"Mientras algunos intentan ir a la luna, otros intentamos llegar a los poblados. Ecos de la vida cotidiana de los poblados de Chad y de Camerún"
miércoles, 25 de septiembre de 2019
domingo, 22 de septiembre de 2019
ECOS DE LA SABANA 83
Sábado 21 de septiembre 2019
En un mismo mundo pero con diferencias abismales.
Heme aquí de nuevo en Yaundé desde hace 10 días y os aseguro que no ha
habido casi tiempo de transición, son muchas las cosas que me esperaban y las
obligaciones que tenía pendientes.
El viaje se pasó muy bien sin ningún incidente y en poco más de 12 horas
me he encontrado de nuevo con mi querida África que me ha acogido con un
maravilloso sol y al rato con una lluvia torrencial como signo de bendición. Luego llegaron el encuentro y los saludos con
hermanos, amigos y conocidos. Aquí la mayoría al saludarte te dicen “¿dónde están las provisiones que tu
familia nos ha enviado?”. Como veis un saludo totalmente gratuito… hubo un
compañero que solía responder con esta frase, “son las mismas que tú les
enviaste”. Como veis no es una respuesta muy delicada que se diga por eso yo
prefiero sonreír y decir que ya las recibirán y se quedan tranquilos, es casi
como una muletilla para muchos. Esa misma tarde del jueves había el funeral de
un amigo, Christophe, que había muerto hacia unas semanas y tenía ganas de
participar y acompañar a la familia.
Christophe era un hombre fuerte y robusto de unos 60 años, muy bueno,
siempre sereno y alegre a pesar de los muchos problemas que tenía en su
familia. De vez en cuando me gustaba ir a su casa a comer el cuscús de
mandioca, una especie de puré de mandioca o yuca que es un poco pegajoso, y que
siempre se acompañaba con la salsa de gombo, que es una verdura como el
pimiento pero que hace una salsa espesa que me gusta mucho y que su mujer
cocinaba muy bien. Cada domingo Christophe llevaba la comunión a varios
enfermos y cualquier servicio que le pidieras intentaba hacerlo con alegría. El
verano pasado estuvo muy enfermo, decían apendicitis, pero después de estar 3
semanas en el hospital y de gastar mucho dinero en muchos análisis y exámenes médicos
lo enviaron a su casa sin ser operado y sin saber cuál era su verdadera enfermedad.
Hace un par de meses se puso mal y la cosa ha ido en picado. Según un compañero
tenía un cáncer en el hígado o en el páncreas, pues tenía el estómago muy
hinchado, que no fue tratado por los médicos y que ha sido más fuerte que él. Como
otras veces os he dicho, aquí la vida no vale nada y es Dios quien vela sobre
nosotros y sobre la gente sencilla pues la situación sanitaria deja muchísimo que
desear.
El domingo a la tarde me puse en camino hacia Garoua, ciudad al norte del
país a unos 1175 km de aquí. Tenía una reunión con otros compañeros de Camerún
y de Chad para coordinar nuestro trabajo de los misioneros javerianos en estos
dos países. Los primeros 900 km fueron más o menos rápidos, poco más de 17
horas en el autobús con una carretera bastante buena y durmiendo lo que se podía
entre control y control, pues hubo varios controles en donde la policía obligaba
a todos los viajeros a bajar del autobús para controlar los documentos. Llegué a
Ngaundere, más o menos el centro del país, y allí a la media hora seguimos con
otro autobús los últimos 275 km que nos separaban de Garoua. Esta vez la carretera
era un desastre, todo agujeros que parecían en algunos tramos trincheras de
guerra, y que obligaban a circular a paso de tortuga, otras veces uno saltaba
dentro del autobús como si estuviera en alguna atracción de ferias. Pero lo más
triste era ver camiones volcados con las ruedas hacia arriba y toda la carga
por el suelo: sacos de cacahuetes, madera…( ya lo veréis en alguna fotico que pude
hacer desde el autobús). Y no digo nada
de la cantidad de vehículos averiados a lo largo de toda la carretera. Fijaros
que esta es la única carreta nacional que une el norte con el sur del país. Por
ahí transita todo pues no hay otro medio de comunicación ya que el tren se para
en Ngaundere. De verdad una pena y daban ganas de llorar. Bueno y no puedo
dejar de deciros que para hacer este último tramo de 275 km empleamos 9 horas
prietos como sardinas y balanceándonos hacia todos los lados. Pero gracias a
Dios llegamos vivos y coleando, aunque con ganas de bajar del autobús y de estirar
los pies.
