Domingo 11 de mayo 2025
SE FUE SIN HACER RUIDO Y DESPUÉS DE SALUDAR A
LOS SUYOS
Cada año durante los días posteriores a la
pascua nos solemos reunir los compañeros para rezar un poco juntos, compartir lo
que estamos haciendo y tener un pequeño momento de relax juntos. Este año se había
programado, desde hace varios meses, ir a Vallelado, un pueblico de la
provincia de Segovia más cerca de Valladolid que de Segovia. ¿Y por qué ir allí?
Porque es el pueblo de nuestro compañero Eulogio
Cuéllar Muñoz.
Nos pusimos en camino no muy temprano pues había
que recoger a Eulogio en la residencia
santa Teresa de Jornet, una residencia de las Hermanitas de los Ancianos
Desamparados, en Carabanchel Alto, en donde Eulogio se encontraba desde
hace un par de años. En 2022 regresó de Colombia, en donde había estado unos 42
años, es decir casi toda su vida misionera, estaba muy cansado y empezaba a
tener pérdidas de memoria que se fueron agudizando y que nos llevaron a buscar
una residencia cerca de casa en donde pudiera ser atendido y cuidado.
Desde aquí quiero agradecer a las hermanas
por la atención, cuidado, mimo y preocupación que ellas han tenido con nuestro
hermano y con todos los que allí están viviendo.
Volviendo a la salida a Vallelado que hicimos
el jueves 24 de abril, fue un día muy hermoso y un gran regalo que el Señor nos
hizo. Llegamos hacia el mediodía y allí estaban tres de sus hermanas con varias
sobrinas literalmente con las manos en la masa, haciendo un delicioso bacalao
rebozado, una sopa de pescado maravillosa, un asado exquisito… y muchas cosas
más. Dimos una vuelta por el pueblo, visitamos la antigua casa de los abuelos convertida
en una bodega de cinco estrellas y tuvimos que probar los caldos que allí un
sobrino de Eulogio prepara junto a su tío. Primero el tinto, luego el blanco y después…
con problemas para volver a casa a comer.
La comida fue una gran reunión de familia con
los 4 hermanos juntos, al rato vino la 5ª hermana, muchos sobrinos y resobrinos, junto a nosotros
los javerianos. No los conté pero estábamos cerca de 30 personas.
Eulogio, acostumbrado a comer a la 1, estaba
hambriento cuando nos pusimos a la mesa, y dio buena prueba de su apetito. Después
de comer, acostumbrado a su horario y su rutina, quiso marcharse y así un coche
regresó con él a Madrid, mientras que otros seguimos un poco con la visita del
pueblo.
No sabíamos que esa iba a ser la despedida de
sus hermanas, sobrinos y el último saludo de su pueblo. Unos días después el miércoles
30 por la tarde el Señor se lo llevó durante la siesta.
Tenía 87 años, había nacido en unos años difíciles,
en noviembre de 1937, durante la guerra. De joven fue a Francia, bajo la estela
de una hermana que estaba allí, para trabajar. Ella allí sigue todavía, pero él
después de estar trabajando sintió la fuerza de la vocación misionera que compartía
con un amigo suyo de Vallelado y que lo llevó a conocer a los Misioneros
Javerianos.
Es así como comenzó su camino de preparación a
la misión el 13 de enero de 1964, primero en Araya, Vitoria y luego en Pozuelo
de Alarcón, Madrid. Fue en 1972 que hizo su consagración definitiva a la misión
y ese mismo año fue ordenado sacerdote. Le pidieron el servicio de llevar la economía
de la comunidad de teología durante 5 años y en 1977 fue destinado a Colombia,
en donde estuvo toda su vida, excepto 4 años que le pidieron un servicio de animación
misionera en Madrid.
Casi todos sus años en Colombia los pasó en
la ciudad de Buenaventura, primero en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús,
12 años, y después en la parroquia de Cristo Redentor, 29 años. Fue muy querido
de toda la gente porque no era un hombre de teorías, ni de libros sino de
encuentros, visitas, cercanía y compasión. Es muy bonito ver el vídeo de
despedida de la parroquia en 2022.
Damos gracias a Dios por la vida, la entrega,
el servicio, la humildad y sencillez de nuestro hermano Eulogio. El jueves 1 nos
reunimos en Madrid y lo acompañamos en su último viaje hacia la casa del Padre.
Allí estuvieron sus hermanas, muchos de sus sobrinos, amigas religiosas de
Madrid, amigos de los javerianos de la parroquia de la Puri, de la asociación Entretejiendo,
del grupo de familias javerianas…
Creemos que el Señor lo habrá recibido con un
abrazo y le habrá dicho: “Ven a mí, bendito de mi Padre; hereda el reino
preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste
de beber, fui forastero y me hospedaste, estuve desnudo y me vestiste, enfermo y me visitaste, en la cárcel y viniste
a verme”.
Descanse en paz.