Viernes 2
de Junio 2017
Murió con las botas puestas.
Este es
el título de una película de 1941 con Anthony
Quinn como actor, aunque el titulo original de la película es en plural, “murieron…”. No vayáis a pensar que son
un cinéfilo nada de eso pero al pensar a Bruno me ha venido esta frase a la
cabeza y hoy en día los buscadores de internet hacen el resto.
El 28 de mayo pasado murió de
repente nuestro cohermano Bruno Calderaro en Douala. Ese domingo por la mañana
estaba en la sacristía para celebrar la misa se sintió mal y lo llevaron a un
hospital cercano. Ya en el camino dijo a la religiosa que lo acompañaba que su
final estaba llegando, pero claro, ella no le hizo mucho caso. Le debieron
mirar un poco y al final de la tarde pidió que lo llevaran a casa. Los
compañeros después de la oración de la tarde fueron a verlo y a ver qué quería
para cenar pero llegaron tarde pues se marchó mientras ellos rezaban la oración
de la tarde.
Un gran golpe para ellos y para todos
nosotros, pero se marchó como vivió, con mucha discreción. A Bruno le faltaban
unos meses para cumplir 80 años, pero los llevaba muy bien, delgado y siempre
en movimiento, un trabajador infatigable, hombre de pocas palabras. Llevaba en
Camerún casi 30 años y antes estuvo casi 20 en Méjico, así que ya veis que ha
sido toda una vida dada al Señor y a la misión. Un gran constructor de
iglesias, salones parroquiales, casas de religiosos y religiosas, no solo en
Douala y en Bafoussam, otra ciudad de Camerún en donde trabajo mucho, sino ya
antes en Méjico. Pero lo que es curioso de él es que no era de los que hace las
cosas dando órdenes, sino que ahí lo veías encima del tejado clavando la
uralita o haciendo cualquier otra cosa. Pero los más difícil todavía, como se
suele decir es que eso no le quitaba tiempo en su trabajo misionero de
evangelización y anuncio. Su pasión era la catequesis y la formación de
catequistas y de hecho había elaborado un libro de catequesis que es utilizado
como manual de catequesis en toda la diócesis. Se puede decir que combinar el
desarrollo y la evangelización al mismo tiempo no es algo que todos podamos
hacer, pero Bruno logro hacer una buena síntesis.
El viernes 2 de junio fue
enterrado allí en Douala junto a la casa que el construyó y que fue su última
demora en la tierra. Y lo que es aún más curioso, en menos de un año es el
tercero que allí ha sido enterrado, junto a Giovanni y a Carlo, como veréis en
la foto.
Aunque hayan pasado casi tres
meses siento que tengo la obligación moral de recordar a este compañero y de
haceros descubrir las grandezas que Dios hizo a través de él. Se fue sin hacer
ruido, ni molestar, sin que nadie se diera cuenta, como era su costumbre
mientras estuvo en vida, y es por eso que puedo decir que murió en el combate
de la misión “con las botas puestas”.
Lunes 19
de Junio 2017
Una agradable visita a los amigos protestantes.
Desde
hacía varios meses habíamos programado en comunidad ir a visitar la universidad
protestante (UPAC) que está en la ciudad. Es cierto que cada año en enero
hacemos una semana de encuentros, oraciones, conciertos… con dos iglesias
protestantes que hay en nuestro barrio. Algunos dicen que no sirve para nada
pues después cada uno regresa a su iglesia y se acabó, pero os aseguro que el
solo hecho de la amistad y del encuentro es algo muy positivo. Cuando hay alguna
actividad importante en sus iglesias los pastores nos invitan, lo mismo que
nosotros hacia ellos. Además sabéis que en nuestra comunidad hay un grupo de
jóvenes que se preparan para ser futuros misioneros. Es por eso que en este
mundo plural y en donde se subraya demasiado las diferencias, y los
radicalismos de algunos nos llevan a poner a todos la misma etiqueta; es
importantísimo que estos futuros misioneros aprendan a descubrir la importancia
del encuentro y sepan valorar las riquezas de los otros a pesar de ser
distintos.