Domingo 22 de septiembre 2019
“No podéis servir a Dios y al dinero”.
Esta frase que pongo como título creo que os suena, no es mía sino que
es del evangelio de hoy domingo y se encuentra en Lc 16,13. Unos versículos más
arriba Jesús dice otra frase muy bonita e importante: “quien es de fiar en lo menudo también
en lo importante es de fiar, el que no es honrado en lo menudo tampoco en lo
importante es honrado”. Me ha servido para hacer una reflexión durante
la misa que he celebrado esta mañana en una iglesia repleta de gente sobre todo
lo que vemos aquí a nuestro alrededor, que está llevando a este hermoso país cada
vez más hacia el abismo. Los pobres son cada vez más pobres y se acercan cada
vez más a una miseria insultante mientras que los que tienen mucho siguen acumulando
más. Hay gente que entra en sociedades secretas o en sectas y que son capaces
de todo, incluso de matar y de hacer las cosas más horribles que uno pueda
imaginar, por ascender, subir de rango y tener más dinero.
El año pasado el comité de futbol africano le quitó a Camerún la CAN,
Copa de África de Naciones, que se debía organizar este verano pasado aquí pues
las infraestructuras no estaban hechas y había un retraso enorme, y esa CAN se organizó
en Egipto. A partir de ahí salieron muchas cosas a la luz: empresas que habían
facturado 1 saco de cemento de 50 kg a 23 E, cuando en el mercado este se vende
a 7 E y claro eran miles y miles de sacos. Otros que hacían pagar el camión de
arena a 775 E cuando el precio que se suele pagar fuera ronda los 200 E, y como
estos hay mil y un ejemplos. El caso es que ningún estadio estaba ni sigue
estando terminado y según los medios de comunicación los estadios que se estaban
construyendo aquí en Camerún era los más caros del mundo con creces, y a pesar
de eso no se habían acabado.
Esto es justo para deciros la realidad de mentira, abuso, corrupción,
robo y saqueo en el que vivimos. Y claro, los primeros perjudicados son la población
sencilla que se encuentran sin carreteras medianamente decentes para viajar y
para poder llevar los productos que cultivan en los campos y venderlos en las
ciudades. Son ellos los que sufren de no tener hospitales dignos de ese nombre.
Son siempre ellos, los más pobres, los que ven que sus hijos frecuentan escuelas
en donde se carece de todo, ya que algunos espabilados han saqueado y dilapidado
los bienes públicos en su propio interés personal.
Como el trabajo escasea y los que buscan el trabajo son muchísimos, son muchas
las mujeres que trabajan limpiando y cocinando en las casas de otras personas
por un sueldo de 38 o 45 E al mes. A pesar de que la vida aquí es cara y os imagináis
cómo esas personas pueden hacer para sobrevivir. Yo comentaba en la homilía la
importancia y la invitación que Jesús nos hace por el trabajo bien hecho, con
conciencia, siendo honrados en las pequeñas cosas como en las grandes y pagando
un sueldo justo a estas personas que están obligadas de aceptar situaciones de
injustica que gritan al cielo. Solo así nuestro país podrá avanzar y salir de
esta situación en donde unos pocos viven y derrochan, mientras que la mayoría sobrevive
y lucha por sobrevivir.
miércoles, 11 de septiembre de 2019
ECOS DE LA SABANA Nº 82
Martes 10 de septiembre 2019
África la gran olvidada.
