"Mientras algunos intentan ir a la luna, otros intentamos llegar a los poblados. Ecos de la vida cotidiana de los poblados de Chad y de Camerún"
sábado, 4 de febrero de 2017
Ecos de la Sabana - nº 53
Jueves
2 de Febrero 2017
No es lo mismo nacer en un sitio que en otro.
El
tiempo se pasa rápido y de nuevo hace ya mucho que no escribo ni os cuento algo
de lo que vivimos por aquí. Os aseguro que no es por ganas de escribir ni por
experiencias y vivencias que compartir, sino por falta de tiempo. Parce mentira
pero las ocupaciones se acumulan y los imprevistos también.
Mañana
es una fecha importante para mí y para mi familia pues es el cumpleaños de mi
madre, nacida en 1930, hace ya 87 años.
Muchos
sabéis que a mediados de noviembre volví a España a causa de la gravedad en la
que estaba mi madre. Son muchos los años y muchas las goteras que se van
acumulando, estaba hospitalizada con un cuadro clínico muy grave y según el
médico parecía que la situación era la de la espera casi inminente de su
muerte. Como os imaginareis no son viajes deseados ni agradables pero pensaba
que era lo mejor. Y sorprendentemente, a pesar de todas las cosillas que no
funcionaban bien, se recuperó un poco y después de casi un mes en el hospital
la mandaron a casa, estable dentro de su gravedad.
Os
aseguro que en estos días pasados en el hospital yo no dejaba de maravillarme
por la atención y el cuidado recibido por parte de enfermeras, limpiadoras,
médicos y todo el personal del hospital. Viniendo de aquí en donde la situación
de los hospitales deja muchísimo que desear, no paraba de sorprenderme. No es
necesario que os cuente lo que ya conocéis en nuestros hospitales pero llegando
de Camerún yo andaba sorprendido.
Otras
veces he hablado de la situación que aquí se vive y de lo difícil que es
recibir atención y cuidados en estos hospitales. Además que aquí hay que
pagarlo todo de anticipo para recibirlos. Así que no podía no comparar lo que
vivo aquí y lo que allí vivís.
Ya
cuando mi madre fue dada de alta se le llevo a su casa con una cama de estas
que suben y bajan, un aparato de oxígeno y una atención mejor imposible durante
todo el día. Sin duda que se lo merece y que lo hacemos y mis hermanos y
familia lo siguen haciendo con mucho amor; pero no puedo no comparar con lo que
vivo aquí y con la situación de dos vecinos llamados Antoine y Fidele.
Antoine
es un hombre de unos 66 años. Ya os he hablado de él otra vez, fue mi profesor
de ewondo y lleva unos 10 años en casa con una enfermedad que para mí es
párkinson y que va avanzando inexorablemente. Él trabajaba en una oficina y es
un hombre culto. Durante mi primer año aquí, hace ya 4, cada semana iba varias
veces para las clases de ewondo, o para leer y mejorar la lectura de la misa en
ewondo. Él ya estaba con su párkinson desde hacía varios años, pero tenía la
voz fuerte y la cabeza correcta. El cuerpo le ha ido abandonando y cada vez
tenía las manos y los pies más engarrotados. Ahora lleva casi 3 meses en la
cama que no se levanta, su mujer trabaja en una farmacia y está casi todo el
día fuera, sus hijos se han casado y no están cerca y es cierto que en la casa
hay 5 nietos que le dan vida pero que no pueden asistirlo para moverlo.
Hoy
he estado allí un rato con él. Antes cuando iba a visitarlo le llevaba una
cerveza, a él le gusta sobre todo la Guinnes, y en su situación creo que era
darle una pequeña alegría; ahora le llevo algún yogurt y le saben a gloria.
Pero estando con él yo pienso en mi madre, en como está cuidada y en todas las
atenciones que tiene. Aquí Antoine, pasa parte del día solo y echado en la cama
con un plástico encima de un colchón de espuma pues tiene problemas de
retención de orina. Hoy estaba todo sudado pues hacía calor y era muy difícil
por no decir imposible entender lo que decía. Cada vez habla más despacio y
tiene más problemas para decir lo que quiere decir. Me decía de levantarlo pues
siempre lo hago pero al estar solo lo he sentado justo un rato en la cama
sujetándolo pues no se tiene solo. Luego le he dado dos yogures que me parece
le han sabido buenos y lo he vuelto a acostar. Con dificultad le entendía que
me decía “ponme de lado”, y le he intentado poner como quería. Me ha marchado
dejándolo empapado de sudor y me he ido con dolor de corazón.
Fidèle
es una mujer mayor, sin duda de la edad de mi madre, que lleva ya casi dos años
en la cama sin moverse. Cada domingo le llevamos la comunión y aunque solo
habla ewondo y nada de francés nos entendemos y pasamos un ratico juntos. Desde
que cayó enferma una de sus hijas, Ernestine, que está separada y vive con dos
de sus hijos, decidió dejar su casa para venir al lado de su madre. Y ahí está
sin separarse de ella día y noche. Le insisto en que salga un poco y desde hace
unos meses la salida que hace es para venir a la misa el domingo o algún día
entre semana. Os aseguro que pocos enfermos están tan bien cuidados, limpios y
atendidos como Fidèle, no le falta de nada y en la casa hay una limpieza
inigualable. De vez en cuando paso y me siento con Ernestine para charlar un rato
pues su vida es su madre y su jornada es la atención día y noche hacia su
madre. Ella me decía que no tiene problemas económicos pues su exmarido era una
persona muy bien situada y en ese sentido está bien, por lo que ha decidido
vivir atendiendo a su madre.
