miércoles, 4 de marzo de 2015

Ecos de la Sabana - nº 39

Domingo 11 Enero 2015
Clementine, la serenidad en la prueba
            La mayoría de la gente aquí en la ciudad vive o sobrevive vendiendo cualquier cosa en los mercadillos que hay en todos los barrios, o andando de un sitio para otro con la mercancía encima. A estas personas se les ha dado un nombre que es el de “sauveteurs”, que significa en francés “salvador”, es decir la persona que socorre y salva en una catástrofe, pero que aquí quiere decir los que venden de un modo ilegal y se ganan la vida y “se salvan de este modo”. Son muchísimos y es gracias a ello que muchos tiran para adelante. Entre este colectivo hay un grupo característico llamado “bayam salam” (una palabra que es deformación de una inglesa y significa: “comprar-vender”). Estas últimas son todas mujeres que venden verduras, fruta, legumbres… productos que vienen del campo y que a veces ellas mismas van a buscar a los pueblos para revender en la ciudad. Son mujeres que pasan el día o en el mercado o de un lado para otro buscando la mercancía para revender. Están muy organizadas y tienen sus reuniones, sus cotizaciones y sus cajas de solidaridad.
            Clementine es una de ellas, en el mercadillo no muy lejos de nuestra casa vende hojas de mandioca o de otras verduras que aquí se utilizan mucho en la alimentación. De vez en cuando le compro a ella, del mismo modo que con alguna otra que vende junto a ella. Un día me sorprendió pues me dijo que quería venir a hablar conmigo. En primer lugar era para dar el diezmo a la parroquia, es algo a lo que cada uno está invitado a dar. Un décimo o una parte de lo que ganan a la parroquia como ofrenda al Señor. Yo me pregunto cuánto podrá ganar, pero me decía que aunque sea poco ella quiere ser justa y dar la parte que el Señor se merece. Por lo que vemos que de nuevo es cierto que a menudo el que menos tiene es el más generoso y el que más sabe dar, sin mirar lo que da.
            Otra vez vino a hablarme de los problemas que tiene en su familia, y conforme la iba escuchando me preguntaba como una mujer puede vivir con todo ese peso sobre sus espaldas. Estuvo casada pero su marido se fue con otra y la dejo sola con sus hijos. No recuerdo cuantos me dijo que tenía pero varios, aunque ahora vive sola. Tiene una hija con la que ha tenido problemas y de hecho esta cuando la cruza ni la mira, ni la saluda, al revés se vuelve y cambia de ruta. Parece que se avergüenza de su condición de pequeña comerciante sin muchos medios. Yo le dije que no le devolviera con su misma moneda, sino que intentara saludarla aunque ella no le responda, pero que no se deje llevar por el comportamiento de su hija. Tiene otro hijo que lleva casi siete años en la cárcel. Debió de hacer algún robo con otros compinches suyos y los pillaron. En principio no debía de estar mas de tres años pero como no tienen muchos medios, ni nadie que interceda por él ahí sigue. Durante el año pasado ella he enviado comida y dinero varias veces para ayudarle a través de otro preso amigo de su hijo que venía a verla y le traía sus cartas. Antes de Navidad hablando con ella le dije que podía ir a visitar a su hijo junto a dos seminaristas de nuestra comunidad que cada fin de semana van a la cárcel y realizan distintas actividades con los presos. Ella se alegro y la mañana de Navidad allí estaba, no muy puntual, pero bien arreglada y con una bolsa de comida para su hijo. Se sorprendió al ver que con los seminaristas no tuvo que dar nada de dinero para entrar en la cárcel. Cuando ella iba de vez en cuando a visitarlo debía pagar algo a los policías que estaban de guardia en la entrada, sino no le dejaban entrar. Pero su gran sorpresa fue de descubrir que todo lo que había enviado durante el año pasado a través del amigo de su hijo nunca había llegado a manos de su hijo. El otro lo utilizaba para él mismo. Según me decía era una cantidad alrededor de 100 E, qua aquí es una suma considerable y mas sabiendo de donde venia y el esfuerzo con el que había ahorrado esa cantidad. Estuvo muy contenta de la visita y el día de año nuevo fue de nuevo a la cárcel con los seminaristas llevándole lo que le pedía y algo de comida. Es sorprendente que sabiendo cómo vive y como se gana la vida sea tan generosa. Y lo que es más sorprendente es que siempre que la encuentras la ves serena y sonriente, tiene una sonrisa que nunca le abandona a pesar de todo lo que ella sola sabe que está viviendo y pasando.
            Sin duda que es un ejemplo estupendo que se nos presenta para comenzar el año: la superación de los problemas y la serenidad en medio de la borrasca. ¡Que Clementine nos ayude a vivir con serenidad durante todo este año!

