Martes 2 de Septiembre 2014
De vuelta por Yaundé
Después de un tiempo sin
escribir nada hoy me pongo a contaros un poco la vuelta al Camerún. En
vacaciones he colgado algunos montajes de fotos de cosas de aquí pero no era el
momento de escribir nada. Todos conocemos bien la poesía de “todo pasa y todo
llega” y cuando se va de vacaciones con dos meses por delante parece que será
muchísimo pero también eso se pasa y se pasa rápido.
He pasado dos meses muy
bonitos en familia si moverme demasiado excepto una escapada por tierras del
sur para saludar a algunos amigos, que siempre alegra mucho de verlos y de
estar un rato después de mucho tiempo. Mis vacaciones eran sobre todo para
estar con mi familia, en especial mi madre que se va haciendo mayor.
El retornar al pueblo y a la
familia nos hace volver a vivencias y a relaciones que aquí son difíciles de
vivir, y de verdad que doy muchas gracias
a Dios por este tiempo pasado cerca de los míos. Por otro lado la
separación y la despedida para regresar aquí os aseguro que no es fácil, no lo
ha sido las otras veces y tampoco lo ha sido esta vez. Los últimos días están
llenos de emoción y es inevitable el que alguna lagrima no aparezca, no por
irme obligado o no estar contento aquí sino por los saludos y despedidas que
siempre cuestan.
Otras veces he viajado solo
pero esta vez he tenido la gran suerte de poder viajar con tres amigas de
Cartagena: Maribel, M° Dolores y María, como decían aquí las tres Marías. Ellas
han querido venir a conocer un poco esta realidad africana y aunque haya sido
solo una semana creo que se han llevado muchas vivencias.
El viaje debido en gran parte
a la compañía de ellas estuvo muy bien aunque fue un poco cansado pues nos
pegamos casi 24 horas hasta llegar al destino final, pero todos llegamos bien y
sin ningún contratiempo.
De Madrid fuimos a Estambul, a
donde llegamos a las 4 de la mañana y como el vuelo hasta Yaoundé era a las 6
de la tarde queríamos aprovechar de una visita guiada a esta ciudad que la
compañía ofrecía gratis. El problema fue el poder encontrar la ventanilla en
donde uno se inscribía a esta excursión y estuvimos casi dos horas y media dando
vueltas por el aeropuerto como una peonza de arriba para abajo y de izquierda a
derecha hasta que dimos con la ventanilla en donde se reservaba la excursión.
La excursión estuvo muy bien, en uno de esos autobuses de dos pisos para los
turistas que se suelen ver por Madrid. Primero nos llevaron a un sitio a
desayunar y como sabíamos que el día seria largo no nos dejamos nada, lo que no
se comió lo recogimos por si acaso. De ahí fuimos a visitar la mezquita azul
que estaba cerrada al ser viernes por la oración y solo pudimos verla desde
fuera, es enorme y sin duda que fue construida para hacer sombra a la basílica
de santa Sofía que visitamos a continuación. Todos hemos oído hablar alguna vez
de esta maravilla, construida hacia el año 580 y que a pesar de ser tan enorme
e imponente solo fue construida en cinco años. Había muchísima gente y como la
persona que nos guiaba hablaba solo en ingles y yo no entiendo nada, me pegué a
un grupo de italianos y a otro que hablaba en español para seguir las
explicaciones. Ya envío algunas fotos para que veáis algo de esta maravilla. Es
cierto que el mantenimiento dejaba muchísimo que desear y sobre todo los
mosaicos están muy deteriorados.
A continuación visitamos una cisterna inmensa
que está muy cerca de santa Sofía, por fuera uno solo ver edificios modernos y
algunos jardines pero es también algo increíble.
Es como una catedral subterránea con cientos de columnas que servían para
almacenar el agua que alimentaba la ciudad. Entrando de la calle en donde hacía
mucho calor eso parecía el paraíso fresquico y en silencio. Después como era más
de la una en autobús nos llevaron a un restaurante y allí saciaron nuestra gran
sed y nos dieron muy bien de comer. Bueno así me parecía pues ya sabéis que
tengo buena boca, aunque no todos lo aprecian del mismo modo. A eso de las tres
regresamos al aeropuerto y después de los controles de rutina esperamos el
vuelo algunos intentando echar alguna cabezada mientras tanto. El vuelo de
nuevo muy bien, nos dieron de cenar como Dios manda, lo único que después de un
día así, 7 horas sentado se hace un poco pesado, aunque seguro que sería peor
si estuviéramos trabajando bajo el sol. Llegamos al aeropuerto de Yaoundé a la
hora prevista y después de las formalidades de pasaportes recogimos todas las
maletas que nos estaban esperando, y salimos rápido ya que no nos miraron nada.
Afuera estaban esperándonos cuatro compañeros que nos llevaron a nuestra casa a donde
llegamos hacia las 12'30.
Al día siguiente estuvimos todo
el día sin electricidad, era un modo de acogernos aunque luego ya no se repitió
en el resto de la semana. Como cosa buena fue el ver que desde hacía ya varias
semanas no había cortes de agua, pero en cambio la conexión de internet no
funcionaba. Esto nos ayuda a valorar aun más las cosas cuando funcionan bien.
Para mi esta primera semana ha sido muy intensa pues debía ocuparme de nuestras
tres amigas y huéspedes, había muchas personas que saludar después de un par de
meses de ausencia y también tenía que empezar a descubrir y comprender las
tareas de este nuevo trabajo que ahora me esperaba allí.
