"Mientras algunos intentan ir a la luna, otros intentamos llegar a los poblados. Ecos de la vida cotidiana de los poblados de Chad y de Camerún"
viernes, 18 de marzo de 2016
jueves, 17 de marzo de 2016
Ecos de la Sabana - nº 50
Domingo
14 de Febrero 2016
Unos días por Bafoussam
Aprovechando
de un descanso después de los exámenes de febrero hemos ido unos días a
Bafoussam para encontrar los jóvenes que
allí se preparan para ser misioneros javerianos. Han sido tres días muy bonitos
de encuentro y de alegría. En esa comunidad hacen los primeros pasos de su
camino con los javerianos y este año hay una grupo de 16 jóvenes de los cuales
3 de Chad y el resto de Camerún. La acogida fue muy buena y allí se les veía
implicados cada uno en lo que podía para que todo se pasara bien. Al poco de
llegar fuimos testigos de una reunión con unos 70 jóvenes que se reunían en
nuestra casa para vivir una tarde de reflexión, intercambio y oración. Al día
siguiente tuvimos una reunión para compartir un poco lo que cada comunidad hace
y vive, para así podernos conocer mejor. Un momento muy enriquecedor y positivo. Después fuimos a ver un centro de
niños deficientes que nació gracias al esfuerzo y a la perseverancia de una
mujer, mama Chantale. Ella tuvo una hija que nació con una deficiencia,
probablemente parálisis cerebral, y buscó por todos los sitios un lugar y
personas que pudieran atenderla, sin encontrar nada. Así que poco a poco nació
en ella la idea de abrir su casa para acoger a otros críos que sufren de los
mismos problemas.
Ahora
viven en una casa de alquiler que una señora ofreció gratuitamente y hay unos
veinte chiquillos y chiquillas con todo tipo de deficiencia. Varios de nuestros
compañeros javerianos se han implicado y han ayudado para mejorar la casa
haciendo un salón muy acogedor en donde los críos pasan el día. Ella nos
explicó como nació y se fue construyendo este hogar, las dificultades y al
mismo tiempo los signos del amor y de la presencia del Señor. Dijo una frase
que me impacto: “Gracias a mi hija
Sylvie y a las dificultades que tuve para encontrar un centro y una atención
para ella, me he ido dando cuenta que Dios me llama a esto y es por eso que
busco y acojo otros críos como mi hija con los mismos problemas y a los que
nadie atiende”.
Yo me
decía de lo que somos capaces si estamos convencidos y si metemos nuestra vida
en juego. Daros cuenta que el centro vive de la caridad de la gente y de las
parroquias pues los asuntos sociales que deberían apoyarlo lo único que hacen
es sacar fotos del centro y de lo que allí hacen para mostrar quién sabe en
dónde lo que mamá Chantale hace con los pequeños medios con los que cuenta y así
pedir y recibir ayudas que nunca llegaran a donde deben llegar.
Por
la tarde se jugó el clásico partido entre las dos comunidades, en un terreno
polvoriento y accidentado y los más jóvenes ganaron a los más veteranos por 3 a 2. Al día siguiente fuimos
aun lago cercano aunque con un camino de acceso no muy bueno y allí pasamos la
mañana contemplando las bellezas que la naturaleza nos ofrece. Fue curioso el
ver varios sitios en donde se ofrecían sacrificios a los antepasados, cosa muy
frecuente en esa cultura. Había hasta una pequeña choza en la orilla del lago
en donde habían esparcido aceite de palma, sal, nuez de kola y otras cosillas
como ofrenda. En esa región al oeste del país allí donde se encuentra un lago,
o una cascada de agua o algo fuera de lo normal se encuentran estas ofrendas
que ciertas personas siguen ofreciendo a sus antepasados pidiendo protección.
Domingo
13 de Marzo 2016
La vida no es fácil.