Miércoles 14 Enero 2015
“Criada en el paraíso”
            Camerún es un país bilingüe, hay una zona donde se habla el inglés y la gran parte del país en donde se habla el francés. Eso sin contar con los idiomas locales que son muy numerosos, mas de 200. Eso no quiere decir que todos sean bilingües, ni mucho menos. También es cierto que muchos jóvenes van a centros en donde solo se enseña en ingles y eso les permite hablar el inglés con mucha soltura. Los idiomas que se aprenden en los institutos son el español y el alemán, es por eso que son muchos los que saben un poco de español y cuando se enteran que soy español, intentan hacer alguna frase.
            Germain es un profesor que enseña español en la universidad y claro está lo habla muy bien, vive en nuestro barrio y me invitó a la presentación de un libro que ha escrito en español. Parece mentira que un camerunés escriba en español. Pero así es y aunque os parezca mentira no es su primer libro ya que hace varios años publicó otra novela en español. La semana pasada fue la presentación del libro y no podía faltar. Había otros amigos suyos, antiguos alumnos suyos y ahora también profesores de español que junto a Germain presentaron el libro. El titulo es “Criada en el paraíso” y habla de un tema muy curioso: la esterilidad femenina vivida aquí en África. La protagonista es una mujer que sueña con tener un hijo pero que nunca logra tenerlo. Ella cuenta sus sueños que nunca llegan a hacerse realidad y su sufrimiento sobre todo viendo a sus vecinas y amigas rodeadas de hijos  y viendo que los años pasan sin lograr que sus sueños se hagan realidad. La tradición la margina y ella misma se culpabiliza. A menudo ella piensa que si en la tierra no ha logrado ser feliz, no se ha realizado como mujer al no poderse casar y al no tener hijos, tampoco en el cielo gozará de una gran dicha.  El título del libro es una intuición que ella tiene y es la de poder hacerse útil al menos en el cielo, siendo la criada de los que allí viven. Por eso “criada en el paraíso”.
            Ya veis que aquí uno se encuentra de todo y hasta con la grata sorpresa de ver que nuestro idioma interesa y es medio para hablar de uno de estos grandes problemas e injusticias de los que sufre la mujer, como es la esterilidad y el no tener hijos.

Lunes 26 Enero 2015
Las actitudes del misionero
Cada año los javerianos que trabajamos en Camerún y en Chad nos juntamos para ver lo que estamos haciendo, cómo lo estamos haciendo y proyectar lo que queremos hacer. Este año nos hemos juntado en Garoua, una ciudad a unos 1.000 km de Yaundé, pero que en cierto modo es mitad de camino también para los compañeros de Chad y hemos empezado esta reunión con cuatro días de oración guiados por un compañero nuestro que trabaja en Congo. Él nos ha hablado de las actitudes que el misionero debe tener y ha sido muy estimulante. En los cuatro días nos ha hablado de ocho actitudes que deberíamos tener o al menos intentar perseguir. La primera era la del reconocimiento, es decir, la actitud de saber descubrir como el Señor pasa por nuestra vida, de descubrirlo y reconocerlo. La segunda era el reconforto, saber llevar a los que nos encuentran el reconforto, el abrazo de Dios. La tercera era la acogida, saber ofrecer lo que tenemos y hacerlo desde la sencillez. La cuarta era la conversión, como capacidad de volver al Señor, de dejarse interpelar por su palabra. La quinta ha sido la terapia del don, como actitud de saber recibir todo como don y ser también para los otros, don ofrecido gratuitamente. La sexta ha sido la confianza, como abandono y disponibilidad, como apertura a lo nuevo, apoyándose en lo esencial. La séptima ha sido el impulso misionero, que se manifiesta en un corazón que ama y que es signo cada día de este Dios que es amor. La octava y última era la reconciliación, como volver a la alianza primera y saber purificar siempre mas nuestras actitudes. Como veis son actitudes actuales que no nos pueden dejar indiferentes. Solo nos queda el intentar vivirlas de cerca.
El domingo hicimos un día de descanso y todos juntos fuimos descubrir una presa que no está demasiado lejos. De verdad que lo pasamos en grande y nos dimos cuenta de las riquezas que hay en este país y de lo mal explotadas que están. Los días siguientes fueron de trabajo y de reflexión sobre los distintos temas que llevamos entre manos. Las preocupaciones y desafíos son muchos y las fuerzas son las que son, así que ahí andamos en ese equilibrio siempre difícil entre lo que hay por hacer y lo que podemos hacer.

