Jueves 7 de Noviembre 2019
Hace más el que quiere que el que puede.
Una de las pasiones de la mayoría de
los cameruneses es el futbol, y cuando juega el equipo nacional llamado les lions, es decir los leones, o el
femenino les lionnes, las leonas, aquí
se ralentiza el ritmo de la vida. Hace unos años fueron un equipo faro en toda África,
pero llevan ya años de capa caída a pesar que hace 2 años ganaran la copa de África de las
naciones. El problema son las disputas internas que hay, los cambios de
entrenador que no se sabe de dónde vienen, la elección de jugadores para jugar
los partidos más impuestos por obligaciones de políticos y de amigos que por el juego y la valía que
estos tienen. El caso es que todos aquí dicen que los “leones” han perdido los
dientes y ya no son lo que eran. Pero la pasión por el futbol y los sueños de
muchos jóvenes de destacar en este deporte para conseguir un billete para
Europa sigue presente en la cabeza de muchos jóvenes. También hay que decir que
este mundo de desigualdad, en donde las mujeres, a pesar de lo que son y de lo
que hacen son consideradas menos que los hombres, este deporte es un medio de integración
y de promoción de la mujer pues el equipo de las “leonas” han logrado bastantes
triunfos en los últimos tiempos y han aportado el sentimiento de orgullo
nacional que el de los hombres no ha logrado aportar.
Espoir es una chica de nuestro barrio,
tuvo un accidente de coche de pequeña y se quedó con molestias en la espalda
que le acompañan hasta ahora. Es una apasionada del deporte y sobre todo del
futbol. Hace unos meses vino a hablar conmigo y a compartir sus sueños y sus
ilusiones. Quería crear un equipo de futbol femenino y me pedía la posibilidad
de venir a entrenar en nuestro pequeño terreno de futbol, único en todo el
barrio. La idea me pareció muy buena y vimos cuales eran los momentos en los
que el campo se utilizaba poco y así se programó unos días de entrenamiento
para ellas. Las primeras veces ahí se le vería entrenando con una o dos chicas,
sin un equipo, pero no por eso se desanimó. En el verano solemos organizar un
torneo de futbol en el mes de agosto para niños y jóvenes, pero ella se unió a
los que organizaban y propuso de organizar otro para chicas. Tres fueron los
equipos de chicas que se presentaron y que jugaron, con la calurosa acogida y
asistencia de muchos espectadores. Yo creo que eso fue lo que le ayudo a crear
el equipo de chicas del que ahora ella es entrenadora. Y lo hacen con mucha
seriedad, un par de veces a la semana ahí están corriendo, haciendo ejercicio y
jugando algún partidico.
Hace unas semanas tenían que jugar
su primer partido oficial contra otro equipo femenino en un barrio lejano;
Espoir vino a informarme del partido y de un problemilla que tenían y era el no
tener unas camisetas iguales para todas las chicas. Es así que me vino a la
cabeza el ofrecerles una equipacion que me había regalado hace unos años un
amigo de mi pueblo que trabajaba en la Caja Rural y claro llevan la publicidad
de la Caja Rural. Aunque tienen varios años están como nuevas, así que le di
las camisetas como colaboración a todo lo que ella estaba haciendo. En el blog veréis
las foticos que me envió del equipo con esas camisetas, están muy bonitas y les
quedan muy bien. Y por si fuera poco hay que decir que no lo hicieron tan mal
ya que ganaron 3 a 1. Muchas de esas chavalas son todavía jóvenes y nadie sabe
lo que el futuro les tiene deparado pero os aseguro que Espoir y esas chavalas
son un ejemplo de que hace más el que quiere que el que puede.
Domingo 17 de Noviembre 2019
Domingo de los pobres.
Creo que este día habrá pasado
desapercibido para muchas personas pero vale la pena el recordarlo y el no
permitir que el olvido se lo lleve como la hoja que se lleva el viento en estos
meses de invierno. El papa Francisco desde hace dos años ha invitado a celebrar
el domingo anterior del domingo de Cristo Rey del Universo, último domingo del
año litúrgico o de la iglesia, el domingo llamado de los pobres. Y el motivo es
el permitir que la sociedad y nuestro mundo se dé cuenta de las grandes
desproporciones y desigualdades que existen entre los hombres y los países, que
en vez de disminuir parece que no cesan de aumentar. El lema de este año era “la esperanza de los pobres nunca se frustrará”,
y me parece que tiene mucho de cierto.