Hoy, a su regreso del viaje que el
Papa Francisco ha realizado en 3 países africanos: Mozambique, Madagascar e
islas Mauricio, decía a los periodistas “África
está llena de vida”. Han sido 6 días que el papa ha pasado por tierras
africanas, en donde ha estado en muchos sitios, ha elegido, como es su estilo,
visitar lugares de pobreza en donde la iglesia está comprometida con los más
necesitados, ha realizado encuentros y misas multitudinarias como lo hizo en
Antananarivo, capital de Madagascar, en donde había más de un millón de
personas que asistieron, la mayor concentración de personas realizada en esa
enorme isla hasta el momento. Pero me parece que eso ha pasado casi inadvertido
para la mayoría de los medios de comunicación en España, excepto en algunas
revistas o televisión muy ligada a la iglesia. He oído muy pocas noticias de
esta semana de visita del papa por estos 3 países y casi ninguna imagen. Esto contrasta
mucho con la cobertura mediática que tuvo la reunión del G7 hace unos días también
en el sur de Francia y con otras muchas noticias que se repiten sin cesar en
nuestras pantallas. Desde hace un mes todos sabemos los trapicheos y las
negociaciones para que Neymar vaya al Barça o sobre tantos otros jugadores que
ganan cifras astronómicas por jugar al fútbol. Ya ha comenzado la liga y los
fines de semana los partidos llenan el día y distraen a muchos millones de
personas. Es cierto que yo soy el primero en buscar qué ha hecho Osasuna y cómo
va. Pero es curioso que una persona como el papa Francisco que habla fuerte y
denuncia las injusticias y las desigualdades de nuestro sistema, que nos hace
ver que todos hemos sido emigrantes, como el mismo lo es pues nacido en
Argentina, porque sus padres emigraron de Italia en los difíciles años entre
las guerras del siglo pasado, sea silenciada y dejada de lado.
En estos meses de vacaciones he
visto un poco la tele y me ha sorprendido el ver estos telediarios que no
acaban nunca en donde las noticias más variopintas y sorprendentes que parecen
sacadas del periódico “el caso” llenan las portadas y en donde el tiempo es
analizado, estudiado y comentado durante más de 10 minutos, hasta el punto que
uno empieza a sudar de solo ver los mapas con colores rojos que anuncian el
calor que hará. Pero curiosamente me ha parecido que hay un silencio brutal y aterrador
de lo que ocurre en gran parte del mundo: África, Asia… casi ninguna noticia de
esos continentes, o lo que es lo mismo, eso importa poco para la opinión pública.
Algunos días he estado comiendo en casa de unos primos que les gusta ver la
cinco y me ha aterrado y cansado el ver todos esos cotilleos de pacotilla y ese
morbo por saber y decir tonterías de la vida de cuatro famosos que viven del
cuento, como si eso fuera tan importante. Otros viven consumiendo series y películas
que las distintas operadoras de televisión ofrecen para distraer y vender sus
productos. Y claro comparando una cosa y otra me voy con la impresión, quizás sea
mía y sea errónea, que África no interesa y todo lo que allí ocurre no es
noticia pues aquí se está cansados de tantos problemas que vienen de allí:
pobreza, emigración, clandestinos, pateras, epidemias, muerte, violencia…
Por otro lado me parece que la
iglesia no es noticia, o mejor la iglesia es noticia si hay noticias de escándalos,
de abusos, de denuncias, de problemas… que yo soy el primero a denunciar y a no
aceptar en absoluto. Pero lo que el papa Francisco está haciendo y los valores
que este hombre sigue transmitiendo y anunciando no son noticia. Allí en Camerún
hay un proverbio que dice “un árbol que
es cortado al caer hace un gran estruendo, pero un bosque que crece no hace
ruido”. Y tienen toda la razón; el bien no hace ruido ni se necesita que
haga. Pero cuando nos machacan durante días y horas y nos obligan a escuchar
discursos de políticos que solo buscan su interés y sus privilegios, creo que también
merece la pena oír algunas palabras y algunos mensajes de este hombre que habla
siempre buscando el bien de los más necesitados y que no duda en alzar su voz,
aunque no sea compartida por la mayoría.
Desde aquí creo que es justo el dar las
gracias al papa Francisco por lo que hace y por su preocupación e interés por África
y por los pobres y olvidados de este mundo. Que sepamos estar atentos a lo que
ocurre en estos sitios y demos gracias a Dios por el bosque que crece,
silencioso y que hace que este nuestro mundo sea un poco más bonito y acogedor.
Miércoles 11 de septiembre 2019
De nuevo en camino
Como dice el poeta “todo pasa y todo llega…” y esta noche debo coger el avión
rumbo a Addis Abeba, para llegar mañana hacia el mediodía a Yaundé. Han sido
dos meses y medio de descanso, de reencuentro con familiares, amigos y muchas
personas. Tiempo que me ha ayudado a poder desconectar del ritmo bastante
intenso y de las actividades que llevo entre manos en Yaundé. Y aunque parezca
mentira los sentimientos que hoy me acompañan son contradictorios: el de pena y
tristeza por dejar a los seres queridos junto al de paz y ganas de llegar allí para
continuar mi tarea y poner al día bastante cosas que me esperan allí.
