Oremos para que las sociedades en que la convivencia parece más difícil no sucumban a la tentación del enfrentamiento por motivos étnicos, políticos, religiosos o ideológicos.
Jesús, Señor de
nuestra historia, compañero
fiel y presencia viva,
tú que nunca te cansas de salir a nuestro encuentro, aquí estamos,
necesitados de tu paz.
Vivimos tiempos
de miedo y división.
A veces actuamos como si estuviéramos solos, levantando muros que nos
alejan unos de otros, olvidando que somos hermanos y hermanas.
Envíanos tu
Espíritu, Señor, para que
vuelva a encender en nosotros el deseo de comprendernos, de escucharnos,
de convivir con respeto y compasión.
Danos el coraje
de buscar caminos de diálogo, de
responder al conflicto con gestos de fraternidad, de abrirnos al otro
sin temor a las diferencias.
Haznos
constructores de puentes, capaces de
superar fronteras e ideologías,
capaces de mirar al otro con los ojos del corazón, reconociendo en cada
persona una dignidad inviolable.
Ayúdanos a
favorecer espacios donde florezca la esperanza y donde la diversidad no sea una amenaza sino
una riqueza que nos humaniza.
Amén.
Agosto 2025 – Papa León XIV