Hace
unos meses fui testigo de algo que me dejo perplejo y sobrecogido. Una chica de
13 años daba a luz en un hospital por cesárea. Sin duda que esto ya es
sobrecogedor pero lo que es todavía es más fuerte fue lo que ocurrió después
del nacimiento del chiquillo. Como este había nacido con algún problemilla de
respiración y alguna cosilla más, y visto que en el hospital en donde había
nacido no había estos aparatos hubo que trasladarlo a otro hospital privado en
donde podía ser atendido. Allí en donde nació fue en el hospital universitario
que debería contar con los adelantos y maquinas más modernas, pero
desgraciadamente no sé si las había y si las había seguro que no funcionaban,
así que había que evacuar al niño. Para eso pedían a los familiares una
cantidad de casi 300 E, aquí un dineral, sin contar con todo lo que ya habían
pagado por la hospitalización y la operación, pues aquí no se hace nada sin
antes pagarlo. Como en ese momento yo estaba en el hospital visitando a un
enfermo me pidieron también de colaborar para ayudar al traslado del chiquillo
y claro está echamos un cable.
El
caso es que la familia se movilizo para buscar el dinero y se llevaron al
recién nacido al hospital privado dejando la madre allí en donde había sido
operada. El milagro, pues así lo considero yo, es que sea la madre como el hijo
están vivos y sanos. Pero os aseguro que esa no es la suerte para otras muchas
madres que pasan por esta situación.
Ayer
sábado 12 de marzo, salió a la prensa y se supo gracias a la presión de las
redes sociales, la muerte de Monique y de sus dos hijos de un modo espantoso.
Ya veréis alguna foto que he encontrado en internet. Esto ocurrió en el
hospital Laquintinie de Douala, la ciudad más grande de Camerún. Monique fue
llevada ese día a urgencias con problemas de su embarazo de gemelos. Le pedían
el dinero para poder asistirla y curarla, y la familia al parecer con problemas
económicos no reaccionó con rapidez. El caso es que Monique murió en la entrada
del hospital sin ningún tipo de atención. Al ver que los gemelos estaban
probablemente con vida pidieron a los médicos que le hicieran la cesárea para
así poder salvar sus vidas. Estos seguían pidiendo el dinero necesario para
hacer la intervención. Ante la negativa de los médicos de hacer la operación
para salvar la vida de los críos, una mujer de la familia se puso a abrir el
vientre de Monique con una cuchilla de afeitar allí en donde habían dejado el
cadáver en la entrada del hospital. El primer bebé no vivía pero el segundo sí
estaba con vida, aunque al poco también falleció por falta de cuidados. Una
escena increíble de la mujer rodeada de sangre con los dos bebés muertos y todo
esto en la entrada de urgencias.
Creo
que hay poco más que decir. La gente reaccionó enseguida y a través de las
redes sociales lograron que un buen grupo de personas se reunieran ante el
hospital como signo de protesta. Es cierto que Monique ni sus dos hijos no
podrán volver a la vida, pero es intolerable que esto se produzca aquí y
desgraciadamente con bastante frecuencia.
Además
es curioso pues hace un par de semanas el ministro de sanidad hablaba de la
sanidad gratuita en urgencias y en los primeros auxilios. Del dicho al hecho,
como se dice, hay un gran trecho. Pero os
aseguro que se puede decir que por estos lugares si no tienes dinero ya
sabes lo que te espera: o curarte comprando algunos medicamentos en el mercado
sin saber lo que tomas, o confiar tu vida al Señor esperando en su
misericordia. Esperemos que no haya más Monique que mueran delante de un
hospital por falta de dinero ni por falta de atención y de cuidados.
Os
dejo con alguna fracesilla que he encontrado y que vale la pena recordar:
El Dios que perdona
Se afirmaba en la aldea que una
anciana tenía apariciones divinas, y el cura quería pruebas de la autenticidad
de las mismas. «La próxima vez que Dios se te aparezca», le dijo, «pídele que
te revele mis pecados, que sólo El conoce. Esa será una prueba suficiente».
La mujer regresó un mes más
tarde, y el cura le preguntó si se le había vuelto a aparecer Dios. Y al
responder ella que sí, le dijo: «¿Y le pediste lo que te ordené?». -«Sí, lo
hice».
-«¿Y qué te dijo Él?». -«Me dijo:
"Dile al cura que he olvidado sus pecados"».
¿Será posible que todas las cosas
horribles que has hecho hayan sido olvidadas por todos menos por ti?
UTOPÍA
Ella estaba en el horizonte.
Me acerco dos pasos, ella se
aleja dos pasos.
Camino dos pasos y el horizonte
se corre
diez pasos más allá.
Por mucho que yo camine, nunca la
alcanzaré.
¿Para qué sirve la utopía?
Para eso sirve: para caminar.
Eduardo
Galeano
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