Os
aseguro que pocos son los enfermos así cuidados por aquí,
no por desatención sino porque la vida es difícil y hay que pensar en el
enfermo y en los sanos, luego todo cuesta caro y las ayudas son nulas. Al mismo
tiempo que doy gracias a Dios por la vida de mi madre en el día de su
cumpleaños y me alegro de ver cómo está viviendo su enfermedad rodeada de
cuidados y de mimos, miro a mi alrededor aquí en el barrio y veo de nuevo otra
vez como la vida no es la misma ni se vive del mismo modo según el lugar en el
que hayas nacido.
P.S. Esto lo escribía esta tarde
y luego a eso de las 5 he ido a un hospital a visitar a Marie, una joven de 17
que el otro día yendo a la escuela sentía que se ahogaba, le faltaba aire. La
llevaron a un hospital pequeño y no había oxígeno, luego la llevaron al
hospital más importante de la ciudad llamado hospital Central y no había camas
con oxígeno. De ahí la llevaron a eso de la una de la mañana a otro en donde
había una pero antes de entrar le pedían 105.000 fcfa unos 150 E que es más del
doble del sueldo de su madre. No sé cómo pero lo pagaron y hoy allí estaba con
el oxígeno cerrado pues según el enfermero estaba bien y era para ver cómo se
recuperaba. Con un monitor que controla el corazón y la tensión encendido pero
como si fuera una tele pues ella no llevaba nada puesto encima…. de verdad que
da mucha pena el ver como tratan a los enfermos y lo precaria que es la vida
aquí.
A las 8 de la tarde ha fallecido
Antoine, he estado allí en la casa justo después con la familia y con la gente
que llegaba a dar el pésame. De verdad que ha pasado más que un calvario y
ahora puede descansar en paz. Doy gracias a Dios por haber podido estar hoy con
él durante una hora y haberle acompañado en este su último día. Descanse en
paz.
Como siempre os dejo con alguna
frasecilla que he encontrado y que vale la pena recordar:
TANTO AMAS TANTO VALES
Fincas, casas y joyas; chalets,
coches y veleros;
cuentas bancarias rebosantes
¡tanto tienes! ¿tanto vales?
Una hora con un anciano en la
residencia;
un paseo con un discapacitado,
por el parque.
Una conversación, sin reloj, con quien te busca...
¡tanto amas! ¡tanto vales!
DEL TENER AL SER: NECESITAMOS UNA NUEVA ECONOMÍA
Se atribuye a Einstein la frase
"no podemos resolver problemas
pensando de la misma manera que cuando
los creamos”. Una idea muy pertinente en la necesaria reflexión sobre la crisis
de la economía y sus posibles
soluciones.
En este sentido, es necesario
cuestionar el sistema desde su interior, desde
los valores y las conclusiones que generalmente son percibidos como
certezas. No es la economía la que hace al ser
humano sino el ser humano el que hace la economía.
El sistema capitalista se
caracteriza por monetizar la economía y
a la sociedad, lo que ha dado lugar a considerar que posee valor económico solo
aquello que tiene precio en dinero. El resto de
actividades económicas, como por ejemplo los cuidados, no cuentan ni se consideran trabajo; solo el
empleo remunerado consta como si lo fuera. Tampoco son tomados en consideración
los bienes comunes, como el aire. Y se desestiman alternativas de
complementariedad, como los trueques. Muchos aspectos de la vida considerados
valiosos como el arte o la salud, tienen consideración económica únicamente cuando se paga por
ellos, no por su mero disfrute. De aquí que se alteren las prioridades del
sistema y se priorice el valor monetario
que se les asigna, no su disfrute generalizado
"El que quiera ser amado, que ame".
Le preguntaron a Mahatma Gandhi cuáles son los factores que destruyen al ser
humano.
Él respondió así:
La Política sin principios, el
Placer sin compromiso, la Riqueza sin trabajo, la Sabiduría sin carácter, los Negocios sin moral, la
Ciencia sin humanidad y la Oración sin caridad.
La vida me ha enseñado que la
gente es amable, si yo soy amable; que las personas están tristes, si estoy
triste; que todos me quieren, si yo los quiero; que todos son malos, si yo los
odio; que hay caras sonrientes,si les sonrío; que hay caras amargas, si estoy
amargado; que el mundo está feliz, si yo soy feliz; que la gente es enojona, si
yo soy enojón; que las personas son agradecidas, si yo soy agradecido.
La vida es como un espejo: Si sonrío,
el espejo me devuelve la sonrisa. La actitud que tome frente a la vida, es la
misma que la vida tomará ante mí.
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