Lunes 2 Febrero 2015
Lanzando puentes
Este año a causa de nuestra reunión con los otros javerianos hemos tenido que empujar de una semana la celebración de la semana ecuménica que cada año organizamos con otras dos iglesias de nuestro barrio: la iglesia presbiteriana y la iglesia evangélica de Camerún.
Han sido como siempre unos días muy bonitos de acercamiento, amistad y de conocerse un poco más. Ha habido momentos de oración hecha juntos, conciertos de música, pero lo interesante de este año ha sido dos mesas redondas en donde cada iglesia se ha dado a conocer a los otros. Primero e nuestra parroquia la iglesia evangélica se presentó y pudimos conocerlos más y mejor; y otro día nosotros nos presentamos en su iglesia para que también nos conocieran y dejaran de lado ciertos tópicos que siempre se tiene.  Sin duda que el hablar y decir lo que uno piensa y es ayuda al otro a conocerlo más y mejor.
Este año en la iglesia presbiteriana habían cambiado de pastor y este nuevo solo se ha presentado un día, por lo que vemos que este esfuerzo de diálogo tan bonito es al mismo tiempo bastante delicado y depende en gran parte del apoyo y del convencimiento de los que están en la cabeza. Esperemos que poco a poco vaya entrando y para el año que viene pueda participar totalmente.

Jueves 12 Febrero 2015
La juventud, esperanza del mañana.
Ayer 11 de febrero, celebramos aquí en Camerún la fiesta de la juventud. Es tradición el que los jóvenes organicen varias actividades en preparación de esta fiesta. La primera fue una conferencia que tuvo lugar el viernes pasado animada por tres de ellos. El tema era “la juventud, punta de la lanza de la nación y del futuro”. Es una frase que el presidente repite a menudo y que ha entrado en la cabeza de la gente, aunque uno se pregunta qué es lo que se hace para que esta frase sea realidad. Uno de los que hablo insistía sobre los elementos que caracterizan a los jóvenes: el soñar, la imaginación, el dinamismo y el buscar siempre algo nuevo. Nos decía que la población que tiene menos de 25 años es más de la mitad, es decir más del 50%, y lo que da de pensar es que el futuro para muchos de ellos no es nada alentador. El gobierno debería promover el empleo, la iniciativa y el apoyo a todo esto, pero da la sensación que poco o casi nada se hace.
El tercer orador habló de la falta de compromiso del gobierno, de la realidad de muchas familias desestructuradas y de jóvenes sin modelos que les orienten. También habló de la falta de espíritu de iniciativa y del sueño de muchos de volar lejos del país, a donde sea. A pesar de todo animaron y empujaron mucho a creer en ellos mismos y en sus capacidades, a saber arriesgar en las cosas que de verdad valen la pena y a no dejarse llevar por el desanimo y la falta de futuro.
Al martes 10 por la tarde noche hicimos algo que también es tradición y que a ellos les gusta mucho y llaman “el fuego del campamento”. Consiste en pasar un rato agradable alrededor de un fuego con cantos, bailes, concursos que ellos organizan y que trae a un gentío enorme de jóvenes al campo de futbol de la parroquia. Hemos pasado un rato muy agradable pero con los jóvenes hay que tener una paciencia enorme pues a pesar de haber distribuido las tareas y de saber lo que cada uno debía preparar, al final uno se encuentra con todo sin preparar, con sorpresas en el último minuto y con ajetreos para que la cosa funcione bien. Lo bueno de esto es que como siempre, a pesar de la improvisación, pasamos un rato muy agradable y todo el mundo regresa a su casa con un muy buen sabor de boca y con un recuerdo estupendo de lo vivido alrededor del fuego.


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