Cuando uno ve los datos de la riqueza
en el mundo se queda asustado al darse cuenta que la riqueza cada vez más se
centra en menos personas y podemos decir que un puñado de ricos poseen mucho más
que miles de millones de personas en el mundo. Así como en España la clase
media es muy numerosa, aquí es curioso el constatar la ausencia casi total de esta
clase media. Hablando este domingo con gente en el barrio me hacían ver que aquí
en Camerún hay un grupico de ricos que tienen mucho y hasta demasiado y una
inmensa mayoría de personas que se pueden calificar casi de pobres pues viven día
a día, y cuando hay una enfermedad o un problema que les sorprende están con el
agua al cuello.
He logrado encontrar algunas imágenes en internet
que subiré a las fotos en el blog y lo podréis leer, pero uno siente impotencia
ante todo esto y este modo de acaparar y de utilizar lo que Dios ha puesto para
el bien y el uso de todos. Es cada vez más claro que esta riqueza del mundo en
vez de beneficiar a la mayoría lo que está provocando es más pobreza y
desigualdad, y como dice el lema de una campaña, “es una riqueza que empobrece”.
El papa, hombre con los pies por
tierra y que nos invita a gestos concretos, no habla mucho de la pobreza
estructural, ni de los objetivos del milenio, que se quedan muchas veces en
lemas bonitos pero vacíos de significado. Este año, al mismo tiempo que
denuncia esta gran desigualdad y al mismo tiempo que hace ver este gran
problema que produce millones de muertes, nos invita a una cosa concreta. Él nos
interpela a ver cuántos amigos pobres tenemos, cuantas personas pobres
visitamos, de cuantos pobres nos preocupamos. E insiste que cada uno deberíamos
tener al menos un amigo pobre, eso serviría a disminuir la pobreza del mundo, a
no estar indiferentes con estas grandes desigualdades que vemos a nuestro
alrededor, a intentar aliviar, al menos un poco, esta pobreza y a darnos cuenta
que podemos vivir de otro modo. La idea no me parece descabellada y creo que podría
ser nuestra resolución al celebrar el domingo de los pobres.
Martes 26 de Noviembre 2019
La vida es dura.
A menudo a la pregunta rutinaria ¿Cómo
va todo? Que se hace cuando encuentras alguna persona que conoces y con la que
llevas un poco de tiempo que no ves, una de las respuestas que te dan aquí, es “vamos
tirando”, o “es dura la vida”, o “seguimos empujando y poniendo la cuña”. Todas
estas expresiones que hacen ver lo que decía en el último comentario a propósito
del domingo de los pobres y del aumento de la pobreza.
El domingo en una reunión que
tuvimos había algunas mujeres que incitaban a los jóvenes a hacer más, a ser
emprendedores, a no bajar la guardia ni cruzar los brazos, a luchar y a buscar cómo
salir para adelante. Jeanne, una joven que estudia 3er año en la
universidad, estaba presente y después de que las mujeres hablaran intervino
diciendo que la situación fuera no es fácil para los jóvenes. Los hay que
intentan vivir con ilusión y echándole ganas a la vida, como ella, pero la
realidad es que la vida es dura y con pocas posibilidades. Ella hacia ver la cantidad de jóvenes
diplomados, licenciados, con master y hasta con doctorados pero que viven con
un futuro incierto haciendo pequeños trabajillos, la mayoría de las veces precarios
y mal pagados, pues no hay trabajo y el que hay esta cotado para aquellos que
conocen a uno u otro y que puede echarles una mano.
Os aseguro que no es fácil el estar
en medio de estos debates y el decir algo con sentido y realismo a estas madres
que quisieran que sus hijos hicieran más, y a estos jóvenes que ven el futuro
bastante negro y con pocas salidas. Por otro lado, intento no caer en el círculo
vicioso del desánimo y del decir que no hay nada que hacer, y busco modelos de jóvenes
que no cruzan las manos, que no desesperan y que siguen luchando contra toda
esperanza, y que son ejemplos para otros que se quedan en “la vida es dura”.
Y para acabar os pongo algunas reflexiones que encontré y que me parecen
muy bonitas y pertinentes:
TIEMPO DE ADVIENTO
Es necesario descubrir
el sentido pleno del Adviento como actitud cristiana fundamental: esperar a
Dios y esperarlo en Jesús; creer en su venida progresiva, misteriosa pero real,
a nosotros, al mundo. El Adviento es ese tiempo concreto que rompe nuestra
rutina y nuestra comodidad para ponernos en camino de conversión, para centrar
nuestra vida no en una irrealidad, sino en la realidad maravillosa de Jesús que
se nos acerca con una oferta de un nuevo Proyecto de Vida.
Cada
día es una nueva oportunidad. Hoy es el primer día de mi futuro.
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