver en el blog alguna fotico de madre e hija.

Varias veces hemos pensado que estaba en las últimas pero es increíble la fortaleza y la resistencia que esta mujer tiene, y eso que no toma ningún medicamento y no tiene ningún cuidado durante todo el día. Que el Señor siga protegiéndola y acompañándola, y también a Bernadette con todo lo que tiene que hacer.

Lunes 10 de febrero 2020

Frente al corona-virus aquí sin medicamentos contra la tuberculosis.

Desde hace unas semanas todas las miradas se dirigen hacia China y la epidemia que allí ha comenzado y que corre el peligro de propagarse por todo el mundo. Uno se pregunta cuánto de lo que nos dicen es cierto y cuál es la verdadera gravedad de esta enfermedad, de dónde viene y cómo hacer para frenar su avance. Es cierto que si este virus llegara aquí me pregunto qué haríamos y cuáles serían las consecuencias viendo el lamentable estado en el que la sanidad se encuentra en este país. Muchos dicen, y yo comparto en gran parte esta idea, “es Dios quien nos protege”, ya que cuando ves como tratan a los enfermos en los hospitales, la atención sanitaria que hay y los gastos que eso conlleva a la gente, uno se da cuenta que la salud aquí es un motivo de acción de gracias continuo.

En estas últimas semanas hemos acogido un compañero que trabaja en Chad y que vino enfermo, así que he pasado mucho tiempo acompañándolo al hospital para ver a diferentes médicos y hacer análisis y pruebas. Antes de ayer ya le dieron el alta y pudo regresar de nuevo al Chad, pero durante la última visita el médico que le atendía, que se ocupa sobre todo de enfermos de tuberculosis y de Sida nos dijo que menos mal que no tiene tuberculosis como al principio sospechaba pues el hospital, desde hace un mes, se ha quedado sin medicamentos para curar esta enfermedad. Son medicamentos que deberían distribuirse gratuitamente pero desde primeros de noviembre el gobierno no distribuye estos medicamentos a los hospitales o centros encargados de acompañar a estos enfermos. Al parecer el origen del problema es que hay un conflicto entre las aduanas, el ministerio de sanidad y  el de finanzas. Los unos echan la culpa a los otros y por pitos y flautas los medicamentos siguen bloqueados en el puerto de Duala, mientras los enfermos no pueden tomar el tratamiento poniendo en peligro sus vidas y la vida de todos los que los rodean. El medico nos decía como el Sida está aumentando considerablemente y su contagio comienza a ser preocupante. Nos hablaba de muchos bebés o niños pequeños contagiados de Sida o de tuberculosis, así que ya podéis imaginar las consecuencias de no poder disponer de estos medicamentos para millones de personas. Y mientras tanto seguimos atentos a la China y al corona-virus que monopoliza todos los telediarios sin decir ni una palabra de este problema que afecta a cientos de miles de personas y que hace que la vida de estos y de otros muchos esté en peligro.