Los días han sido pocos y he
intentado que al menos pudieran darse cuenta de esta realidad en la que
vivimos. Hemos visitado a gente en
nuestro barrio y han podido descubrir cómo vive la gente y como son nuestros
barrios con caminos de cabras por donde no es fácil caminar sobre todo de
noche. El domingo tuvieron buena sesión de misas para que pudieran descubrir
las celebraciones animadas y con muchísima gente que aquí tenemos. Hemos
visitado algunos monumentos de la ciudad: basílica, catedral, monasterio, y se
han dado cuenta de los contrastes tan inmensos que existen entre unos barrios y
otros. Hemos visitado varias comunidades religiosas y han podido ver de cerca
la tarea que la iglesia realiza sobre todo en favor de la gente más
desfavorecida. Hemos visitado un santuario en donde parece que hubo apariciones
de la virgen en 1986, que yo no conocía y en donde hemos visto escenas
difíciles de olvidar y es difícil percibir el límite entre la fe, la
superstición y la magia. Con una amiga que habla muy bien el español fueron a
visitar la universidad católica y la pública para darse cuenta de cómo esta es
aquí, y al día siguiente fueron al mercado para buscar algún recuerdo y algo de
artesanía, aunque llegaron a casa extenuadas y sin fuerza después de una mañana
de regateos y de gente por todos los sitios. También hemos estado visitando dos
pueblos en medio del bosque en donde yo tengo unos amigos y se han dado cuenta
de cómo es la vida en el campo y de las condiciones de vida en estos lugares,
pero al mismo tiempo la alegría y serenidad que allí se respira. Ese día tuvimos
la suerte de ser invitados tres veces a comer en distintas familias que
visitamos y yo tuve que esforzarme para quedar bien con todas estas familias ya
que ellas veían esas comidas con unos ojos un poco grandes como es normal. En
la tercera comida que nos ofrecieron tuve la suerte de probar caracoles hechos
con pasta de cacahuete que nunca había comida y que por lo visto es un plato
selecto. Y de verdad estaban muy buenos. Creo que las tres Marías no lo
pensaban del mismo modo. Y como no también ellas hicieron experiencia de los
medios de transporte de aquí con los taxis colectivos en donde hay que
apretarse cuatro atrás y dos adelante junto al conductor. Como veis han sido
pocos días pero intensos y sin mucho descanso.
Puedo contar un chascarrillo
y es que las tres han triunfado y han tenido pretendientes serios que incluso
han hecho intercambio de número de teléfono con ellas. Quizás alguna se anime a
volver para formalizar la cosa…
Fuera de bromas y para acabar
aun no he recibido ningún mensaje de ellas en donde me cuenten sus experiencias
y como ellas han vivido y experimentado estos días, pero sin duda que valdrá la
pena ya que la realidad aun siendo la misma se vive de distinto modo pues
nuestros ojos ven la realidad de modo diverso.
Miércoles 3 septiembre 2014
Solange sin lugar en donde dar a luz
En esta semana que hemos
pasado con las tres Marías ha habido bastante gente que ha pasado a saludarme y
a hablar. Una tarde llego Solange, una chica de unos 25 años embarazada y medio
llorando. Nos pusimos a hablar y me conto sus desventuras. Estaba embarazada y
ya de ocho meses y el que la había dejado embarazada la había echado de su
casa. Había dormido en casa de una amiga y la hermana de esta no quería que
siguiera durmiendo allí pues su embarazo podía causarles problemas.
Hablando me dijo que este era
su tercer embarazo. El primer hijo lo había tenido con uno que luego se fue al
extranjero y estaba con una tía suya, el segundo lo había tenido con un militar
casado y este no la quiso pero se quedo con el crio y hace unos meses se había
puesto con su actual novio si así se puede llamar y parece que en las últimas
semanas la maltrataba y golpeaba. Al tener su primer hijo parece que tuvo
problemas con su padre y desde entonces no tenía relaciones con él.
Yo le pedí el número de
teléfono del novio y del padre. El novio nunca respondió, mientras que el padre
se sorprendió de saber que ella tenía su número de teléfono encima pues desde
hacía años no tenían contacto. Me decía que ella había querido vivir su vida y
que ya era adulta por lo que a él no le importaba demasiado. Fue un poco duro
el escuchar estas palabras y ver que no quería acogerla. Así que le propuse que
volviera a dormir a casa de su amiga mientras intentaba buscar un lugar para
ella. En seguida pensé en las Hijas de la Caridad que viven a unos 30 km de aquí y tienen un
hogar para ancianos, algo rarísimo aquí y les hablé para ver si podían acogerla
allí mientras daba a luz y luego ella buscaba un lugar. Aceptaron muy bien mi
petición y le dije a Solange que viniera temprano pues al día siguiente íbamos
a visitar ese asilo con las tres Marías de visita. Salí mas tarde de lo
previsto pero Solange no estaba allí para llevarla, y cuando estaba llegando me
llamo para decirme que estaba esperándome.
Pude hablar de nuevo con las
monjas y vimos que era posible pero que debía hablar más a fondo con ella y a
mi regreso a casa la encontré de nuevo, hablamos y le di el dinero para que
fuera allí.
Parece que está bien, las
hermanas le han hecho su consulta prenatal que a sus ocho meses aun no había
realizado y parece que todo va bien. Todavía no sé bien que es lo que hará
después del parto pero al menos ha encontrado un lugar de acogida y de amor,
esperemos que aprenda esta vez para no volver a dejarse engañar por otro hombre
y volver a las andadas.
Es raro el no tener a nadie
que te acoja aquí o nadie de la familia, pero aquí las chicas que hay como
Solange desgraciadamente son muchísimas.
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