Después
de varias citas que no pudieron realizarse fuimos ese día en comunidad a la
UPAC sin saber muy bien lo que nos esperaba. A nuestra gran sorpresa vimos que
todo un programa había sido preparado para acogernos y hacernos disfrutar al
máximo de la visita. Primero hubo un momento de oración animado por un diacono
de la UPAC y uno de nuestros jóvenes. Luego el discurso de bienvenida del
secretario general de la UPAC y un momento de intercambio y de presentación.
Luego pasamos a la visita guiada del centro, despachos, salas de clase,
biblioteca, etc. Hay tres facultades allí: una de teología, otra de gestión
medioambiental y otra de enfermería que pronto será de medicina. Es cierto que
era casi el final del curso pero encontramos algunos alumnos y vimos que venían
de varios países de África central y del oeste.
La visita nos llevó a una pequeña
cantina que allí hay para profesores y alumnos y a nuestra gran sorpresa todo
estaba preparado para invitarnos a comer, cosa que no esperábamos y que por eso
mismo nos alegró gratamente. Después de la comida volvimos a la capilla para
una oración final y para la foto final que nos llevamos como recuerdo.
Son
pequeños gestos pero que hacen mucho bien a todos y que sin duda acompañarán a
nuestros jóvenes misioneros en su futuro trabajo de encuentro, dialogo y
relación con los que no son como ellos ni piensan como ellos. Y para acabar
creo que esta pequeña historia que leí hace poco ilustra pero que muy bien lo
que vivimos y lo que quería decir:
“Dice el aforismo: “Ten cuidado con cómo miras el
mundo, porque el mundo será como lo mires”. Y el poeta persa Rumi lo ilustra
con un breve cuento sobre la historia de un hombre poco agraciado físicamente y
que atravesó a pie el desierto. En su travesía, el viajero vio algo que
brillaba en la arena, se acercó y recogió entre sus manos una especie de pedazo
de metal sucio. Lo limpió con sus dedos y resultó ser un trozo de espejo. Lo
miró entre sorprendido y extrañado, ya que nunca antes había visto un espejo, y
aunque se vio reflejado en él, no se reconoció. –¡Qué horror! – Exclamó – ¡Qué
feo! ¡No me extraña que lo hayan tirado! Y arrojó de nuevo el espejo al suelo,
prosiguiendo su camino. (...)
Cuántas veces vemos en el otro lo que somos.
Cuántas veces el otro nos hace de espejo sin que seamos conscientes de ello. Con cuánta
frecuencia proyectamos al mundo lo que tenemos encima sin darnos cuenta”.
Jueves 3
de Agosto 2017
Entierro del obispo asesinado.
Creo
que recordáis los ecos que escribí hace un mes y pico en donde hablaba del obispo Jean Marie Benoit Bala desparecido
la noche del 30 al 31 de mayo de su diócesis. De la hipótesis de suicidio a
causa del escrito encontrado en su coche aparcado junto a la acera de un gran puente
a unos 50 km
de su casa, “je suis dans l’eau”. Y de su cuerpo que fue encontrado tres
días después el 2 de junio con signos evidentes de violencia y según los
médicos un cuerpo que no había muerto ahogado.
Han
sido más de dos meses de espera, de comunicados de todo tipo, de mentiras y de
silencios hasta que su cuerpo fue enterrado el 3 de agosto junto a la catedral
en donde estuvo casi 15 años como pastor. En la prensa se leía de todo y se
afirmaba todo y su contrario. La iglesia, a través del presidente de la
Conferencia episcopal de Camerún ha sabido llevar y afrontar la complejidad de
lo que se ha vivido en estos dos meses. El 13 de junio, en nombre de todos los
obispo de Camerún, hizo un comunicado a la prensa y a todo el país en el que
decía “El obispo Bala ha sido brutalmente asesinado por fuerzas oscuras y
diabólicas. Pedimos que se haga luz y se digan las circunstancias de este
asesinado para que los culpables sean identificados y librados a la justicia y
juzgados según la ley”.