No sé si con el paso de los años nos vamos haciendo más sensibles o frágiles
o si es algo normal, pero cada regreso hacia la misión es siempre un poco
sufriente. Y no es por lo que allí me espera: menos comodidades, o menos
caprichos, problemas muy frecuentes a causa de la pobreza y de una situación económica
precaria. En realidad estoy contento de estar allí y de vivir mi vocación y mi misión
entre esa gente que tanto me aporta y de la que tanto recibo, en atención,
cariño, alegría, acogida… pero al mismo tiempo cuesta un poco el despegarse de
los que he codeado y encontrado en estos meses de vacaciones. Han sido muchas
las personas encontradas, muchas sonrisas y muchos ratos muy agradables pasados
en compañía de unos y otros. Muchos recuerdos y muchas inquietudes compartidas.
También muchos los gestos de generosidad y de compartir que me han dejado
boquiabierto, y que me han hecho tocar con mano lo que es la providencia. Mucha
la confianza puesta en mí y en nosotros los misioneros, que me sorprende y al
mismo tiempo me invita a vivir con seriedad, austeridad y dedicación hacia los demás.
Son muchos los que se beneficiaran de esta ayuda y espero que sea utilizada con
conciencia respetando a los que la han entregado.
A todas estas personas quiero decir mil gracias por todo lo vivido,
compartido y ofrecido durante este tiempo. El evangelio del domingo pasado nos
invitaba a saber abandonar la familia, amigos, riqueza y hasta nuestro propio egoísmo
para seguir a Jesús, que podamos caminar cada día tras él con alegría. Y como
me gusta decir, aunque la distancia nos separe seguimos unidos en el recuerdo y
la oración.
Y para acabar os pongo algunas reflexiones que encontré y que me parecen
muy bonitas y pertinentes:
“… De
los pobres sabemos todo: en qué no trabajan, qué no comen, cuanto no pesan,
cuanto no miden, qué no tienen, qué no piensan, qué no votan, qué no creen, …
Solo nos falta saber por qué los pobre son pobres… ¿Será porque su desnudez nos
viste y su hambre nos da de comer? Eduardo
Galeano
“El
prójimo El prójimo no es algo que ya existe. Prójimo es algo que uno se hace.
Prójimo no es el que ya tiene conmigo relaciones de sangre, de raza, de
negocios, de afinidad... Prójimo me hago yo cuando ante un ser humano, incluso
ante el extranjero o el enemigo, decido dar un paso que me acerque, me aproxime
a él”. Carlo María Martini, sj
DONDE ESTÁ TU TESORO ALLÍ ESTÁ TU CORAZÓN. Un agente de bolsa que había perdido una gran fortuna se
acercó al maestro en búsqueda de paz interior. Fue inútil: el rico estaba
demasiado turbado con su dinero. No podía meditar. El maestro le dijo: Los que
duermen en el suelo nunca se caen de la cama. No se puede servir a dos señores.
Dime lo que realmente desea tu corazón y te diré lo que eres.
"El que quiera ser amado, que ame".
Le preguntaron a Mahatma Gandhi cuáles son los factores que destruyen al ser
humano. Él respondió así: - La Política sin principios, el Placer sin
compromiso, la Riqueza sin trabajo, la Sabiduría sin carácter, los Negocios sin
moral, la Ciencia sin humanidad y la Oración sin caridad. La vida me ha
enseñado que la gente es amable, si yo soy amable; que las personas están
tristes, si estoy triste; que todos me quieren, si yo los quiero; que todos son
malos, si yo los odio; que hay caras sonrientes, si les sonrío; que hay caras
amargas, si estoy amargado; que el mundo está feliz, si yo soy feliz; que la
gente es enojona, si yo soy enojón; que las personas son agradecidas, si yo soy
agradecido. La vida es como un espejo: Si sonrío, el espejo me devuelve la
sonrisa. La actitud que tome frente a la vida, es la misma que la vida tomará
ante mí
Frases
para dialogar
v Vivir no consiste en respirar sino en obrar.
v Quien sólo vive para sí, está muerto para los demás.
v La vida de un amigo, es la nuestra, como la verdadera vida
de cada uno es la de todos.
TANTO AMAS TANTO VALES. Fincas, casas y joyas; chalets, coches y veleros; cuentas
bancarias rebosantes ¡tanto tienes! ¿Tanto vales? Una hora con un anciano en la
residencia; un paseo con un discapacitado, por el parque. Una conversación, sin
reloj, con quien te busca… ¡Tanto amas! ¡Tanto vales!
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