El 4
de julio una nota del procurador del país informaba sobre el resultado de la 3ª
autopsia hecha por un par de médicos alemanes, silenciando completamente las
dos que se realizaron antes y la conclusión era que “la causa la mas probable de la
muerte del obispo fue el ahogamiento, y no se ha encontrado ninguna violencia
física en su cuerpo”. Claro está que la gente estaba sorprendida y
consternada al ver que se estaba jugando y mintiendo con un muerto. El 17 de
julio de nuevo el presidente de la Conferencia episcopal de Camerún hizo un
comunicado diciendo que el cuerpo sacado del agua y examinado en el hospital
tenía signos evidentes de violencia. En estos momentos es el texto de Jn 8,32
que viene al espíritu “conoceréis la verdad y la verdad os hará
libres”.
Ayer
2 de agosto se retiró el cuerpo del obispo Bala del tanatorio, y se llevó a la
catedral de Yaundé para una misa de despedida. La gente estaba por todos los
sitios y el dolor se respiraba en el ambiente. Debido a todo lo vivido en estos
dos meses se esperaba una palabra de aliento y de verdad, y gracias a Dios
estas llegaron gracias a un sacerdote amigo del obispo y colaborador suyo que
hizo la homilía. Fue interrumpido muchas veces por los aplausos ya que lo que
decía tocaba profundamente a los que lo escuchaban. Os trascribo solo algunas
frases para que os deis cuenta que hacían falta unas palabras proféticas
después de tantas palabras y después de todo lo vivido. “El verdadero poder ignora la
violencia, el verdadero poder construye la paz, y es fuente de desarrollo de
todo hombre… Nuestra iglesia en Camerún lucha contra las fuerzas de la
oscuridad, contra fuerzas de satán y eso también a través de algunos falsos
miembros de esta iglesia que quieren destruirla desde su interior… hay un
peligro de falsos hermanos, y de estos hay muchos… ¿Quién mata a los curas y
obispos de nuestro país? A todos los que hacen el mal, ¿Por qué y en qué os
molesta la iglesia católica?.. La Iglesia de Jesus permanecerá siempre fuerte
pues está dirigida por Jesus y por su Espíritu y no por
los hombres… cuando atacamos a la iglesia, atacamos directamente a Jesus, pero
la luz de Jesus es más fuerte que la oscuridad…”
Recordando
estas palabras seguimos pidiendo por este hombre que ha muerto de forma
violenta, quien sabe por qué, pedimos por los que lo han asesinado y por cada
uno de nosotros pues estamos invitados a vivir en la verdad y en la radicalidad
del evangelio.
Y
acabo con algunas reflexiones que siempre pueden ayudar:
VIVIR
Muere lentamente quien se
transforma en esclavo del hábito, repitiendo todos los días los mismos
trayectos, quien no cambia de marca, no arriesga vestir un color nuevo y no le
habla a quien no conoce.
Muere lentamente quien evita una
pasión, quien prefiere el negro sobre el blanco y los puntos sobre las
"ies" a un remolino de emociones, Justamente las que rescatan el
brillo de los ojos, sonrisas de los bostezos, corazones a los tropiezos y
sentimientos.
Muere lentamente quien no voltea
la mesa cuando esta infeliz en el trabajo, quien no arriesga lo cierto por lo
incierto para ir detrás de un sueño, quien no se permite por lo menos una vez
en la vida, huir de los consejos sensatos.
Muere lentamente quien no viaja,
quien no lee, quien no oye música, quien no encuentra gracia en sí mismo.
Muere lentamente quien destruye
su amor propio, quien no se deja ayudar.
Muere lentamente, quien pasa los
días quejándose de su mala suerte o de la lluvia incesante.
Muere lentamente, quien abandona
un proyecto antes de iniciarlo, no pregunta de un asunto que desconoce o no
respondiendo cuando le indagan sobre algo que sabe.
Evitemos la muerte en suaves
cuotas, recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el
simple hecho de respirar.
Solamente la ardiente paciencia
hará que conquistemos una espléndida felicidad.
Pablo Neruda
“Lo que se busca se encuentra...
Lo que se descuida se pierde.
El tiempo no es oro, el tiempo es
vida”.
Si no escalas la montaña, jamás
podrás disfrutar el paisaje.
Pablo Neruda
“Arriesgarse es perder un poco,
no arriesgarse es perderlo todo”. Anónimo
“Si me caí, es porque estaba
caminando y caminar vale la pena aunque te caigas”. Eduardo Galeano
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